𝟓. Código rojo.

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A mitad de camino se nos hizo de noche, Jason aparco el coche entre los árboles, habíamos llegado a Coal Mill Road. Nos bajamos del vehículo y fuimos a la parte trasera de este, Jason abrió el maletero, dejando ver todo lo que nos podía servir como arma a nuestra vista, además había varias linternas. Sin decir nada, cogimos cada uno una cosa y nos movimos a la parte delantera del coche para que los faros nos iluminasen.

—Si Sinclair tiene razón, el bicho raro se esconde aquí —explicó Jason para luego trazar una equis en el suelo—. Avanzaremos juntos por el bosque, Patrick y Andy, vosotros os separaréis, iréis por aquí —con lo que tenía en la mano hizo una línea desde la equis hasta el otro lado de la tierra—. Sinclair, Harrington y yo seguiremos avanzando y lo flanquearemos por completo, se cagará del susto.

Los demás asintieron y terminada la charla, Jason clavó el palo en el suelo. Los cuatro nos encaminamos hasta la casa que se encontraba no muy lejos de allí. Después de un rato de caminar, Jason se giró hacia Patrick y Andy, y con la linterna les indicó que fueran por el camino de la derecha, y eso hicieron. Nosotros seguimos tirando recto hasta llegar a la puerta principal, que Jason abrió de par en par de una patada, entró agresivamente al hogar —esperando encontrarse a Eddie—, mientras apuntaba con la linterna a los rincones más oscuros, pero no sirvió de nada. Allí no había ni rastro de McKinney, solo nos encontramos frente a frente con los jugadores que se habían ido por la izquierda hacía poco.

—¿Dónde estás, bicho raro? —le preguntó al aire.

Dio unos cuantos pasos hasta otra puerta a la que también le dio una patada para abrirla, pero allí dentro no había nadie. Se dio la vuelta y le preguntó a Sinclair mientras le apuntaba con la linterna: "¿Seguro que Eddie está aquí?". A lo que este le respondió entrecerrando los ojos: "Sí, segurísimo". La conversación finalizó con un: "Vale, miraremos por atrás" de parte de Jason. Lucas y yo nos quedamos en la sala de estar de la casa, yo iba iluminando algunas cosas, cuando supe que Jason y los otros dos estaban algo alejados, dije:

—¿Tienes un plan, verdad?

—Sí, ¿tienes una buena resistencia? —preguntó.

Yo me encogí de hombros.

—Depende, ¿qué piensas hacer?

—Sígueme.

Lucas salió de la casa y caminó a paso rápido hasta el coche.

—¿Qué tal se te da correr?

—Bien, supongo —él asintió—. Espera, ¿hasta dónde quieres ir corriendo?

—Hasta mi casa.

—¿¡Hasta tu casa...!?— Lucas me puso su mano en la boca para que me callara.

—Sí, y si esperamos más tiempo vendrán a buscarnos, ya sospechan de nosotros desde que estuvimos en casa de Dustin, y no creo que les agrade mucho que les traicionemos, así que vamos —comenzó a correr—. Allí cogeremos las bicis.

Los dos echamos a correr a una velocidad que no creí jamás llegar a conseguir. Salimos del bosque y llegamos a la carretera, por suerte, a esa hora no pasaba ningún coche, por lo que pudimos ir por todo el medio. Si mis cálculos no fallaban, su casa estaba a tres kilómetros lejos de donde nos encontrábamos, cogeríamos sus bicicletas e iríamos al instituto. Para mi suerte no fue ningún problema ir corriendo, pero cuando llegamos y empezamos a pedalear, yo sentí que mis piernas dejaban de estar ahí, las notaba dormidas y no las podía controlar. Necesitaba un descanso, pero ya. Afortunadamente, llegamos más rápido de lo que pensé, nos bajamos de las bicis y las dejamos en cualquier lado tiradas. Incluso estando ya allí, lejos de Jason y los demás, Lucas no dejó de correr, yo claramente, le seguí el paso. Abrió la puerta del pasillo principal y lo recorrimos entero, estábamos buscando a Dustin, a Max y a mi hermano, pero no había rastro de ellos. Cuando doblamos una de las esquinas pude ver a Steve con algo de hierro, él comenzó a gritar, Lucas hizo lo mismo, en ese momento, supe que ya no iba a correr más.

𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 [𝘖𝘭𝘪𝘷𝘦 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘪𝘯𝘨𝘵𝘰𝘯]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora