𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 𝐑 𝐕 𝐀 | Ray

『 𝟎𝟑 』

»»————-　➴　————-««

En un bosque se encontraban corriendo una peculiar peli naranja y un albino, ambos corrían saltando la pequeña reja la cual estaba prohibido pasar, ambos parecían tramar algo, si de por sí, ambos ya sabían el oscuro secreto del lugar donde vivían, su plan de escape apenas iniciaba, pero eso no era todo, ya que Mamá sospechaba de que alguien ya sabia, ahora solo faltaba vigilar a los sospechosos.

El azabache miró como sus hermanos corrían al bosque, este cerro su libro y se dirigió a ese sitio, pero a lo lejos era observado por los ojos azules de la peculiar T/N, la cual dibujaba, pero el hecho de que Ray se levantara de su lugar, la hizo extrañarse.

— Oye Norman, ¿No crees que es tiempo de contarle a Ray?—pregunto Emma.

—Al principio pensaba lo mismo— contestó el albino—. Conociéndolo, no entrará en pánico, él es listo y también sabe mucho acerca de maquinaria, estoy seguro de que será capaz de ayudarnos.

Pronto este se queda pensativo.

—Yo hablaré con Ray— comento—. Deberías regresar por el momento.

—¿Por qué?, puedes decirme ahora mismo.

Ambos se exaltaron al escuchar la voz de cierto azabache el cual estaba sentado en una roca mientras sostenía su libro, con esa seriedad de siempre, tanto Emma como Norman voltearon a ver al chico.

—¡¿Ray?!— grito la peli naranja.

— Lo siento, los seguí hasta aquí.

Este se puso de pie cerrando su libro y recargándose sobre el árbol, la chica se exaltó.

—Me ha llenado la curiosidad, y estoy harto de ese punto— le entrega el libro a Emma.— Así que pensé que era hora de preguntar directamente.

Abraza a los dos por los hombros, los cuales se pusieron nerviosos ante eso.

—¿Qué paso en el portón?—cuestiona—. ¡Estaba claro desde el día en que vi sus expresiones aquella noche!, ¡Para colmo ambos regresaron con las manos vacías a pesar de que dijeron que no lo hicieron a tiempo!— reclamo.

—Eres tan acertado como siempre— murmuro el albino.

—¡No van a decirme que nada paso!, ¡Díganlo!

Unos minutos ambos le explicaron lo del secreto, ambos miraban las expresiones de azabache, el cual solo se limitó a sorprenderse sin exagerar, aún mantenía su compostura y sobre todo su seriedad, aun así decidió que ayudaría a ese plan.

Con lo que no contaban es que aquella mujer adulta vigilaba atentamente el sitio, miro de reojo como el azabache no estaba en su puesto, luego miro a otro lugar y la albina no estaba, su mirada se tornó seria, pero cuando empezaba a sospechar, miro como la albina salió corriendo del bosque con una sonrisa.

—¡Mira Mamá!— le mostró una flor—. Es una flor muy hermosa— sonrió.

—Es verdad, es muy linda—sonrió la mujer—. Por cierto T/N, ¿Sabes donde está Ray?

— No Mamá— respondió y miro el árbol—. Pensé que estaría ahí como siempre, ¿paso algo?

— No nada, ¿puedes jugar con los pequeños?—pregunta.

—¡Si T/N jugará con nosotros!— grito el energético Thoma.

—¡No nos atraparás!— grito corriendo un pequeño.

—¡Ya verán!— corrió para atraparlos.

— T/N, ¿puedes venir un momento?— hablo la adulta.

La albina asiente mientras deja su cuaderno y sus lápices sobre la cama y siguió a Mamá hasta donde estaban Don y Gilda.

—Espérenme aquí, iré por los demás— sonrió y se fue.

—¿Por qué Mamá nos llamaría?— pregunta Don al aire.

—Quizás quiere ayuda— respondió la albina.

Pronto bajo la madre junto con ese trío de amigos, todos miraron a la mayor.

—¿Por qué T/N, Don y Gilda están aquí también?—se preguntó Emma en su mente.

