the family's jewels.

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ADVERTENCIAS: Creo que publiqué hace un tiempo el "capítulo 1", que en relidad no lo era, era un simple borrador hecho sin ganas ni ideas. Este es completamente diferente, exceptuando el principio, lo que sucede no tiene nada que ver con el borrador viejo. Es tan viejo que creo que podrán notar el cambio de narración jajjahshhaha.


El maestro dictaba y escribía en la pizarra verde oscuro el método de evaluación de la asignatura. Yo copiaba todo hasta el mínimo detalle, para luego no tener problemas con las notas.

'Mhhm, pregunta escrita semanal, no está nada mal.'

Pensé haciendo un leve movimiento con la cabeza, aunque todo no era tan simple. La frecuencia de Matemática era diaria, por lo que tendría que prestar atención al contenido que el maestro más recalcara, ya que probablemente ese era el objetivo de la prueba.

El timbre sonó, el silencio ultratumba que se mantenía en el horario de clases se rompió, el bullicio de los alumnos llegó a opacar al timbre que aún sonaba.

Con paciencia agrupé mis cosas encima de las libretas y los nuevos libros, odiaba perder cosas.

-¡Amaya! - me giré al escuchar la voz de Kanroji llamarme, estaba en la puerta con sus brazos repletos de instrumentos escolares, que me parecían lindos, pero innecesarios por completo.

Caminaba a través de las mesas con cuidado de no caer, su cabello rosado y verde se agitaba por los bruscos movimientos.

-Mitsuri... ¿Cómo te fue en clases? - pregunté, porque no se me había ocurrido algo mejor para comenzar una plática.

-¡Son excelentes! ¡No soy fan de Matemáticas pero ese profesor la hacía ver muy simple! - parecía feliz por esto ya que su sonrisa era gigantesca y un pequeño sonrojo cubría sus angelicales facciones.

-¿Verdad que si? - acomodé la tira izquierda de la mochila sobre mi hombro mientras comenzaba a caminar junto a ella hacia la salida del aula.

-¿Le gustaría almorzar conmigo? ¡Muero por presentarle a mis amigos! - propuso cuando nos acercábamos a las puertas amplias del comedor escolar.

-Oh... - su propuesta me sorprendió. ¿Amigos? Yo no tenía ninguno, todos los que alguna vez tuve estaban muertos, desde entonces me cerré a la idea de tener nuevos -.No me molestaría, los amigos de Kanroji-san deben ser muy agradables- los elogio sin siquiera conocerlos, pero por el aura de la hermosa chica a mi lado suponía que las personas con las que compartía debían ser iguales.

-¡Te van a caer excelente! ¡Aunque puede que un principio sean algo bruscos! ¡No les agrada muchos la gente extraña!

Alcé una ceja, con gracia -. ¿Extraña?

Tan rápido lo mencioné, su rostro se sobresaltó en una expresión de espanto -. ¡No quiero decir que Shimizu-san sea extraña! ¡M-me refiero a e-sas personas q-que uno no c-conoce y-...!

Exploté en un carcajada, obviamente sabía a que se refería en un principio, pero el nerviosismo con el que trató de corregirse me pareció adorable. Ella se dio cuenta de esto, infló sus mejillas regordetas y sonrojadas y me miró indignada.

-¡Shimizu-san es malvada, malvada! - lloriqueó agarrándose de mi brazo y haciendo perreta.

Me detuve en la entrada del comedor para limpiar las lágrimas que se escapaban de mis ojos. Agarré las mejillas de Kanroji-san para limpiar las suyas, eran suaves y lindas, por la cercanía se sonrojó, le di unas palmaditas en la cabeza antes de continuar.

-Bien... ¿Dónde están tus famosos amigos? - pregunté echando una ojeada a todo el comedor. Al parecer yo fui la única de mi generación que decidió no hacer amigos, las mesas estaban amontonadas por estudiantes, incluso habían juntado mesas.

SUBTERRÁNEO -MUICHIRO TOKITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora