Feliz año nuevooooo
Victoria Masías—¿Por qué no ha llegado lo que pedí? — pregunté irritada. Lo único que quería era tomar vino mientras veía algo en la tele. Sobre todo estar acostada y no pensar en nada. Pero mi pedido no había llegado y ya había pasado 50 minutos — ¿fueron a matar a la vaca o qué?
—Discúlpeme, señorita — me dijo la muchacha encargada del otro lado del mostrador — hemos tenido problemas con la cocina.
—¿Y no pudieron marcar para avisar? Estuve esperando mucho tiempo y hasta me tardé en venir — estaba muy enojada.
—Me avisan que el pedido ya va para allá — me dijo mientras tapaba el teléfono — lamento las molestias.
—No se apure — respondí haciendo un ademán, todavía molesta y regresando a mi habitación.
Todavía podía sentir un pinchazo en el corazón por la situación con Jack. Y aunque ya haya cruzado palabras con él, no me eran suficientes. Quería estar como antes.
Con un suspiro, saqué mi tarjeta para abrir mi habitación. Pero me sorprendí al notar que esta estaba entreabierta. Con cuidado y discreción abrí la puerta, estando decidida a golpear a quien se metió.
El cuarto estaba vacío, sin ningún indicio de que alguien estaba adentro, pero en la cama había una caja negra con un listón blanco. Extrañada y todavía alerta, abrí la caja con el ceño fruncido.
Mis ojos se abrieron y mi boca se entreabrió. Había un hermoso vestido rojo con una nota encima de él. Sin pensarlo, me puse a leerla.
Vi este vestido y automáticamente he pensado en ti.
Sé que te verás hermosa, Masías.Jack.
—No manches...
—¿Y bien? — di un brinco en mi lugar por el repentino comentario. Giré en mi talones y ahí estaba Conway — ¿te gustó?
—Es... — parpadee un par de veces por la impresión — es precioso.
Dio unos pasos hacia mí, yo no me moví.
—Fui una pendeja — empecé, él se acercó más — fui una habladora.
Me atrajo a él por la cintura y yo puse mi mano en su pecho.
—No estoy enojado, Victoria.
—¿Entonces no me vas a dejar de hablar?
—Nunca.
Le sonreí contenta y sin esperar otra cosa, nos uní en un beso tierno y dulce.
—Y yo no volveré a sacar el tema de tu padre — me dijo al separarse.
—Yo exageré — le dije negando.
—Deja de culparte, Victoria — me tomó del rostro y me obligó a verlo a los ojos — eres suficiente ¿bien?
Asentí despacio.
El tema de mi padre siempre fue algo sensible para mí. Pero ahora ya no estaba en contacto con él y eso me era más que suficiente. Ya no tendría que escuchar sus comparaciones con mi hermana. Hablábamos de vez en cuando, sí, pero desde que Xime habló exigiéndome dinero, no he vuelto a saber de él. Se le pasará el coraje, como siempre.
—Gracias — musité.
—De verdad lo eres — dio pequeñas caricias en mis mejillas — no me jodas que no lo ves.
—Ya, pues...
—Lo eres — me dio un beso en cada cachete y yo me sonrojé — y me encantas.
Solté una risilla nerviosa.
Y entonces me besó de nuevo, esta vez en los labios. Mi corazón se aceleró y me comenzó a guiar a la cama, teniendo sus manos firmes en mis caderas. Me estaba sentando en la cama hasta que escuché algo tronar abajo mía.
Era la caja de cartón que no había quitado.
Él se separó soltando una risa y la quitó poniéndola a un lado en el suelo.
Ninguno de los dos tenía prisa en hacerlo y eso se nos notaba. Nos bastaba con caricias y cariños. Y eso no podía hacerme sentir más que nerviosa. Porque parecía que Jack esperaba el momento exacto para poder acercarse más, como yo lo estaba esperando, pero al parecer, este no era el momento.
—¿Te apetece ver una película?
Asentí sin dejar de sonreír. Nos acurrucamos en la cama y prendió al tele.
—Solo te pido que sea la última vez que te cambies de habitación — su voz se hizo más grave pues la escuchaba yo estando acostada en su pecho — estaba por tirar la puerta.
Yo carcajeé.
Ahora sí, VIVA EL AMOOOOR
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The mission || Jack Conway
FanfictionVictoria Masías es una mujer que trabaja para el CNI con un muy buen puesto como espía para infiltraciones. Lo único malo que ve en esto es que cada día tiene que ver a Jack Conway, el hombre que la saca de sus casillas. Por decisiones y casualidade...