The past is not easy

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Capítulo 22:

La empresa estaba saturada de trabajo, no era extraño debido al tiempo y la gran alza de valores que había durante las últimas semanas, aún así, Luz Noceda decidió faltar como si nada dejándo a cargo a Augustus quien con mala cara y desánimo total accedió dejándole en claro que tenía una gran deuda con él. La morena no estaba sola, bajó de su auto y se dirigió a la puerta del copiloto donde Amity Blight batallaba por dentro para quitarse el cinturón de seguridad, una vez libre, tomó la amable mano de su jefa y bajó del elegante vehículo notando lo lejano que se encontraban de la ciudad y la vieja y muy detiriorada casa/ mansión que tenía en frente, según recordaba la entrada, parecía que había tenido un enrejamiento y portón de varillas de metal.

—Donde estamos.

No había tanto viento a pesar de encontrarse en un lugar extremadamente abierto, Luz se acercó a la mansión como si esta la fuera a devorar, mi miedo, tristeza y resentimiento se reflejaban en su mirada perdida.

—Aquí es donde comenzó. - subió las escalerilla y tocó la perilla de la puerta.

En su cabeza los músicos tocaban leves sinfonías a acorde al tiempo y el tema de la velada mientras las risas de fondo eran simplemente eso, nada en particular, la imagen de diversas personas hablando entre sí como si fueran verdaderos amigos tomó lugar en su mente, eran recuerdos que no podía sacar de su cabeza.

—Pero, que es este lugar. - Amity parecía la más curiosa.

Noceda tomó el picaporte de ambas puerta y abrió el lugar de par en par.

—Ella vivía aquí . - oscuridad, suciedad y humedad, no encontraron nada más que eso.

Los muebles estaban cubiertos por sábanas blancas que estaban sucias por el pasar de los años, la madera crujía con cada pisada y el aire hacia rechinar cada bisagra.

—Creí que lo suyo comenzó en la escuela. - miró a su jefa desconcertada.

—No...aqui comenzó todo mi mal. - su voz se tornó tan gruesa como una capa de pintura muy cargada.

—¿Sabes porqué esta casa no está en venta?- Amity negó. —¿o porqué los muebles siguen aquí? ¿O la razón por la cual nadie sabe de este lugar? —Blight negó de nuevo confundida, no sabía a qué quería llegar. —Hace años, todas las personas que estaban aquí la madrugada del veinte de agosto...fueron asesinados.

Estaba tan calmado en los alrededores que el corazón de la ojiambar latió con fuerza ante la reciente confesión.

—El periódico en ese entonces agregaba cada detalle, la definieron como la masacre del año, el rotundo descuartizamiento del secretario de Estado y su familia, el cuerpo de su única hija fue el unico que no encontraron en la escena a pesar de haber hallado rastros de su sangre en el jardín trasero.

—Como sabes todo eso. - el clima se había puesto loco últimamente por lo que era normal ver nubes negras en el cielo y que no notarán ni una sola gota de lluvia.

Luz se giró con lentitud creando un ambiente pesado ante sus brillantes ojos rojos y su aura oscura.

—Porqué yo los maté. - un relámpago iluminó el cielo y Amity parecía erizarse como un pequeño felino. —¿sigues sin tenerme miedo, Blight? - la velocidad en la que se puso frente a ella arrinconadola en una de las polvorientas paredes fue increíble, la tomó por sorpresa por lo que el ligero susto que soltó era de esperarse.

Aún así, eso bastó para que la chica contraria recordara el porqué no podían estar juntas.

—No, no te tengo miedo, estoy segura que aún no me cuentas lo que pasó realmente. - dijo la ojiambar al ver el repentino alejamiento.

Lamento de demonio - LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora