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pov's kim dahyun

Estaba segura que esto ocasionaría problemas más tarde, más de los que tengo últimamente. Pero esta vez fui precavida y le envié un mensaje a la abuela diciendo que estaría con una amiga estudiando para nuestros exámenes, posiblemente no sea tan estúpida y no me crea nada de lo que digo, o en caso contrario es tan tonta que mis palabras son creidas por ella. De todas formas, aquí estoy, tras salir de la escuela vi su auto estacionado un poco lejos del resto, me subí sin dudarlo, inconscientemente la felicidad me invadió al notar que su interés estaba en en mi, tras besarla nos llevó a su departamento, donde estamos ahora.

Sentada sobre su regazo, abrazando su cuello mientras el olor a tabaco inunda la oficina, comencé a besar su cuello, era imposible de no hacerlo estando en esta situación.

— DaHyun... —me detuvo, terminó su cigarrillo aplastandolo contra su cenicero, expulsó lo último de humo y me observó desde abajo. Pegué más mi trasero a su miembro, con el deseo de ser tocada una vez más por sus milagrosas manos — te vez más delgada.— dijo, bajando su vista por mi cuerpo.

— Puede que haya bajado de peso. — confundida mire su reacción — ¿Es algo malo?

— Estas en los huesos. — no espere que ella se removiera de su asiento, quitándome de encima, estando ambos de pie me obligó a sentarme donde antes estaba ubicado —¿Qué desayunaste hoy?

Desvíe mi vista, ella lo sabe, sabe que no comí nada, ni ayer ni antes de ayer, ni los otros días. Solo tomo los jugos proteicos de la abuela y alguna fruta en el día, las cenas llenas de comida grasosa que disfrutaba con mi madre ya no existe. Y esa yo que tenia un rostro regordete con unos muslos algo más grandes que el resto de las chicas ya desapareció. Pude notar los cambios por los que pasaba mi cuerpo, llevaba mi ansiedad al extremo. Llena de vergúenza cubrí mi rostro mientras las lágrimas amenazaban con llegar, ¿Qué es lo que me pasa ahora mismo? Sentí su mano acariciar mi cabello con compasión.

— No puedo hacerlo, me siento horrible, quisiera ser más atractiva...

— Ya eres linda.

— Pero no como ella. — admiti.

Quité mis manos de mi rostro ante el silencio que nos inundó, aún con las lágrimas en mis ojos la observe desde abajo. Tensa.

— ¿Vas a seguir con las malditas comparaciones, Kim DaHyun?

— Yo...

— ¡Olvida una vez ese tema, simplemente sigue adelante sin pensar en tu madre! — su voz elevada me estremeció, intimidada seguí llorando mientras ella solo decía lo que pensaba, de una manera más brusca de la que a mi me gustaría.

Soy algo sensible, lloro con facilidad.

— ¿¡Por qué no admites que te gusta más ella que yo!?

— ¿¡Y qué ganas con que yo diga eso!? ¿¡Seguirás muriendote de hambre!?

Nada, no ganaba nada más que inseguridades.

— Olvídalo, me iré a casa. — dispuesta a irme me levanté de la silla, caminando hacia la puerta, su mano tal como esperaba rodeo mi brazo, obligándome a detener el paso — Sueltame.— las informalidades ya no existen.

— Deja el drama y vuelve a sentarte. — ordenó.

𝐍𝐞𝐞𝐝 𝐓𝐨 𝐊𝐧𝐨𝐰 ✮ DahMoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora