Aren.
—¡Explícame qué es lo que pasa! —suelto en dirección de Zaak quien camina de un lado a otro con su teléfono en mano.
Todo lo que ha pasado desde que desperté sigue presente en mi cabeza. La pantalla de mi oficina emite las noticias de New York en donde no se privan de hablar de mi supuesto compromiso con mi secretaria.
Paso una mano con desespero por mi rostro cuando mi celular no se detiene de sonar emitiendo llamada tras llamada y un sinfín de mensajes; desde mi madre, mis hermanas, Brian y más personas de mi familia paterna que viven en Canadá hasta los magnates que tengo como amigos e incluso algunos socios y clientes.
Mi familia me ha llenado de mensajes preguntando si lo que se dice es cierto; los magnates que conforman mi círculo social se burlan y preguntan qué es lo que sucede mientras mis clientes y socios me llenan la bandeja de felicitaciones y buenos deseos para mi supuesto matrimonio.
Esto es una absoluta mierda.
—No se sabe aún quién ha filtrado esa nota —Zaak habla después de algunos minutos—. Todo ha sido anónimo.
—No pertenezco a la farándula —suelto molesto—. Y mira, hay un montón de reporteros afuera como si fuese la misma reina Isabel.
Zaak ríe ante mis palabras pero lo miro de mala manera, hoy no estoy para chistes o bromas. El castaño se coloca serio de inmediato.
—Convocaré una rueda de prensa —comienza—. Tú lo has dicho, no eres una celebridad o algo por estilo pero tu relación con Marena te ha dejado en el ojo público, apuesto a que todos los interesados están siguiéndote únicamente porque quieren sacar algo para ella. Entrevistas, preguntas, cualquier cosa que venda desde su punto.
Camino de un lado a otro dejando mi celular a un lado, todo esto me agobia.
—¿Aurora ha dicho algo? —pregunta Zaak.
—No —respondo recordando que incluso he sido yo quien le ha dicho a ella que solucionaría esto.
Camino hasta el ventanal de mi oficina, miro hacia la calle y maldigo al ver que aún hay reporteros. Zaak tiene razón, no pertenezco a esta mierda pero intentarán obtener algo que les genere ingresos en el tema con Marena. Ella es la celebridad, no yo.
La puerta de mi oficina se abre, por ella entra Aurora con dos tazas de café, mismas que deja sobre el escritorio. La miro, luce normal y tranquila, pero, en el primer instante en que sus ojos conectan con los míos noto que lo menos que hay es tranquilidad.
Solo han pasado un par de horas desde que esto inició.
—En la universidad no era popular —comienza la rubia llamando la atención de Zaak y la mía—, solo tenía a mi ex mejor amiga, a mi ex novio y ya, solía hablar con alguna que otra persona pero no éramos amigos —miro como toma asiento en una de las sillas aquí, luce perdida en sus pensamientos—. Y ahora mis solicitudes de seguimiento en Instagram están reventando —prosigue—. Hay gente mandándome mensajes directos en donde dicen que jamás seré como Marena Marshall, que no debo recoger sus sobras y que no le llego a los talones —prosigue, me mira—. ¿Sabías que hay páginas de fans que aún te shippean con la actriz? —pregunta en mi dirección—. También hay páginas de fans de ti —no puedo evitar abrir mis ojos más de lo normal mientras escucho a Zaak reír—. No miento.
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Falsamente tuya
RomanceUn contrato inicia la travesía del famoso y más importante magnate de New York. Aren Russell está acostumbrado a una vida llena de lujos, poder, respeto y dinero, mucho dinero. Un magnate que lidera la lista de Forbes y que lo único que le preocupa...