cap 8

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Al volver a casa guarde la moto y subi al dormitorio en silencio,  me duche, organice algunas cosas para mañana cuando noté las heridas.

Seguía teniendo la cabeza en otra parte, fui al espejo con el botiquín para ver mejor las heridas.

Mi labio se veía terrible, y tenía un corte cerca del ojo en la mejilla. Mis nudillos estaban rojos y tenían heridas también, levanté el poleron para ver si tenía alguna herida en el estómago o la espalda.

Y si se preguntan, como no sentí el dolor cuando me bañe, no lo siento. Perdí el sentido del dolor luego del golpe en la cabeza y las pastillas.

No sentía las heridas, apenas ardía un poco mi labio. Lo demás nada.

Cómo pude me hice unas curitas, mañana ocuparía una mascarilla. Eso sería suficiente para  la herida del labio y sobre mis manos solo bajaría un poco más el poleron.

Apague la luz y me fui a dormir. Había Sido un día demasiado largo.

Pasaron dos días tranquilos, le dije a Draken que estaba algo resfriada y por eso ocupaba la mascarilla hasta en casa.

Incluso cuando arreglaba las motos, no me quite la mascarilla y dónde estaba con guantes todo el tiempo no había visto mis manos.

-Mmm aoi, ve a regresar esa moto, esto no es un basurero- apunto a la yamaha, era una belleza pero el dueño nunca volvió ni pago por ella.

-Bueno- deje el sándwich en la mesa y subí para buscar un poleron, andaba con el traje de mecánica. No me lo iba a cambiar solo me pondría un poleron encima del peto y taparía mis nudillos claro.

Aunque creo que Draken ya sospechaba algo, comia a escondidas de el. Y andaba cubriendo mi rostro casi siempre.

Tome las llaves y encendí la moto, está rugió, me puse el casco antes de salir, fue triste pero tuve que comprar otro casco dónde destroce el otro.

Tenía que cuidarlo, los cascos de calidad eran bien caros. Aparte este era bien bonito.

Fueron unos 20 minutos de viaje, hasta que llegue a unos departamentos. Baje de la moto, aunque estaba algo maltratada por fuera, le habíamos hecho una mantención y hasta arreglamos sus fallas.

Y todo por qué era toda una joya.

Claro que a Draken no le justo por qué fue gratis.

Me quite el casco, peine mi pelo hacia atrás como de costumbre, me puse la mascarilla y camine hacia los departamentos. Subí unas escaleras hasta llegar al segundo piso.

Fue ahí que llegue al número 29, ahí vivía el dueño, solo que estaba todo cerrado y descuidado. Toque el timbre pero nadie abrió. Golpeé la puerta y nada.

-Esta buscando a kai-san?- escuché una voz detrás de mi, me gire y había una mujer ya de edad.

Asentí recordando el nombre del señor.

-El ya no vive aquí, se fue por las deudas- fue todo lo que dijo y siguió su camino.

En ese caso había perdido el tiempo, era algo extraño que se hubiera ido así sin más, cuando mire por la pequeña ventana, detrás del vinilo se veía todo amoblado.

Vi poco pero estaba segura que estaba hasta su hervidor.

Igual no era mi problema.

Baje las escaleras, subí a la moto y me quite la mascarilla para ponerme el casco, cuando resivi una llamada.

Era un número desconocido. Conteste pensando que era minari o algo de koruhara.

- Aló?- dije seca, lo que sea que me querían decir, que fuera rápido.

mikey/sano manjiro [fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora