𝟏𝟑. "Hola".

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Después de ese encuentro con los demás en el más allá, nos pusimos en movimiento para intentar comunicarnos mejor con ellos. Lucas entró al salón, donde Holly se encontraba y le desenchufó el juguete con el que estaba jugando, ella se quejó, Dustin entró corriendo y se lo llevó, Lucas cogió algo más y Erica poco tiempo después le entregó una chocolatina. Subimos al piso de arriba y entramos en la habitación de Nancy, allí, nos dispusimos a colocar todas las mini lucecitas en el juguete. Tardamos más de diez minutos en tenerlo todo preparado, y eso que éramos cuatro, no me podría imaginar que hubiera pasado si solo hubiera sido una persona la encargada de poner todas las bomibillitas.

—Vale, ya está. Dale —ordenó Dustin.

Yo me levanté del lado de Lucas y conecté el cable al enchufe, regresé a su lado. Toda la pantalla se iluminó de diferentes colores.

—Chicos, ¿lo veis? —preguntó al aire.

Al segundo, todo se iluminó aún más, estaba pasando lo mismo que con la lámpara.

—¡Hostia! —gritó Erica.

Henderson se rio fuertemente y nos abrazó a todos, bueno, hasta donde le llegaban sus brazos.

—Vamos a desenchufarlo, esperad.

Regresé de nuevo al enchufe y lo desconecté.

—Probad ahora.

Me posicioné otra vez al lado de Sinclair. En la pantalla, ahora apagada, apareció una raya en vertical, parecía que iban a escribir algo, poco después se pudo leer: "Hola", la palabra, posteriormente desapareció, y al segundo, apareció otra nueva, letra por letra, se pudo formular la palabra "Atrapados".

—No pueden salir del Mundo del Revés —aclaró Lucas.

—Ya.

—¿No podéis volver por el portalago? —preguntó Dustin.

De nuevo, las luces se encendieron, mostrando la palabra "Vigilado".

—¿Vigilado? El portal estará vigilado —dijo Henderson—. Tenemos una teoría que igual nos sirve —alzó la voz—. El portalago no es el único portal, hay portales donde ha habido víctimas.

Después de su explicación, en la pantalla apareció un signo de interrogación, Dustin se quejó, debido a que no pensaba que su aclaración no había sido tan complicada. Un rato más tarde, Henderson les dijo que nos encontraríamos en la caravana de Eddie, ya que allí, según su hipótesis, habría un portal. Dustin bajó para ver si encontraba a Max, afortunadamente, la habían dejado salir en ese momento. Al subir, le explicaron brevemente lo que había pasado, y que debíamos ir a las caravanas de Kerley. Como no podíamos irnos por la puerta principal sin que parezcamos sospechosos, nos escapamos por la ventana de la habitación de Nancy. Una vez ya todos en el suelo, fuimos a por las bicis, no seríamos capaces de ir corriendo. Había bicicletas de sobra, no sé si era porque Mike las coleccionaba o porque sus amigos se las dejaban en el garaje. Con las bicis en las manos, transportándolas corriendo, oímos detrás de nosotros el grito del señor Callahan, obviamente, no nos paramos. Erica le pinchó la rueda al coche de policía con un destornillador, y ahí fue cuando nos subimos a las bicis. Pedaleamos lo más rápido que pudimos, y aunque la policía no sabía que iríamos a la casa de Eddie, decidimos evitarnos desgracias. Llegamos después de cuarenta minutos pedaleando, una vez allí, a todos nos dolían las piernas. Rápidamente, abrimos la puerta y miramos hacia el techo, la abertura era grande, y se podía ver una capa de color rojo tapando lo que podía haber al otro lado. Dustin cogió un palo y lo extendió al agujero, comenzó a moverlo de izquierda a derecha para quitar la capa de aquella cosa viscosa. Poco tiempo después, vimos como Nancy, Robin, Steve y Eddie estaban al revés, al otro lado del hoyo. Les saludamos con la mano, y ellos hicieron lo mismo, las sonrisas en sus rostros se me quedarían grabadas por el resto de mi vida.

Entre Lucas y yo pudimos mover un colchón algo sucio y mugriento, Max lo puso recto, calculando que cuando ellos saltasen caerían allí. Dustin y Erica hacían nudos a una de las múltiples sábanas que encontramos por ahí tiradas. Henderson se acercó al agujero con la cuerda provisional.

—No sé cómo funcionará esto —comenzó a decir—. Pero... allá vamos.

Las sabanas cruzaron el portal, cayendo al otro lado.

—Perfecto, si mi teoría es correcta... —dijo.

Aún tenía la cuerda en las manos, y, después de decir aquello la soltó, la cuerda se quedó flotando en el aire, fue algo increíble de ver.

—¡Tirad a ver si aguanta! —exclamó.

Robin lo hizo, y al parecer, no se movió ni un pelo, la cuerda se quedaría allí, colgando. La primera en bajar, o subir, dependiendo de la perspectiva en la que se vea, fue Buckley. Nos apartamos un poco para dejarle espacio, por si se chocaba con alguno de nosotros, mientras ella bajaba, me puse a pensar en lo raro que sería aquello. Afortunadamente, la chica cayó bien en el colchón. El siguiente fue Eddie, y como la castaña, descendió hasta nosotros. La siguiente parecía ser Nancy, pero cuando todos creímos que subiría, no se movió de su sitio, Steve la sacudió con todas sus fuerzas, pero ella no reaccionaba.

—Vecna... —susurré. 

Rápidamente, nos fuimos en busca de la canción favorita de Nancy, abrimos cajones, cajas y todo tipo de cosas en busca de algún casete, pero en la habitación de Eddie solo había heavy metal y rock. Erica entró de pronto al cuarto, gritando que nos diéramos prisa.

—¡No jodas! —exclamó Dustin.

—No hay nada —comenté.

—No encontramos nada —dijo Max.

—¿Qué es toda esta mierda? —se quejó Robin.

—¿Qué se supone que estáis buscando? —preguntó Eddie.

—Madonna, Blondie, Bowie, Beatles —comenzó a nombrar la castaña—, ¡necesitamos música!

—¡Esto es música! —gritó exaltado Munson mientras le cogía los casetes.

—¿No tienes música más suave? —cuestioné.

—¿Más suave...? —repitió mientras se giraba hacia mí—. No, no tengo música suave, Harrington. Como no quieras una sinfonía de Beethoven, Olive, no te puedo dar nada.

Yo rodé los ojos, fui con mi hermano, para ver si de algún modo la podíamos despertar sin música, aunque, si seguíamos así, Nancy acabaría con las extremidades rotas y los ojos por dentro de su cabeza, no quería verla así. Steve seguía diciéndole que estaba allí, que no se fuera y la sacudía de un lado al otro, sé que eso era inútil, pero de verdad estaba rezando para que funcionara. Al parecer, mis plegarias funcionaron, ya que de pronto Nancy cayó hacia atrás, siendo agarrada por mi hermano, los dos cayeron al suelo, Wheeler hiperventilaba y Steve la comenzó a ayudar, calmándola. Rápidamente, avisé a los demás, que vinieron corriendo, bastante aliviados por saber que Nancy estaba bien. Con la ayuda de mi hermano y la de Eddie, la castaña subió por la cuerda y terminó de pie en el colchón, todavía estaba en estado de shock, por lo que un golpe fuerte sería demasiado duro.

𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 [𝘖𝘭𝘪𝘷𝘦 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘪𝘯𝘨𝘵𝘰𝘯]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora