𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 [𝘖𝘭𝘪𝘷𝘦 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘪𝘯𝘨𝘵𝘰𝘯]

𝟏𝟎. Vayamos a Mordor.

Llevábamos un buen rato caminando, Dustin nos guiaba, y aunque fuese un genio con las brújulas, no parecía que se le diera muy bien orientarse. Yo me encontraba al lado de Max y de Lucas, este no había dicho palabra desde que nos enteramos de que McKinney falleció, claramente me preocupaba. Al parecer, Steve se había cansado de dar vueltas como idiota, por lo que él nos empezó a dirigir hasta Rocalavera.

—Espera, ¿ahora vamos por aquí? —comentó Max—. Como nos perdamos... —se quejó.

—Al menos espero no llegar allí de noche —contesté.

Miré a Lucas preocupada, luego volví mi vista hacia Mayfield, ella me miró, luego a Sinclair.

—¿Estás bien? —le pregunté.

—Sí, estoy bien, solo... Pensaba en Patrick ¿sabes?

—Ya.

—A ver, ¿por qué, él? Recuerdo que un día vino a entrenar con un ojo morado, dijo que se había caído, pero estaba claro que mentía —dejamos de caminar—. Es como si Vecna fuera a por gente a la que le pasa algo en la vida, algo que...

—Les hace daño —le interrumpió Max—. Los atormenta.

—Un trauma —dije.

—Sí —afirmó—, no conocía mucho a Patrick, así que no me costó mirar para otro lado y tal. Pero a tí sí que te conocía —habló dirigiéndose a Max—, y lamento no haber estado a tu lado.

—No es culpa tuya, desaparecí.

Lucas negó con la cabeza.

—No, no desapareciste —Sinclair paró antes de continuar hablando—, no me esforcé en buscarte, ¿sabes? Pero ahora te veo, te veo.

Max le sonrió y seguimos caminando, en toda esta conversación no pude parar de pensar en si lo mejor hubiera sido marcharme, Lucas le estaba diciendo literalmente lo que sentía, y yo estaba un poco en medio, si es cierto que me aparté para que hablasen un poco mejor y que no tuvieran que preocuparse por si yo les cortaba el rollo. Suspiré pesadamente. Al parecer a Max se le habían desatado los cordones, le dijo a Lucas que siguiera caminando y me pidió que yo me quedara, ya que teníamos cosas de las que hablar. Me quedé pensando en que serían esas cosas, mientras ella se ataba los cordones. Vi como Lucas seguía caminando, al paso que íbamos nos ganaría hasta una tortuga.

—¿De qué querías hablar?

—Quería pedirte disculpas —Max se terminó de atar los zapatos.

—¿Disculpas de qué?

—Te traté fatal —comenzó a decir—, me preguntaste si estaba bien a pesar de que no nos conocíamos, y yo te hable mal, por lo que lo siento mucho.

—No tienes por qué pedirme perdón, lo estás pasando mal y es comprensible que no quisieras hablar —le sonreí.

—Además, te tenía un poco de manía, pensé que serías la típica chica creída que actúa diferente cuando hay chicos delante.

Yo me reí a carcajadas.

—¿Yo? ¿Actuar diferente? —me seguí riendo.

—Sí, lo siento, te juzgué mal y por ese motivo te hablé así —se frotó el brazo con su mano—. Y tampoco te hice una carta por eso.

—No necesito ninguna carta, con que ahora seamos amigas me basta.

—Nunca llegué a pensar que podríamos ser amigas —me confesó.

—Sinceramente, yo tampoco.

Robin nos pegó un grito, al parecer Steve había encontrado la Rocalavera. Fuimos corriendo con los demás, atravesamos unos arbustos y nos encontramos frente a frente con Eddie.