cap 4

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No creo que nunca hubiera estado preparada, para dos funerales. En realidad para un cambio tan drástico.

En las que no estuve presente y no pude hacer nada. Para mí fue un pestañeo, hace unos segundos estaba en navidad, en una iglesia con un loco católico. Pero el tiempo me jugó una mala pasada, por qué este no se detiene, por nada ni por nadie.

Para mí había sido demasiado ya.

Quería, necesitaba agarrar un botón y ponerle pausa a toda esta locura, algo así como, quieres seguir continuando? O si quieres te adelantas este episodio. Lo que sea mientras me deje en descanso.

Aún sin más me sentía impotente por no poder hacer nada. Y como un martirio en mi cabeza pensaba que el tiempo no se podía retroceder.

Lo que estaba hecho, hecho estaba.

Aún así no lo acepté.

-SALGAN!- el florero se hizo trizas, takemichi y Hinata retrocedieron. Draken y ellos intentaban calmarme.

-Aoi, tranquilízate- negué a la súplica de Draken, se notaba nervioso, claro yo estaba sin pantuflas y a mi al rededor de encontraba todo el desastre que había hecho. Ellos se habían armado de paciencia todo este mes, pero había sido inútil.

Mis heridas físicas habían sanado pero solo esas.

Mentalmente me encontraba en la mierda.

Los doctores habían dicho que necesitaba tiempo, claro tiempo y unos calmantes. Ninguno se atrevía a decirme a la cara que estaba loca. Dijeron que era un colapso.

Avance a los vidrios rotos del florero y el más grande que ví lo sostuve con mis manos.

-SALGAN, quiero estar sola!- los apunte con el vidrio- no quiero que me toquen, Y NO QUIERO ESOS MALDITOS CALMANTES

Mi respiración estaba errática, no era la única nerviosa, era una escena, si eso era lo que estaba haciendo.

Montando una escena como toda una loca.

-Por la mierda Aoi suelta eso- negué con la cabeza, por qué era tan difícil estar sola, no quería a nadie a mi alrededor y no quería esos malditos sedantes.

-No lo haré- sentí como mi agarre aumentaba y me cortaba en el proceso.

Y fue en eso en que llegaron las enfermeras.

-Aoi-san, porfavor cálmate si, hemos hecho esto antes- parecía que estuviera todo el maldito hospital en la habitación.

-SAL!- camine entre los vidrios y me comencé a acercar a la ventana, en la esquina de la habitación. Me sentía tan apresada por todos- Solo, Solo déjenme-

Pero claro que no lo hicieron, ví la disculpa en la mirada de Draken, como sacaban a hinata y a takemichi que apenas decía algo últimamente.

A la fuerza me sometieron. Grité, patalee, tire golpes por todos lados, lloré. Hasta que sentí un pinchazo en la cadera.

Supe de inmediato que era calmante, perdí mis fuerzas, todo me daba vueltas y quería vomitar. Aturdida hasta que todo se fue a negro. Y esos eran mis días en el hospital.

Cómo la comida me sabía a mierda, no comía.

Yo quería probar la comida de mi abuela.

Yo quería ver la misma película de Leonardo di caprio con la abuela.

Quería llegar cansada de clases y el trabajo, y poder dormir a su lado mientras apaga la estufa que tanto ocupaba.

Y era por eso que no me gustaban los sedantes, me hacían pensar en muchas cosas.

mikey/sano manjiro [fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora