Baby love

Progresando.

Kim estaba en el salón había llegado temprano esperando a Chay.

—Vaya creí que sería el único aquí— Chay dejo su mochila en su asiento predilecto.

—Se que te gusta llegar temprano y tengo esto para ti— Kim le entrego un estuche de guitarra

Chay se quedó mirando el estuche y después vio a Kim.

—No puedo aceptarlo—

Kim comenzó a entrar en pánico no se esperaba esa reacción de parte de Chay.

—Oye descuida es solo para que puedas practicar tus letras— Kim aún sostenía la guitarra frente a él.

—Kim esto es demasiado— Chay se sentía incómodo.

—Esta bien no te la quedes pero almenos usala, cuando se termine el proyecto la devuelves— Kim negocio.

—Solo mientras dure el proyecto— Chay la acepto por fin y Kim se sintió aliviado.

—Bueno está noche iré a tu casa, quiero ver los avances—

Chay asintió.

....

—Sube más el índice— Kim tocó el dedo de Chay para colocarlo en una buena postura.

—Aun estoy acostumbrandome— Chay soltó su mano dejándola descansar en la curva de la guitarra.

—para ser la primera semana progresaste bastante— Kim le quitó la guitarra y comenzó a afinarla.

Chay lo observó, realmente le quedaba bien ser un artista.

Levantó la mirada  haciendo una conexión con los ojos de Chay, ambos retiraron la mirada apenados.

—No tienes hambre?— Kim colocó la guitarra en el sillón de manera que no pudiera caer.

—Si hemos estado horas ensayando— Chay se levantó del sillón y camino hacia la cocina.

Abrio los cajones mientras buscaba que preparar pero por el nerviosismo unos frascos de vidrio cayeron y se reventaron en el piso haciendo que se encajara algunos fragmentos en sus pies.

—Chay"!— Kim corrió hasta el y vio la sangre salir de sus pies, rápidamente reacciono y lo tomo en sus brazos cargándolo como una princesa.

—Kim estoy bien— Chay trataba de tranquilizar a Kim que evidentemente estaba asustado.

—Estas sangrando"!— Kim hablo alterado.

—Kim...— Chay le estiró la camisa al ver que iba a levantarse para detenerlo, haciendo que ambos cortaran la distancia y estuvieran en una posición bastante comprometedora.

Sus ojos bajaron hasta los labios del contrario.

Kim levantó la mirada no lo soporto más y comenzó a besarse con Chay.

Chay no se negó y ambos comenzaron a recostarse poco a poco sin separar sus labios.

Sus corazones latían con tanta fuerza que podían sentirlo en sus orejas.

—Kim...— Chay intento respirar.

—Perdon...— Kim separó sus labios pero seguía encima de Chay.

—Sabes mis pies aún sangran...— hablo Chay mientras señalaba sus pies.

—Mierda lo olvidé"!— Kim se levantó apresurado para buscar el botiquín.