Lamento de demonio - Lumity

Temptation

Capítulo 23:

» Luz Noceda«

Jamás olvidaré la noche que sostuve tu cuerpo sin vida, ningún abrazo dolió tanto como el nuestro. Es mi culpa, la sed de venganza me cegó y llevé mi maldecido cuerpo hacia tu hogar,  lo siento, sigo llena de odio, hacia mi y hacia aquel que me condenó a una existencia miserable, sin tí y sin mi madre.

Tus besos siguen en mi rostro cual tatuaje y tus caricias aún puedo sentirlas en cada noche que logro consolidar el sueño, estaba preparada para tener todo contigo pero no para perderlo, mucho menos con tu muerte. Era semejante a un animal, siempre cazando de noche y lamentándose en la madrugada, sintiendome asquerosa.

Que podía hacer por tí...para mantener a cada reencarnación tuya a salvo.

Tenían tanto en común pero ninguna eras tú Amelia, nadie se comparaba a tí sin importar cuantas reencarnaciones tenías, hasta que llegó Amity, recuerdo una vez que tu madre estuvo por llamarte así, pues significaba amistad, por eso me llené de tanta nostalgia y miedo, pensé "regresaste" y luego recordé lo peligroso que es tenerla junto a mí, ¿lo estoy haciendo bien? ¿Eres tú Ams? Pienso que la razón por la cual cada reencarnación tuya y yo terminamos juntas es porque los sentimientos que tienes hacia mi traspasan todo campo lógico y normal.

Y heme aquí, deseando un trono que no me corresponde para librar tu alma de esta maldición.

No me imaginaba querer tanto a Amity en tan poco tiempo, no debería ser extraño, porque eres tú con una presentación distinta, solo me niego a aceptarlo por completo como excusa para alejarte y mantenerte a salvo. Bien decías que no me dejarías en paz, niña loca.

Ahora solo quiero que no recuerdes nada, para que me dures más.

Soy una tonta.

—Hemos concluido la reunión de hoy.

Quiero verte.

Quiero oírte.

Quiero sentirte.

Estos deseos se sienten como un pecado, tan malditamente tentador de cometer y tan mal al momento de analizar.

Quiero...
Quiero...

Y siempre querré tenerte aquí conmigo, aunque suene como la "persona" más egoísta del planeta, yo quiero que estés aquí.

Quiero...

"Quiero protegerte"

No importa cuanto lo piense o que tanto quiera sucumbir a mis deseos...no puedo ser egoísta.

No puedes estar conmigo.

—Luz, es hora del té. - esa...era la señal para una reunión con el ser más detestable.

Hunter lo sabe. Él lo condenaría a cualquier cosa a penas encuentre su debilidad, aún así, está ocultando el hecho de que Amity Blight congenia conmigo y que está bajo mi protección. ¿Porqué ocultarlo? Es más fácil ser invisible a los ojos del diablo a que te encuentre y acelere tu muerte.

En un segundo me encontraba en lo que algunos llamarían el Tártaro, era asombroso que tan desordenado y repulsivo se veía.