Dónde el friki y la perdedora se enamoraron.
-Ya aceptalo Munson, Coraline te trae loco más de lo que ya estás.
- No recuerdo haberlo negado Henderson.
-¿Nunca has sentido esas mariposas?
-¿De qué hablas Robin?
-De las que sientes cada vez que vez...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Max se había quedado en casa de Coraline se rehusaba a dormir sola así que durmió abrazando a White.
Los padres de Coraline vivían en California solo iban en navidad lo que quiere decir es que Max se podía quedar cuando quisiera pues que solo Coraline vivía ahí.
Por primera vez en mucho tiempo pudo sentir el calor de una persona que le daba amor sin recibir nada a cambio.
Coraline no le gustaba el contacto físico bueno solo el de Eddie y ahora el de Maxine.
Esa noche la pelirroja no tuvo pesadillas con Billy. Se sintió plena con Coraline tal y como le había dicho su hermanastro.
Coraline era un ángel roto que curaba a los demás.
Cuando por fin Caroline estaba quedándose dormida el sonido de piedras chocando con su ventana y trató de no despertar a Max mientras se ponía de pie para dirigirse a su ventana.
Abrió la ventana topandose con Eddie arriba del árbol frente a su ventana.
—No te deseé la buenas noches solecito.
—¿solecito?
—Por tu cabello rubio, no me juzgues son las tres de la mañana no estoy inspirado.
—Eres increíble Eddie.
—Ya lo sabía pero gracias por inflar más mi ego solecito.
—Tú me tienes un apodo me toca buscarte uno.
—¿Cómo?...
—Loquito ya esta, ammm tal vez. ¿Nubecita?
La cara de Eddie se distorsióno tratando de buscar una explicación.
—¿Nubecita?,¿Enserió?
—Vamos no me juzgues escucha el por que.
—Vale, dime.
—Tú cabello es tan lindo y suave que parece una nubecita.
Aún que era un muy mal apodo Eddie no pudo evitar sonreí y derretirse por dentro.
—Solecito, eres única.
—Ya lo sabía Loquito.
Eddie le dio un beso en la coronilla y de un salto bajo del árbol mientras gritaba como loco. Me gusta Caroline White lo que hizo que la rubia se pusiera roja al grado que parecía que iba a explotar. Definitivamente estaba perdida por su Loquito, el chico que le robaba sonrisas y suspiro.
Estaba enamorada de Eddie Munson. Pero la pregunta enrealidad era, ¿Quién no?
Sin más cerró la ventana, se volvió a acostar a lado de Max quien la abrazo al instante y se quedó dormida soñando en Eddie.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
