22 de mayo.
Aurora.
Me levanto de la cama antes de que el despertador suene, mis ojos van directamente al hombre que duerme del lado contrario de la cama. Aren duerme con tanta paz y tranquilidad que logra hacerme sonreír.
Mi vista va ahora al reloj digital en mi mueble de noche, miro la fecha y sonrío más.
El cumpleaños número veintinueve de Aren es hoy.
Salgo de la habitación intentando ser sigilosa, cierro la puerta detrás de mí y una vez que estoy fuera corro de inmediato hacia las escaleras, no detengo mis pasos veloces hasta que llego a la cocina en donde ya están las empleadas comenzando a trabajar.
—Buenos días, señora Russell —saludan al unísono. Sonrío y devuelvo el saludo caminando hasta la barra de la cocina en donde ya está lo que pedí.
—El brownie que ordenó, señora —habla la mujer que se encarga de la cocina, sonrío en su dirección, le agradezco y tomo la pequeña vela a su lado, la coloco sobre el brownie y no puedo evitar sonreír más.
Aren ama los brownies, sé que esto le gustará.
Tomo el plato con el brownie de chocolate que tiene a lado una bola de helado de vainilla y por encima nuez para finalmente estar decorado con chocolate líquido. La vela de cumpleaños ya está encajada en su sitio.
Tomo el plato para salir de la cocina después de agradecer una vez y mirar a todos en la cocina sonriendo, me apresuro a subir las escaleras una vez más, la alarma del insípido magnate no debe tardar en sonar y no quiero que suene sin que yo esté ahí.
Subo las escaleras con rapidez y en el camino Copito corre conmigo también, sus maullidos resuenan mientras lo miro, mi pequeño ya no es tan pequeño, ya ni siquiera hay rastro del pequeño gato que era el día que lo adoptamos, ahora es un gato irreconocible, precioso, elegante y ciertamente arrogante, como Aren. Su collar de diamantes reluce en su cuello mientras me mira también.
—Es el cumpleaños de papá —hablo mirando a Copito.
Llego a la puerta de nuestra habitación y abro esta justo en el momento que la alarma de Aren comienza a sonar con desespero. Cierro la puerta con lentitud, dejando a Copito dentro también, nuestro gato de inmediato se apresura a caminar con elegancia hasta la cama, sube y se acerca a Aren quien comienza a removerse lentamente con el sonido insistente de su alarma.
Me recargo en la puerta de la habitación y mantengo mis ojos sobre el magnate en la cama. Los maullidos tiernos de Copito comienzan a resonar en la habitación y escucho a Aren reír cuando Copito comienza a maullar más acercándose a él. Aren restriega sus ojos y estira una mano para apagar la alarma.
—Buenos días para ti también, bola de pelos —su voz somnolienta hace eco en la habitación, veo como acaricia a Copito quien acepta las caricias gustoso.
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Falsamente tuya
RomanceUn contrato inicia la travesía del famoso y más importante magnate de New York. Aren Russell está acostumbrado a una vida llena de lujos, poder, respeto y dinero, mucho dinero. Un magnate que lidera la lista de Forbes y que lo único que le preocupa...