𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 𝐑 𝐕 𝐀 | Ray

【 𝟐𝟒 】

»»————-　⚜　————-««

Una joven se encontraba en su alcoba pensativa, había sido informada de lo que había pasado con la nobleza de demonios, tenía por la seguridad de sus hermanos, aún más cuando parecía que los guardias les pisaban los talones, ahora más que nunca tenía que tener su plan en marcha, se había cansado de simplemente ver las cosas seguir sin hacer nada, pero está vez no sería así.

Su plan era algo secreto, qué bueno, no era reciente, lo pensó mucho antes, pero nunca quiso ser capa de hacer algo por el temor que tenía, si, aún comportándose de forma analítica frente al señor Ratri, aún seguía siendo una niña, aún quería jugar, divertirse, reír y soñar, pero en esta situación debe comportarse de forma madura, es un juego de vida o muerte.

Sintió un mal presentimiento, la puerta se abrió fuertemente dejando paso a un hombre de traje blanco, T/N se colocó de pie, con temor retrocedió un poco al ver cómo guardias armados entraban a la habitación, y eso no significaba algo bueno, el rostro de Peter mostraba seriedad algo que hizo temblar a la chica.

—¿Creíste que ibas a burlarte de mí? ¿Crees que soy estúpido para no darme cuenta?— exclamó fríamente.

—¿De qué habla?— cuestionó confundida.

—Eres solo una niña, que debe obedecerme a mí, aún pensé que sabías tu posición, pero aún sigues teniendo corazón para esos niños ganado— gruño molesto.

—¿Y eso qué?

—¿Creíste que me ibas a traicionar?

Ante eso la chica se sorprendió, un soldado trajo a un hombre vestido con una bata blanca, este estaba malherido, sangrando de su boca y nariz, bajo la mirada, el señor Ratri, tomo su cabello con brusquedad haciendo que mirara a la joven albina.

—Él me lo dijo todo, te traicionó, parece que tenías algo muy planeado— su burlo—. Eres solo una niña a lado mío, no sabes pensar en plan.

—Bueno lo sabes, te felicito— dijo irónicamente—. Puedes hacer lo que quieras, pero te hundirás en tu desgracia, nadie olvida lo que has hecho, ¿cómo te a través a traicionar a tu propia raza?— gruño molesta.

—No quiero sermones ahora—comento molesto—. Solo vengo a decirte que esto es un adiós, fuiste clave para mi victoria, sin embargo tu utilidad ya no es necesaria.

En ese momento los hombres armados la rodearon apuntándole con las armas, la chica entro en pánico, esta temblaba un poco mientras miraba a todos, su mirada vio la sonrisa maliciosa de aquel hombre, esta apretó puños y se colocó firme, estaba molesta, asustada, pero no dejaría que esa debilidad la viera él, no dejaría que él se fuera con el triunfo.

—Ahora gracias a mi equipo encontramos el refugio de los niños ganado—sonrió con maldad.

La chica abrió sus ojos con sorpresa, irían por ellos, los matarán, no podía dar una señal de auxilio, solo le quedaba esperar a que ellos solucionaran todo, otra vez se sintió inútil, apretó sus dientes tensando su mandíbula, camino un poco estando a unos metros más cerca de aquel hombre.

—¿Estás feliz?—cuestiono con seriedad.