『 𝟎𝟗 』

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Martes 2 de noviembre.

6 días para el escape.

Los hermanos se encontraban reunidos algo alejados de casa, ahí estaba dicha albina la cual conservaba su semblante serio, desde aquella revelación que dedujeron, su mente divagaba cosas e incluso se frustraba por querer encontrar las respuestas de sus recuerdos.

— Vamos a repasar todo— hablo Ray—. Después del almuerzo, en el tiempo libre, mantendré ocupada a Mamá, Norman y Emma subirán al muro y harán la investigación, Don, Gilda y T/N estarán afuera en un lugar donde puedan ver el sur frente a las ventanas del segundo piso, si por algún motivo soy incapaz de entretener a Mamá les daré la señal, les informarán a Norman y Emma que detengan la investigación y regresen a los jardines inmediatamente.

— Y si eso pasa, ¿debemos detener la investigación?— cuestiona Don.

— Correcto, al menos de momento.

En ese momento todos asienten entendiendo, continúan con sus labores, la joven de cortos cabellos observa a sus demás hermanos, mirándolos con pena, son como aves enjauladas a punto de ir a la boca de un monstruo, y desearía que no fuera literalmente hablando.

Por otro lado la hermana Krone se encontraba pensando mientras tendía la ropa de los niños, así transcurrió el día, sin embargo más tarde estaba buscando algo sospechoso en los dormitorios, pero en el pasillo se encontraba un pequeño, que miro la acción de la mayor, aunque se supo excusar, el pequeño se fue, tanta fue su desesperación que movió uno de los muebles encontrando la respuesta.

— Si le muestro esto directamente a la abuela, ¡puedo destruir toda la confianza que Isabella ha construido con ellos en un instante! Sí...esto es cierto...si esto es cierto...

La morena corrió a su cuarto mientras observaba la nota pensativa, su plan de derrocar a la actual Mamá sería posible, tan solo eso quería pensar, unos golpes en la puerta la alertaron escondiendo la nota, abrió la puerta y sus ojos se toparon con los de Isabella, Krone se sorprendió.

—Es una pena, pero así son las cosas, ¡es la despedida!

La hermana Krone sospecho algo, no, mejor dicho lo sentía, Isabella preparo una trampa, pero aun con eso, no detendría a la morena que estaba dispuesta a poner su último plan.

—Parece que fallo, le dije que no debía subestimarlos.

Una voz exaltó a la hermana la cual al voltear vio los ojos celestes de una peculiar niña, la morena sonrió dejando su maleta en el suelo para estar frente a la menor.

—Supongo que es el adiós, fue un placer conocerla.

— ¿Cómo es que tú?— murmuro la mayor.

—Supongo que todos en esta casa me subestiman— se cruzó de brazos—. Incluso tú, eso fue su fallo, soy como una carta sorpresa de este juego, aunque claro, será la última opción.

— Debo admitir que no lo esperaba— esta saco una carta—. Para ti, estoy segura de que querrás saber lo especial que eres.

La menor tomó la nota, T/N sonrió levemente.

— Lo se Krone, lo sé.

La hermana tomó su maleta dispuesta a ir a su final, la pequeña miraba a la mayor irse a la puerta, apretó la carta contra su pecho mientras que su mirada reflejaba dolor, no quería perder a sus hermanos de esa manera.

La hermana tomó su maleta dispuesta a ir a su final, la pequeña miraba a la mayor irse a la puerta, apretó la carta contra su pecho mientras que su mirada reflejaba dolor, no quería perder a sus hermanos de esa manera

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13:00 Inicia la investigación.

—Don, Gilda— hablo la albina—. Estemos atentos.

Los dos asintieron, las manos de la chica no dejaban de temblar, tenía miedo a un fallo.

Pero incluso en los mejores planes, puede haber un fallo.

— ¡¿Espera, qué está pasando?!— murmuro Gilda—. ¿Qué deberíamos...?

— ¡Don ve a ver adentro y correré a dar el aviso!— grito T/N alejándose.

La albina corrió rodeando el bosque, sus pies dolían, pero eso no importaba, si Mamá los descubría todos serian atrapados y llevados a su muerte, su respiración era agitada, salto las rocas abriéndose paso.

Un grito desgarrador alertó a la albina que corrió más rápido que nunca mirando la escena, Emma lastimaba en el regazo de Mamá, los atrapo, perdieron.

—Es por eso que haré lo necesario para protegerlos a todos, si no iban a escucharme, esta es la única opción que me quedaba, ella no será capaz de moverse en un rato— comento Mamá—. ¡Ahora las cosas irán con normalidad hasta mañana!

—¿Mañana?—hablo débilmente.

—Así es, mañana, ahora no hagas un lío, Emma, quiero que celebres como cualquier buena chica lo haría, los de la central me contactaron, ¡Felicidades, Norman!, se ha decidido la fecha de tu envío.

La albina abrió la boca en señal de sorpresa, miro como Ray llegaba a su lado, la chica se quedó inmóvil, su mente quedo en blanco, empezaba ponerse nerviosa, aun cuando la mayor la miro con una sonrisa que si no conociera la situación, diría que es una sonrisa gentil, pero no, era la sonrisa de hipocresía que decía "te atrape". 

— Ahora, niños, ¡volvamos a la casa todos!

Tan pronto llegaron la albina corrió al solitario salón de música, callo al suelo de rodillas frustrada, ¿qué haría?, esa pregunta la frustraba, temía tomar una idea errónea.

Como si su cuerpo se moviera solo camino hacia la oficina de Mamá, su mirada era seria, toco la puerta donde por supuesto la mayor le abrió sonriéndole, esta paso quedándose en medio del salón.

—Veo que lo sabías, eres buena ocultándolo—comento la mayor.

—Quiero que me digas lo que sabes.

—Con que al punto— comento seriamente.

—Si me lo dices haré que ellos no escapen— declaro fríamente la albina.

—Que me asegura que no me estás traicionando...—fue interrumpida.

—¿Crees que estoy en la disposición para traicionarte, luego de que vas a enviar a uno de mis hermanos?—comento T/N.

—¿Qué quieres?— cuestiona Isabella.

—Simple, información, ya deberías deducir de qué.

— ¿Recuperaste la memoria?— eso, asombro a Isabella.

—¿Eso te preocupa?, no dire nada, pero quiero que me digas todo—exigió.

La mayor solo camino a su escritorio, de uno de los cajones saco lo que parecía una caja, se la entrego a la albina.

—Son cartas que llegaron desde que llegaste.

—De quien.

— De él...

Ante eso la menor se quedó inmóvil, apretó la caja con fuerza cosa que hizo sonreír con maldad a Isabella la cual se encaminó a la puerta.

Tú tienes la decisión...ahora si me disculpas, iré a dar un aviso.

Cerro la puerta dejándola sola, T/N se dispuso a ver el interior de la caja.

La última carta será jugada...

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𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 𝐑 𝐕 𝐀 | RayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora