CAPÍTULO 33

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HALLEY

—¿Y bien? —pregunté ansiosa —¿Cómo se lo tomó?

Silencio.

—Él no...

—Tranquila, yo me haré cargo de Alex Jr — afirmó orgulloso el pelinegro — A mi ahijado nunca le faltará nada

—Nadie te pidió ser el padrino — le reclamó Rose indignada — Mejor que se llame Elio

—Ustedes no...— intenté hablar

—Alex Jr es mejor que Elliot — replicó mi amigo —¿No es así Halley? — lo ignoré disimuladamente dándole un sorbito a mi batido mientras escuchaba su discusión.

—¡Es Elio! — protestó enfurruñada — Además Alex es nombre de delincuente.

Mi amigo le dedicó una mala mirada. Estaba por explotar de los nervios. Sofia seguía sin contarnos. Ya habían pasado varios días desde que nos habló de su embarazo y se suponía que ayer se lo diría a Justin.

—Guarden silencio — exigí alzando la voz — Déjenla hablar

Los dos se dieron una última mirada antes de centrarse en la castaña frente a mí.

— Él no — hizo una pausa — Él no.

Antes de que siguiera hablando, un brazo la rodeo por el hombro. Alcé la vista para encontrar a los chicos tomando asiento junto a nosotras. Seguíamos en la cafetería de la escuela.

—¿De qué hablaban? — curioseó mi novio, depositando un beso en mi mejilla.

— No importa de que hablaban — interrumpió el pelirrojo eufórico — Tengo algo importante que decirles.

—¿Al fin me presentarás al nalgón de tu amigo? — preguntó Alex entrelazando sus manos sobre la mesa.

— No — frunció el ceño — Ya te dije que tiene novia.

— Una lástima — chasqueó la lengua — Él se lo pierde

— Pueden dejarse de mariconerías y volver al punto — escupió Kale con delicadeza ganándose una mala mirada por parte de Alex.

De nuevo se formó un tenso silencio.

— Terminando la universidad me iré un tiempo a Francia a trabajar en la compañía de mi padre.

—¿Qué? — dijimos todos al unísono. Eso es en menos de un mes.

Miré a la castaña, estaba pálida. Estoy segura de que ni ella sabía.

— Pe... pero — tartamudeó — Creí que...

— Tranquila amor — besó su frente — Amigos míos, mi esposa e hijo irán conmigo.

—¿Qué? — repetimos todos.

Alan se empezó a atragantar con su bote de agua. Rose le dio palmaditas en la espalda como si de un bebé se tratase.

— Otra vez no — Kale rodó los ojos mirando mal a mi hermano. Le di un codazo.

—¿Puedes explicarte mejor? — pedí al ver que nadie decía nada

— Todo está claro mi querida ex virginia — sonrió jovialmente. Escuché la risita de Kale, pero decidí ignorarlo.

—¿Cómo que tu esposa e hijo? — pregunté, viendo que Sofía seguía en shock.

— Mi futura esposa — señaló a la castaña — Y nuestro hijo — acarició su estómago y por primera vez en mucho tiempo vi un brillo especial en sus ojos.

Mi universo en la tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora