𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 𝐑 𝐕 𝐀 | Ray

【 𝟑𝟑 】

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El chico recogió un colgante que le parecía familiar, se quedó de pie observándolo, hasta que sintió a alguien acercándose a él, una mujer de mediana estatura, mayor de edad, lo observo sonriente.

—¿Disculpe? ¿Buscaba algo?—pregunto.

—Ah, yo...—miro el collar.

—Oh, lo encontró, hay esa niña es despistada que pierde todo—dijo burlona.

—¿Usted sabe la dueña del collar?—pregunto Ray.

—Claro es mi ...bueno es algo complicado, pero la conozco, ¿por qué?

El chico saco una foto, la foto que siempre conservaba cerca de él, aquella imagen cuidada que era el retrato de la chica que ama.

—¿Conoce a esta persona?

La mujer miró la foto, se sorprendió, miro al chico el cual tenía una mirada preocupada e impaciente, la mujer soltó lágrimas de felicidad, dejando confundido al chico, está asintió, lo que hizo que el corazón del chico brincara de alegría dentro de su pecho. La había encontrado.

— Pero...tú, ¿que eres de ella?

—Soy su...amigo.

—Pensé que eras, no sé, su amor de la infancia, tus ojos al saber que la conozco desprendían ese brillo de amor.

—Eh, yo, no...

—No me mientas niño—rio levemente—. Yo igual me enamoré a esa edad—le entrego un ramo de flores blancas—. La chica que buscas está en la playa a cinco calles de aquí.

El chico tomo las rosas, sus manos temblaban de emoción, su corazón pálpito tan rápido, miro a la mujer que le sonreía y esta lo empujo levemente, el chico le regreso una sonrisa, salió corriendo, lo que hizo que la anciana sonriera con ternura, en el camino Ray se encontró con otros grupos los cuales lo siguieron confundidos.

—¡¿Ray?! ¡¿Qué pasó?!— cuestionó Emma.

—¡¡T/N!! ¡¡Alguien la conoce y sé donde está!!

Ante eso todos se sorprendieron y siguieron al chico que corría con emoción. Todos sonreían con esperanza, algunos aunque estuvieran cansados corrían.

Por otra parte, la albina se encontraba caminando por la orilla de la playa, miraba las olas del mar, el atardecer cubría aquel cielo, el viento soplaba levemente haciendo que su cabello se moviera, esta perdió su vista mirando el horizonte, miro el cielo, tan bello y pacífico, pronto escucho unos apresurados pasos, sintió su corazón brincar, giro lentamente, a lo lejos observo a un azabache de ojos olivo, esta se quedó quieta, el chico llego hacia ella, se habían reencontrado.

Ray la miro fijamente, estaba asombrado y maravillado, esa chica, estaba diferente, su cabello creció, había madurado, ahora seguro tiene unos...¿16? ¿17? No importaba eso, lucia joven, hermosa, eso pensó él, era un ángel ante sus ojos, la chica lo miraba confundida y sorprendida, solo sentía las ganas de llorar, lanzarse hacia ella, abrazarla y no soltarla, decirle cuanto la amaba, besarla, darle su primer beso, tuvo fuerza para contenerse.

—¡¡T/N!!—grito Phil.

—¡¡Lo logramos!!— gritaron todos.

Se lanzaron hacia ella, esta se quedó quieta sin decir nada.

—¡Qué suerte que estés a salvo T/N! ¡¡Te encontramos!!—sonrió Emma.

—Niña, no vuelvas a asustarnos—regaño Yugo.