Jack ConwayYa estábamos rumbo al lugar en el que se haría el próximo baile. Llevábamos apenas una hora de camino, nos faltaban otras cuarto. Cinco si había tráfico.
Ninguno de los dos hablaba mucho. Creo que ambos preferíamos estarnos así y sacar un poco de plática a estarnos peleando. Y es que los paisajes y la música hacia el viaje tan ameno que no queríamos estropearlo. Pero al parecer, la tranquilidad cansa a Victoria.
—¿Jugamos? — preguntó mientras me daba una mirada rápida.
Fruncí el ceño y me acomode en mi lugar sin quitar las manos del volante.
—¿A qué?
—A hacernos preguntas.
¿Cómo es que una persona pueda ser así de infantil? ¿Que otra cosa quiere hacer? ¿Jugar a la botella?
—Ese es un juego de críos.
—¿Quieres o no? Nos quedan muchas horas y yo no quiero solo ver a la ventana sin decir nada.
—Vale — acepté — pero empiezo yo.
Hizo un ademán para que siguiera.
—¿Qué tal estuvo el beso?
Rodeo los ojos y no pude evitar sonreír con orgullo.
—Ya sabía que dirías algo sobre eso.
—No quería dejarte con las ganas, Masías.
—¿Con las ganas? — soltó una risa sin gracia — tú fuiste él que me besó, se me hace que es otro el que no se aguanto.
—Entonces ¿qué tal estuvo? — volví a preguntar viéndola con arrogancia.
Se cruzó de brazos.
—He tenido mejores.
—¿Ah sí?
Asintió sonriendo.
—Desperdiciaste tu pregunta, ahora me toca a mí — noté como jugaba ansiosa con sus dedos, como si fuera una niña pequeña — ¿cómo conociste a Volkov?
Solté un suspiro y me eché para atrás, dejando una sola mano en el volante. ¿Esa era su gran pregunta? No tiene mucho misterio.
—Hicimos las pruebas juntos y nos hicimos amigos.
—¿Así nomás?
—Así nomás — contesté imitándola.
—¿Y eso hace cuanto fue?
—Me estás haciendo dos preguntas, entonces yo también te haré dos — le dije — hace diez años que lo conozco.
Hizo un sonido mientras alzaba sus cejas.
—Ahora me toca — me rasqué la barbilla. Tenía que ser una buena que resolviera las dudas que tengo sobre ella — ¿te haz liado con Trucazo?
Soltó una gran carcajada mientras me volteaba a ver sin creer lo que acababa de preguntar.
—¿Con Freddy? ¿Neta?
Me removí en mi asiento y me mordí las mejillas por dentro.
—Nunca, es mi amigo, no puedo verlo como otra cosa.
—Ya... — le dije. Relamí mis labios pensando en la siguiente pregunta — ¿tienes hermanos?
—Mucha curiosidad la tuya — me dijo, rascándose la nuca — una, soy la mayor.
—Casi no hablas de ella — observé.
—Pues es que hace mucho no le hablo — me dio un ligero golpe — deja de extender el tema, me toca. ¿Tú tienes...? Bueno — se detuvo. Se secó las manos en su pantalón y siguió — ¿tienes novia?
—¿Interesada, Masías?
—Ya quisieras — dijo — mejor responde la pregunta.
—No, tienes camino libre.
Vi como torcía sus ojos verdes. Ya se le estaba haciendo costumbre hacer eso.
Por un momento se cruzó de brazos y no pude evitar recordar el incidente en el baño. Como trataba de cubrirse con esa toalla blanca y sus mejillas sonrojadas mientras me gritaba que me fuera. Sacudí un poco la cabeza quitando esa imagen.
Debo dejar de pensar en eso.
Quería preguntar algo más. Quería aprovechar para conocernos más y por lo menos no estar tan tensos cuando estemos juntos. Así que me di la tarea de pensar en algo un poco más serio.
—Dime algo que siempre haz deseado.
Ella soltó un suspiro y se quedó en silencio, pensando.
—Un beso bajo la lluvia — me le quede viendo divertido y ella empezó a explicar mientras movía sus manos — pues eso, que me besen mientras estamos mojados, como si fuera de película.
Solté una leve carcajada.
—Eres impredecible, Masías.
Con rapidez, saqué un cigarro que estaba en los pequeños espacios cerca de la palanca de velocidades, lo puse en mi boca y lo encendí para después bajar el vidrio de mi lado.
—¿Hace cuánto fumas?
—Ni siquiera lo recuerdo — respondí con amargura. Y de verdad no lo recordaba. Habían pasado años desde que empecé y todavía no sabía desde cuando se había vuelto un vicio a tal punto de ser imprescindible para mí — tendría yo ¿17? ¿18?
—Eras muy joven.
—Bueno, trataba de refugiarme en algo y salió esto — le dije, alzando un poco el cigarro.
Me parecía gracioso como podíamos pasar de seriedad a algo totalmente diferente en pocos minutos. Tal vez al final, no nos llevábamos tan mal.
—Logré escuchar a tu amiga hablar sobre tu padre ¿no habláis mucho?
Noté que se removió incómoda y por un momento me arrepentí de haber preguntado.
—Nunca nos hemos llevado bien. Cada que hablábamos terminábamos peleando, no importaba dónde estuviéramos siempre pasaba algo en el que uno de los dos no estaba de acuerdo y la pelea se hacía más grande. Siempre prefirió a Xime, mi hermana pequeña. Así que no, no hablamos mucho.
—No debí preguntar.
—No te preocupes — sonrió y subió el volumen de la música — ¿seguimos jugando?
Si alguien lee esto, comenten que tal les está pareciendo la historiaaa
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The mission || Jack Conway
FanfictionVictoria Masías es una mujer que trabaja para el CNI con un muy buen puesto como espía para infiltraciones. Lo único malo que ve en esto es que cada día tiene que ver a Jack Conway, el hombre que la saca de sus casillas. Por decisiones y casualidade...