Victoria MasíasYa casi era media noche y ambos estábamos vestidos de negro para que, con ayuda de la oscuridad, se nos viera lo menos posible. También llevábamos puestas pasamontañas del mismo color.
Ya no estábamos en el hotel, ahora íbamos en el coche. Ya no podíamos volver a usarlo. Resulta que Jacob vivía en una bonita mansión con vista al mar, pero seguía estando bastante cerca de la ciudad.
Tenía rejas y un jardín adelante que era unas de las cosas que más llamaba la atención.
—¿Y ahora qué, genio?
Empezó a rebuscar y se puso el pasamontañas, mirando a la mansión. Él manejaba.
—Tú te quedarás aquí y yo entraré.
Solté una risa y lo tome de la mano antes de que se bajara del carro.
—¿Estás menso? Yo también me bajo.
Y antes de que se quejara, lo volví a interrumpir.
—¿Y si está despierto y tú no te das cuenta? Mejor, yo entro y tú te quedas cerca para avisarme.
Antes de que volviera a responder salí del carro.
—¿No te cansas de ser tan terca, Masías?
Le sonreí abajo del pasamontañas y nos metimos por la parte de atrás, brincando la cerca y entrando despacio por una puerta de vidrio que se desliza.
—No hagas nada estúpido, y si pasa algo...
—No pasará nada — le dije susurrando igual que él.
Jack empezó a buscar el despacho, y aviso que iría arriba. Supusimos que ahí o en su habitación estarían papeles y cosas importantes, pero el cuarto lo revisaríamos al final.
Le di un vistazo a la casa. Tenía detalles blancos y negros en el suelo. En el centro, habían unas escaleras blancas, en la mitad había un descanso y ahí era cuando se dividían. Jack había subido por el lado derecho.
Había muchísimo silencio que sentía que podía escuchar mi respiración. Di un par de pasos y me fije a ambos lados. A la derecha estaba la cocina y a la izquierda la sala.
—¿Todo bien? — escuché a Jack en mi oreja gracias al audífono y no pude evitar asustarme. También note que debido al susurro, su voz se hizo más grave. Un escalofrío recorrió mi espalda.
—Sí, tú apúrate.
—Encontré su despacho, no encuentro nada — después escuché una risilla de su parte — ¿te da miedo la oscuridad, Masías?
—Ya deja de estar jugando.
Escuché un ruido y me tensé. Ese no era Conway porque él estaba arriba, y el ruido se hacía más cercano. Jacob había despertado.
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The mission || Jack Conway
FanfictionVictoria Masías es una mujer que trabaja para el CNI con un muy buen puesto como espía para infiltraciones. Lo único malo que ve en esto es que cada día tiene que ver a Jack Conway, el hombre que la saca de sus casillas. Por decisiones y casualidade...