El y Yo ||R u s m e x||

Capítulo 36

. •. Sanitaria Situación.•.
.~❄︎~.
•

.

.

.

.

.

—[+18]—
⚠️

.

.

———-México-———
✿

Amo ver el rostro enrojecido de Rusia, y más cerca mío. Enredo mis dedos detrás de su cuello y de nuevo me acerco a sus labios. El apresura el paso de nuestro beso y me estrecha contra su cuerpo rodeando mi cintura con los brazos.

Comienzo a desanudarle la corbata en la duración del beso, que se ha vuelto intenso a la entrada de su lengua. Cuando termino con su corbata quito los cinco primeros botones de su camisa. De pronto me carga pasando sus manos por mis piernas, gruño un poco porque me ha tomado por sorpresa. Camina hacia la barra del lavabo, donde me ha dejado sentado para atacar mi cuello con besos. Gimoteo por su barba rozando con mi piel, desabrocha mi camisa en el camino y yo apoyo las manos en la barra detrás de mi espalda.

Se hinca abriendo mis piernas y comienza por retirar mi ropa inferior empezando por los zapatos. Al terminar, deja un par de besos en mis muslos internos. Gimo y jadeo.

— Calma... un... poco...

Se ríe y me toma del mentón diciendo— No olvidaras este baño.

Sonrío.

— Veo que no...— y reprimo un gemido cuando comienza por acariciar mi única entrada con las yemas de sus dedos.
Hay un momento en el que deja de toquetear, se relame los labios y llena sus dedos de saliva para luego meterme un dedo de una sola vez. Gimo y casi me derrito cuando pasa su lengua por en medio de mi torso hasta llegar a mi cuello y morderme. Mueve su dedo dentro mío y no puedo con la sensación de ambos movimientos al aferrarme a su espalda, la erección detrás de su pantalón choca contra mi entrepierna y me hace estremecer.

Sonrío pensando en cómo torturarle un poco y empujo mi cadera contra las suyas colocando mis manos en el inicio de sus glúteos. Siento el espasmo que he causado dentro de él y lo miro a los ojos. Gruñe y me reta.

—¿De esta forma me estas pidiendo cosas infernales?

—Esta en lo correcto abogado.

Me toma del cuello y me besa profundamente. Le desabrocho los pantalones para luego acariciar y masajear su miembro por sobre la tela, lo escucho gemir en mi boca y pone su mano sobre la mía, que acaricia su miembro. Bajo la mirada y veo todo lo que me espera. Se supone que debería rezar por mis piernas, pero en este momento no caben santos.