𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 𝐑 𝐕 𝐀 | Ray

『𝟎𝟏 』

—¿Por qué un búho?

— Verás, eso sirve como una guía, el búho es tu guía, nunca olvides eso.

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Una mañana en un dichoso lugar, una enorme cosa donde viven pequeños llenos de alegría, ese lugar es un orfanato donde vivían con su madre, aunque claro no lo es biológicamente, vivían junto a sus hermanos, aunque no lo son, ese orfanato conocido como Grace Field House.

Todos los chicos corrían por el bosque mientras jugaban, por otra parte una madre caminaba a las rejas donde estaba "prohibido" ir, aunque claramente solo estaba prohibido para los pequeños, en esa solo se vio a una mujer adulta de edad avanzada.

—Isabella, has hecho un buen trabajo hasta hoy, eso me alegra—comento la mayor.

Pronto de la espalda de la "abuela", salió una pequeña albina de ojos celestes, esta traía la típica ropa del orfanato, tenía la cabeza baja, era tan solo una niña de unos 5 años.

—¿Con qué es ella?— cuestiona Isabella.

—Si, ella es T/N— coloca una mano en el hombro de la chica.

— Un gusto T/N, soy tu nueva madre— sonrió la mayor.

La niña se mostraba inexpresiva, se notaba confundida y a decir verdad no entendía nada, la menor simplemente mantenía su mirada en la ojo violeta.

— Espero y puedas cuidar de ella.

—Lo haré—hizo una reverencia.

Las rejas fueron cerradas y la menor seguía a lo que sería su "madre", los ojos celestes miraban lo que era su hogar, a lo lejos escucho risas y voces, supuso que habría más niños, lo cual la inquietaba un poco, ya que no tenía ni la mínima idea de como convivir, además estar con más gente la intimidaba un poco.

— ¿Estas bien T/N?—pregunta la madre.

—¿Eh?, si, si lo estoy.

En realidad no lo estaba, su mente estaba confundida, no entendía que hacía en ese lugar y aún peor, no sabía ni quien era, no se reconocía a sí misma.

— Muy bien, llamaré a todos para que te presentes, ¿bien?— toco la campana.

La albina escuchó como niños llegaban, se mantenía quieta y nerviosa, ojos de sus nuevos hermanos la miraban, algunos susurraban cosas, pronto llego un trío algo peculiar.

— Bueno, niños, déjenme presentarles a su nueva hermana, ella es T/N y desde ahora en adelante vivirá con nosotros— miro a la pequeña a su lado.

— Hola un gusto mi nombre es T/N...— iba a decir algo más, pero se detuvo—. Un gusto conocerlos.

La albina dio una sonrisa angelical, los menores fueron a abrazarla sorprendiéndola de repente, algunos decían sus nombres, si más la chica les correspondía sus abrazos, sentía una calidez y un amor fraternal que aunque no fueran hermanos verdaderos se podía percibir.

—Tiene el cabello blanco, ¡Es igual a Norman!— comento un pequeño.

Ante eso los ojos azules del chico la miraron al igual que unos ojos verdes que miraban a ambos.

—¡Es verdad!, ¡Son parecidos!—comento una pelinaranja.

La pelinaranja se acercó a la chica tomándola de las manos de una forma animada.

— Un gusto, soy Emma— habló con una sonrisa.

—Un gusto.

— ¡Oh!, por cierto él es Norman y el Ray