—¿Qué pasa, Mamá?— pregunta Don.

— ¿Podría pedirles a todos su ayuda con algunas tareas?— pregunto con una sonrisa.

Ya es el tercer día, pero todo lo que hemos hecho es organizar el suministro de comida, revisar cada sabana adicional en la casa en búsqueda de daños y limpiando algunos de los cuartos que ya no se han utilizado.

¿Así que ella les está robando el único tiempo libre del que disponen para realizar esas tareas al azar?, ¿acaso indirectamente al no darles tiempo para respirar está tratando que entren en pánico?...De cualquier manera aún no pueden quitarles ese sentimiento de que algo no está bien.

—¡¡Ughhh!!, ¡Quiero jugar!— grito el moreno.

Los demás se exaltaron para verlo quejarse.

—Chicos, ¿por qué nosotros?, ¿por qué solo nosotros?

Todos se quedaron en silencio, la albina que se encontraba limpiando las ventanas suspiro, es verdad, ella igual estaba cansada, por esas tareas no podía seguir dibujando o practicar piano, sobre todo que todo eso la agobiada, pues se sentía una tensión entre Mamá y ese trío, sobre todo también sentía la mirada de su madre y de ese azabache, cosa que la incomodaba.

—¿Por qué estamos siendo castigados? ¡No hemos hecho nada para merecer esto!— grito enojado.

— Don, cálmate— comento la albina.

—Don, ven acá y ayúdame un momento— hablo Gilda tomando el brazo de este—. T/N, ven con nosotros.

—Está bien.

Luego se alejaron caminando, pero la albina miro de reojo al trío, ella sentía que ellos se traían algo, incluso sospechaba de ellos, puesto que sus acciones empezaron a ser diferentes, incluso su Madre empezaba a comportarse extraño con ellos, la albina frunció el ceño pensando.

Mamá los puso a hacer cosas vagas, al mismo tiempo perdían tiempo, ¿pero por qué?, algo no andaba bien.

—Chicos, ¿no creen que Emma, Ray y Norman se comportan extraño?— dijo la peli verde.

—¿Extraño?, no lo creo.

—¿Por qué lo dices Gilda?—pregunto la ojo azul.

— Es que ellos han actuado raro desde que fueron al portón, aunque seguro son cosas mías, pero me preocupan— bajo la mirada.

—Oh Gilda, ellos están bien, seguro les duele lo de Conny— apoyo su mano en su hombro.

—Si seguro—sonrió—.Bien terminamos aquí, volvamos.

—¡Oigan!, ¡Dejen de perder el tiempo!, ¡Ustedes son los más viejos aquí!—grito Don.

—¡Oye!— dijo la albina indignada.

Es verdad ella tiene la misma edad que esos tres.

—¡Perdón, Perdón!— hablo nerviosa la oji verde—. ¡Apurémonos y terminemos con esto!

—Agh, ¿Tenemos que volver a hacer todo esto mañana?— se quejó el moreno.

Mientras la madre veía el interior de su reloj, miro de reojo las ventanas de la casa, pronto sintió como una pequeña manita tomaba la suya, sus ojos se posaron en dos niños pequeños.

—¡Oye, Mamá!, ¿Cuándo terminarán Emma, T/N y los demás con los deberes?— pregunta el tierno Phil—. ¡Ya quiero jugar con Emma y T/N!

—¡¡Yo también quiero jugar con T/N y con Norman!!

—No se preocupen— acaricio sus cabezas—. Hoy es el último día en que me van a ayudar— cerro su reloj.

Pero a la mañana siguiente, todos miraban a su madre cargando a una pequeña y a otra adulta de tez morena que sonreía con alegría, el peculiar trío quedo asombrado y temerosos, por otro lado la albina los miro de reojo con seriedad, para luego girar su cabeza con una sonrisa, vio como la mayor tenía la mirada puesta en ella, T/N le dio una sonrisa "amigable" cosa que la otra se lo devolvió.

Los atrapo...

»»————-　➴　————-««