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Se me ocurrió otra idea para una historia, pero creo que ya hartó un poco las de Jack ¿o no?

Se me ocurrió otra idea para una historia, pero creo que ya hartó un poco las de Jack ¿o no?

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Jack Conway

—¡Qué pinche calor! — se quejó, tirándose en la cama.

Estaba sudando, por lo que algunos cabellos se le pegaban en la frente.

—Estamos en la costa, la playa nos queda a 5 minutos ¿qué esperabas? — le contesté un tanto irritado pero sin dejar de verla. Se removía en la cama a mi lado.

—Y lo peor es que todavía no nos dicen nada del baile, estoy un poco hasta la madre.

—¿Y qué coño quieres que haga?

Se removió de nuevo y su camisa se levantó, dejando visible su cintura y la reciente costra de su pequeña herida. Seguramente dejaría una diminuta cicatriz.

—Vamos a la playa — me respondió y se sentó.

—¿También quieres hacer castillos de arena?

—Bueno, pues me voy sola.

Tomó algunas cosas de su maleta y las puso en su mochila.

Caminó hacia la puerta y la abrió.

—Neta que a veces hago lo posible para llevarme bien contigo y tú nomás no coperas. Vete a la fregada — y cerró la puerta con fuerza.

Despeine mi cabello con rapidez. A veces puedo ser un verdadero gilipollas.

Me levanté de la cama y camine hacia la maleta, en busca de mis cosas. Victoria, últimamente está provocando que haga cosas que normalmente o haría. Y eso, a decir verdad, me confunde un poco. Pero, eso no impide que la moleste, ni que ella me haga enojar.

Minutos después ya estaba en la playa. Sintiendo el sol en mi cara y buscando a Masías con la mirada. Ya tenía mi traje de baño, solo bastaba con quitarme la camisa, pero no lo haría ahora.

Vi su mochila arriba de una toalla grande color roja, también había otras cosas esparcidas, como la ropa que tenía hace una hora.

Me acerqué a su pequeño lugar y también dejé mis cosas, pero seguía sin encontrarle.

Mi mirada se dirigió al mar. Había mucha gente jugando a la orilla  y otros que preferían estar más adentro.

Ahí fue cuando me di cuenta que ella era de las que preferían nadar, pues la estaba viendo salir, caminando lentamente hacia la arena húmeda. Su cabello estaba totalmente mojado, se las había ingeniado para quitárselo de la cara. Llevaba un traje de baño color verde de dos piezas que le favorecía a su cuerpo y que resaltaba más su linda piel morena.

Estaba sonriendo y yo hice lo mismo aunque ella no lo notara.

Nuestros ojos se encontraron y noté un ligero aire de sorpresa. Entonces empezó a caminar hacia mí.

The mission || Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora