𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 𝐑 𝐕 𝐀 | Ray

『 𝟎𝟓 』

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Un nuevo día donde los pequeños iban a jugar, la albina salía de casa con un pequeño estuche, un violín, Mamá se lo había dado cuando cumplió los 9 años, desde ahí aprendió a tocar violín, vio a Emma correr con una pelota, pronto se dio cuenta de la mirada de Ray sobre ella, le resto importancia y se sentó alejada sacando aquel violín en buen estado.

—Con que tú eres T/N, ¿verdad?— hablo una mujer.

—¿Eh?, Ah, hermana Krone— la miro con una sonrisa.

—Un gusto conocerte, he escuchado que dicen que eres especial, seguro te lo dicen seguido— sonrió.

—No seguido, dudo mucho que sea especial— rio nerviosa.

—¡Pero si lo eres!, seguro aún no lo entiendes— su mirada se tornó sombría—. Tú eres más especial de lo que crees.

—¿Uh?, gracias y encantada de conocerla y tenerla aquí— sonrió.

—Igualmente, sabes que puedes contar conmigo, he visto que en estos días estás sola, así que si quieres platicar, búscame, ¿si?

—¡Claro!

Pronto la morena se alejó con los pequeños, la albina sentía un poco de tensión ante la mirada analizadora de la hermana, era como si analizara mentiras, algo que para T/N era extraño, no es que mintiera, suspiro y empezó a afinar su violín para tocar una melodía tranquila.

—¿Dónde están los demás?—escucho a Mamá.

— Quien sabe— contestó Ray.

La chica sabia muy bien que estaban en el bosque jugando, siempre los observaba, sus hermanos jugaban a "las atrapadas", donde parecía que sus hermanos mayores les daban consejos a los demás de como esconderse, la ojos celestes sonreía al ver a sus hermanos cansados y felices por el juego.

—¡Parece que todos se están divirtiendo!, ¿Les importa si me uno?— habló la hermana Krone.

—¿Qué?, ¿Por qué?— pregunto Ray.

—¡Yo quiero volverme amiga de todos!, ¡Vamos, dejen que me una al juego!— hablo feliz la hermana.— ¡T/N!, ¿por qué no juegas tú también?

La albina era observada por todos, esta pensó por un momento y asintió.

—¿Eh?, ¡T/N!, jugará con nosotros!, ¡Hace mucho que no juega!— habló Thoma.

— Solo estoy un poco aburrida— sonríe nerviosa.

—El tiempo límite es de 2 minutos, yo seré quien los atrape, todos asegúrense bien de huir de mí— habló sonriente.

La albina corrió separándose de todos, pronto cuando sus pies pisaron el bosque decidió subir a un árbol y empezar a saltar sobre los árboles con precaución, sus huellas no serán vistas en el suelo, pero los árboles moviéndose la delatarían, la chica pensó que iría por los grandes. Pero escucho ruidos.

—No...ella no va por los mayores, va por los niños, ¡Claro!, quiere dejarnos al final— murmuró T/N—. Con que el juego se tornó serio, bueno...a ponernos serios— sonrió.

La chica baja del árbol, escucho a lo lejos ruidos, corrió donde los pequeños habían dejado sus huellas, si se mantenía donde ya había buscado, sería muy tonto volver a buscar de nuevo esas áreas, la albina observaba de lejos como sus hermanos eran atrapados uno por uno, pronto esta se balanceó en los árboles siendo lo más silenciosa posible.