𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 𝐑 𝐕 𝐀 | Ray

『 𝟎𝟒 』

»»————-　➴　————-««

Los pequeños se encontraban viendo con curiosidad esa escena, pronto la madre la cual cargaba a una tierna bebé de cabellos naranjas y ojos azules, sonrió mirando a los demás.

—Permítanme presentarles—sonrió—. Ella es Carol, su nueva hermana, la persona a mi lado es la hermana Krone—señalo—. Ella está aquí para ayudarme con los deberes de la casa.

—¿Un adulto?— susurro la peli naranja.

—¿No es muy pronto para que llegue otro bebé?— se preguntó Ray.

Ellos se mostraban frustrados, la albina los miro con una sonrisa, para caminar hacia la madre con los pequeños mirando a la tierna Bebé, la oji violeta miro los orbes azules de la albina, sonrió y le entrego con cuidado a la pequeña bebé, los demás se acercaron a ella, T/N miro a la bebé y esta le sonrió.

—¿Lo sabías mamá?

—¡Claro que lo sabía!

—Aun así, Jaque mate, mamá.

— ¿Hermana Krone?

— Ah, si—hablo la morena—. ¡Estaré viviendo aquí con todos ustedes desde hoy!, ¡¡Un gusto conocerlos!!— sonrió.

Ellos deben encontrar una manera de escapar de su destino...

— Está bien niños, es hora de salir a jugar— sonrió Mamá.

—¿Vendrás con nosotros?— pregunta una niña.

—Me uniré más tarde—contesto—. Mamá hablará con la hermana Krone un momento, T/N, te encargo a los niños, ¿si?

—Claro Mamá— asintió—. ¡Vamos!

Todos siguieron a la albina la cual aún cargaba a la bebé, los demás sonrieron y corrieron felizmente al patio, a lo lejos esta pudo ver al trío irse al bosque, esta miro con seriedad aquello, pero cambio su mirada a una sonrisa.

—¡¡Al fin jugaremos con Emma!!—grito Phil.

La albina sonrió ante esa actitud, camino hacia el árbol con la bebé.

—No está aquí...son ustedes— comento decepcionado.

—¿Qué haces Don?— pregunta la albina.

—Estoy pretendiendo ser Ray— comento con una sonrisa.

Si claro, solo le falta el toque serio y sobre todo lo lindo que es Ray, pensó la albina, pero al darse cuenta de que pensó en Ray sintió sus mejillas arder y movió su cabeza.

—¿Dónde está Emma?—pregunta una menor.

—No estoy segura— contestó Gilda.

—¿Está con Norman?

— Posiblemente—comento Anna.

—¡Agh!, ¡Pero yo quería jugar con ellos!, ¡Siento como si no hubiesen estado aquí desde hace días!— se quejó el pequeño.

La albina lo miro con tristeza, ella igual sentía ese vacío en su pecho, los extrañaba, en verdad extrañaba estar con ellos, incluso extrañaba pasar tiempo con el azabache.

—T/N, ¿tú sabes que les pasa?— pregunto el tierno pequeño.

— No lo sé, pero seguro están bien, ya habrá tiempo de que juegues con ella, ¿si?— le sonrió.

—Pero si eras cercana a ellos— pregunta Anna preocupada.

—Tú lo dijiste Anna, lo era, pero ahora ya no sé si son los mismos—comento bajando la mirada.