𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 [𝘖𝘭𝘪𝘷𝘦 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘪𝘯𝘨𝘵𝘰𝘯]

𝟏𝟒. El número cuatro.

Nos alejamos de la caravana de Munson, y fuimos a casa de Max para tranquilizarnos, una vez allí, Wheeler comenzó a contarnos lo que había visto, lo que Vecna le había enseñado.

—Él me mostró cosas que aún no han pasado. Cosas horribles —Nancy se quedó callada por un momento—- Vi... una nube oscura que cubría Hawkins. El centro estaba en llamas, había soldados muertos, y una... criatura gigantesca con la boca abierta, y no era la única, había muchos monstruos, un ejército, y llegaban a Hawkins. A nuestros barrios, a nuestras casas, y entonces... me mostró a mi madre y a Holly, a Mike, y, todos estaban... —de sus ojos salieron lágrimas, impidiéndole continuar.

—Vale, pero... —habló Steve, los demás le miramos—, solo quiere asustarte, Nance, ¿verdad? No es real.

—De momento —contestó ella—. Por eso... no es todo, me mostró portales, cuatro portales, se extendían por Hawkins, y esos portales se parecían al de la caravana de Eddie, pero crecían sin parar. Y no era el Hawkins del Mundo del Revés, ese era nuestro Hawkins, nuestro hogar.

—Suena cuatro veces —dijo de pronto Max—, el reloj de Vecna, siempre suena cuatro veces, exactamente.

—También lo he oído —comentó Nancy.

—Nos ha estado contando su plan.

—Cuatro asesinatos, cuatro portales, el fin del mundo —explicó Lucas.

—Si eso es cierto... solo falta uno —explicó Dustin.

—Ay, Dios —Eddie se quejó.

—Vuelve a llamar —le ordenó Steve a Max.

Ella fue hasta el teléfono, apretó los botones y se llevó el aparato a la oreja, nos quedamos expectantes viendo si ella hablaba, o si nos decía algo.

—¿Hay suerte? —preguntó Dustin luego de un rato.

—No, siempre comunica —dijo.

—¿No habrás marcado mal? Llama otra vez —le indicó mi hermano.

—No he marcado mal.

—Pues no sé.

—Ella sabe usar el teléfono —la defendió Dustin.

—Pero se puede equivocar, digo yo.

Max seguía al teléfono, de pronto, colgó y se giró a nosotros.

—Nada, igual.

—¿Cómo es posible? —cuestionó Dustin—. Joyce no suelta el teléfono por el trabajo, Mike no deja de quejarse.

—Ya, pero lleva tres días comunicando —señaló la pelirroja—. No puede ser Joyce, es imposible, algo va mal.

—Tiene razón, no puede ser casualidad —la apoyó Nancy—. Lo que está pasando en Lenora tiene que ver con todo esto, estoy convencida —Wheeler se aproximó a la ventana—. Pero Vecna no les hará daño, no si está muerto —se giró hacia nosotros—. Tenemos que volver al Mundo del Revés.

Steve y Eddie comenzaron a quejarse, mi hermano se levantó y se acercó a ella.

—Piénsalo —dijo.

—¿Qué hay que pensar?

—Hemos salido de milagro —explicó.

—Porque no fuimos preparados, pero esta vez llevaremos armas y protección, cruzaremos el portal, lo encontraremos y lo matamos.

—O él a nosotros. La única razón por la que has sobrevivido es porque él lo quiso así, no nos tiene miedo —le soltó Steve.

—Y con razón —Robin se levantó—. Nos equivocamos con Vecna, Henry, Uno. Perdón, ¿cómo lo llamamos?