Llevo rato tendido en la cama pero la lluvia que azota mi ventana no me permite dormir. La cola de mi gato me acaricia los pies. Él le teme a los truenos tanto como yo. Las tormentas siempre me han puesto muy nervioso. Ésta no tiene pinta de acabar pronto. Un relámpago me espanta y me oculto bajo mi cobija. Cuando se escucha el sonido estridente del trueno, aprieto los dientes y los párpados tanto como puedo. Mi gato empuja la puerta y se cuela hábil en mi cama. Que raro. Sentí hace poco algo peludo a mis pies. Juraría que había sido la cola de mi gato, pero al parecer él estaba fuera. Otro trueno.
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No intentes esconderte
ContoSegunda colección de microcuentos varios de Imber Bles ✌🏻🍁.