Too soon to see you

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Capítulo 04:

¿Cómo podía tratar a cada momento de arruinar el apellido de su familia? La respuesta era tan simple como un día sin nada bueno que hacer, detestaba, su apellido, porque por esa insignificante palabra había hecho de su vida miserable, de su salud emocional una mierda sin control que no podía simplemente solucionar, eso iba también para los demás miembros, a aquellos que estimaba.

Al cumplir sus quince años, abrió los ojos repentinamente una noche como cualquier otra, parecía haber tenido un mal sueño o quizás uno demasiado lindo que hizo que se diera cuenta de algunas cosas, la cuestión era que, en la mañana en un desayuno familiar, por primera vez la voz de su madre le resultó tan irritante como para no terminar de comer he irse de la mesa primero; luego los comentarios de la mujer que le dio la vida le parecieron algo manipuladores, pasando los días reaccionó y vio que todo lo que hacía no era lo que ella quería, lo que se había convertido no era nada más que una persona artificial que tenía hambre de poder y elogios que aumentaban su ego. Ya no quería ser eso, porque eso no era realmente ella, sino una versión que su madre había moldeado durante años.

Estaba totalmente decidida a querer malograr todos los días de la vida de su madre, solo necesitaba cruzar las puertas que tenía delante que eran resguardadas por dos porteros, los ventanales estaban tan limpios que el interior del edificio se veía sin ningún problema y el lugar era tan alto que estaba segura que se encontraba en el top 10; agitó su cabeza, no debía perder el tiempo, debía reunirse con el hombre y lo más extraño era que había recibido el pedido estricto de que se acercara cuando el sol no tuviera presencia en el cielo.

—Bienvenida a BN Caxtom ¿tiene alguna cita? - le preguntó de manera cortés la señorita.

—Si, vengo a ver al Sr. Porter por la vacante de asistente.

—Oh claro, tome el ascensor a el penúltimo piso, el Sr. Porter la atenderá enseguida.

El ascensor estaba casi lleno, un par de bajadas y ya estaba en el penúltimo piso el cual parecía el último, la zona era tranquila con un corredor grande, espacioso donde al final podía verse a la secretaria del hombre que la atendió por teléfono, no sabía si era el gerente general o cualquier otro tipo que tenía el poder suficiente para poner a todo el departamento de recursos humanos, de cabeza.

—Buenas noches, me han citado a-

—Bienvenida, el COO la está esperando. - no demoró mucho para ponerse de pie y abrirle las puertas de la oficina.

Al final había un escritorio inundado de papeles y allí, con un insistente sonido, el teléfono atolondraba al ocupado hombre que ya no sabía a dónde mirar.

—Felicia ¿no he dicho que estoy muy ocupado? - dijo casi llorando, quería en serio tomar su cabello y hallarlo con todas sus fuerzas.

—Disculpe agobiarlo pero me dijo que cuando la señorita para el puesto de asistente se apareciera, la dejara entrar de inmediato.

Levantó la mirada y parecía tan feliz de ver a la joven que por poco se arrodilla a ante ella, le pidió a su secretaria que los dejara a solas y se sentó nuevamente en su silla giratoria apartando un poco de papeleo para enfocarse en el curriculum que estaba seguro que recibiría.

—Disculpa mi atrevimiento pero alguien que tiene el apellido que llevas, no podría estar trabajando aquí, ¿que tramas? - dijo al ver el curriculum.

—Comprendo su preocupación pero no he venido a costillas de mi familia, quiero comenzar algo por mi misma y le aseguro que mi rendimiento aquí será perfecto. - tan perfecto como sus calificaciones cuando era niña, tan perfecto como todo lo que su madre quería que fuera.

Lamento de demonio - LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora