Capítulo 38

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. •. El Teléfono. •.
.~❄︎~.

———-México-———


Aproveché el viaje de regreso a Gengenbach en avión para mandarle mensajes a Rusia explicándole todo mientras Alemania dormía en el vuelo.

Pero no respondió a ninguno.

Ni si quiera le llegaban los mensajes.

Arrugué la frente con preocupación.

Ya no pude comunicarme con el anoche porque quería despejar pensamientos mientras leía un poco y había dejado el teléfono en la profundidad de la maleta.
Me frustré cuando llegué a casa y los mensajes aún no se enviaban. Maldita sea.

— ¿Qué le regalaremos a ONU esta vez? Falta un mes para el baile por su inauguración— pregunté mientras lavaba los trastes de la cena.

Ale secaba los vasos y Lidia limpiaba la mesa.

— Un vestido puede ser—sugirió Lidia.

— Es una opción que vengo considerando— dice Ale—Me dijo que le gustó mucho el cuadro.

— Oh sí. Lo tiene en su oficina— mencioné riendo un poco.

— ¿Lo viste? — Ale preguntó.

— Si— asentí, los nervios me invadieron un poco— Cuando fui ayudar a USA.

— Oh, cierto.

— Pueden darle otro cuadro de la misma galería— habló Lidia para que no se formara un silencio intenso en el lugar, siempre hace eso.

Ale y yo nos giramos a verla, ella se quitó el mandil.

— Por lo general las galerías llevan el mismo estilo, es lo que he observado y a menudo a las personas les gusta coleccionar, así que...

— Buena idea eh, —me sequé las manos y me giré a Ale— ¿Qué piensas Ale?

El me mira y sonríe asintiendo.

— Perfecto.

Cuando terminamos de poner todo en orden, fui a la biblioteca a dejar unos libros en su lugar. Lidia me acompañaba, Ale fue a revisar su agenda.

—Es un pendejo—murmuré— Ni lo busques.

—Los mensajes no le llegan— mira su teléfono con anhelo.

Bajo de las escaleras después de poner los libros en lo más alto de la estantería. Realmente se enganchó con ese misterioso tipo. Me pone triste verla así, no quería decirle lo que yo suponía que había pasado.

Pero ni un beso se habían dado.

O bueno, no me contó eso, pero confió en Lidia, ella siempre me ha contado todo. Solo salieron cuatro veces y hablaban por teléfono, solo eso. Me confesó que era un tipo galante, sacado de una película de comedia gringa.

El y Yo ||R u s m e x||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora