-----Jamás podrás entender, que en esta relación somos tres... Y sobra quien menos crees-----
Luego de su dolorosa separación, México se ve comprometido a un acuerdo innegociable para salvar su vida y mantener el bienestar de su gente. Pero a la vue...
Los recuerdos atiborraban la mente de la representación rusa. Parecía su karma por todo lo que hizo y lo que aun está haciendo. Aunque no sepa lo que ha pasado con su amante improvisado.
Llega al lugar de la cita con su amigo y se detiene justo enfrente. Revisa su móvil, no hay ningún mensaje de Japón o de Bielo como el esperaba. Suspira y por fin entra. Se alerta, los sonidos a su alrededor se agudizan, sube al piso más alto, donde seguro, está "su querido amigo".
Aún lejos de su objetivo, detiene su andar y se esconde.
Ha recibido un mensaje, un mensaje que le ha enfurecido mucho.
Oh no...
No, no, no, no...no...no...
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———-México-——— ❈
Siento como se clavan dagas en mi cuerpo multiples veces. Dos voces femeninas resuenan en mis oídos.
— ¿Ya llamaste la ambulancia?
— Ya viene ONU con Estados Unidos.
— Oh, Dios...
— No caigas en la paranoia.
— Lo siento... ¡No puedo hacerlo como tú!
Frunzo el ceño. Comienzo a reconocer sus rostros. Ambas son pálidas.
Ah ya, ya sé.
— ¡Mex! —exclama la pelinegra colocando su mano en mi frente— Parece que ha reaccionado bien al té.
