Dónde el friki y la perdedora se enamoraron.
-Ya aceptalo Munson, Coraline te trae loco más de lo que ya estás.
- No recuerdo haberlo negado Henderson.
-¿Nunca has sentido esas mariposas?
-¿De qué hablas Robin?
-De las que sientes cada vez que vez...
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Ya era viernes último día de escuela y Caroline solo esperaba con ansias el sábado. Eddie había pasado por ella hace rato por lo cual ya estaban en la escuela.
Jason no paraba de ver a Coraline cosa que hizo poner celoso a Eddie y más cuando el capitán se acercó con Caroline para hablar.
—Soy Jason.
Le extendió la mano para estrecharla.
— Coraline White, un placer. ¿Se te ofrece algo?
—Chrissy me dijo que te diera un boleto para el partido, dice que eres una buena amiga con ella.
—Me entusiasma que ella hable de mi, dile que tratare de estar.
—¿Trataras?
— Tengo algunas cosas que hacer.
— Bueno por lo menos lo intentaras.
Una risa forzada de los dos acabo con la pequeña charla y cada quien se fue por su camino. Un Eddie celoso los observava apretando su puño mirando fijamente sus anillos.
Coraline camino hacia el y Eddie chasqueo la lengua tratando de dejar sus celos de lado.
—¿La platica estuvo interesante?,¿Productiva?
—Ya se de que se trata esto.
—Iluminame
—Estas celoso de Jason.
—No por que he de estarlo.
—¿No te quedó claro loquito? Me gustas y mucho.
La cara de Eddie fue un poema.
—¿A sí?
—Si.
—Demuéstralo.
Sin más Coraline tomo a Eddie de la camisa acercándolo a ella por su baja estatura y beso al loquito.
El beso era inexplicable tenía tantas emociones que los volverían locos.
Las manos de Eddie viajaron a las caderas de Coraline y la atrajo más a el.
El beso duro mucho pero cuando llegó la hora de separarse juntaron sus frentes y Coraline abrazo al chico mientras enterraba su cara en el pecho de Munson.
—Como que no me quedo del todo claro necesitaré más besos para que me quede clarisimo.
—Tal vez más tarde tengo clases y tú igual.
Termino para plantar un beso corto el los labios de Eddie.
A este paso Munson ya le habían dado ochenta paros cardíacos sentía que estaba rojos y no paraba de suspirar.
Su Coraline era única, estaba tan perdido por ella que todo lo que hacía era pensar en Cora, le llevaba gustando desde que chocaron en el bosque desde ese momento supo que seria su salvación y perdición al mismo tiempo.
