CAPITULO 22

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Hermione no quiso esperar más y se adentró a la enfermería seguida de Harry, Astoria los miro entrar y se cuadro tan alta ella era, Draco acababa de quedarse dormida y nada ni nadie iba a alejarla de él ahora que él no la había rechazado agresivamente como en otras ocasiones.

-Greengrass, gracias por quedarte acompañando a Draco, pero de aquí en adelante Harry y yo podemos hacernos cargo.
-No sé quién te crees que eres sangre sucia pero no me moveré de aquí ¿Entiendes? – Astoria la miraba con furia contenida. Hermione apretó los puños indignada, ¿Quién se creía esa mocosa para hablarle de esa forma? Era evidente que la inteligencia de Daphne no era igual para la pequeña de las Greengrass.
-Escúchame bien mocosa estúpida.- Astoria abrió los ojos sorprendida, la Hermione Granger de la que ella sabía nunca le habría contestado de ese modo. – No me importa que tan pura creas que es tu sangre, tu familia jamás le ganara a la mía, y créeme cuando te digo que me has declarado la guerra y si bien tu hermana es intocable para mí, tu no lo serás, así que lárgate a menos que quieras morir a una edad temprana.

Justo en ese momento llego Daphne con Theo y Luna, todos al llegar escucharon la clara amenaza de la que era víctima Astoria, todos se estremecieron pues el siseo en el tono de voz de Hermione fue tan letal que no cabía dudas de que cumpliría su amenaza, la Slytherin vio con pasmo como Harry se quedaba completamente tranquilo ante la amenaza, pero como los demás atrás miraban a la Gryffindor con respeto, sin embargo, ni todas las alarmas del mundo callaron la boca de Astoria.

-Escúchame tu a mi sangre sucia – Daphne contuvo el aliento, su hermana iba a ser chica muerte más pronto que tarde, tendría que ir preparando a sus padres.- nadie en su sano juicio te apoyaría sobre mi...
-Ahí te equivocas mocosa.- ese fue el momento donde entro Sirius Black echo un vendaval corriendo hacia Hermione mientras la abrazaba protectoramente.-Cariño dime por favor que Lunático no te hizo daño, dime que estas bien.- Hermione le sonrió a su padre, sabia lo preocupado que estaba, detrás de él venía Narcissa que corrió directo a la cama con su hijo, y sin ningún miramiento, arrebato su mano de la mano de la chica a su lado.
-Hermione ¿Qué fue lo que paso? – pregunto al Sra. Malfoy, Minerva nos llamó y nos dijo que Lupin había enloquecido que los ataco.
-Sra. Malfoy...- Astoria había empezado pero fue duramente interrumpida.
-Srita Greengrass, creo haber dicho "Hermione" no sé si tenga la mínima pizca de modales, pero cuando no se le habla directamente, usted no debe abrir la boca ¿Entiende? – Astoria se quedó pasmada.- He escuchado como se ha referido a mi protegida, a mi hija, así que hágame el favor de retirarse, no es, ni será nunca más bienvenida en presencia de los Black.

Astoria no podía creer lo que escuchaba, ella estaba convencida que por mucho que le hubieran dado protección, ella jamás seria vista por debajo de una sangre sucia, estaba muy confundida, y peor aún, sus esperanzas de llegar a una alianza con los Malfoy se estaban volviendo nulas ya que la matriarca no la aprobaba. Llegando a la puerta se encontró con su hermana Daphne, pero ella ni siquiera la reconoció, aun así, ella le hablo.

-Daphne... no entiendo que esta pasando.- le dijo la chica con la voz entrecortada.
-Te dije que te mantuvieras al margen, te dije que aún no era momento de actuar, y también te dije que Draco estaba fuera de los límites, pero no quisiste escuchar.
-Daphne... estoy metida en grandes problemas, la señora Malfoy nunca me aceptara ahora.- la chica estaba a punto de explotar en lágrimas, miro a Theo y a Luna, buscando una pizca de lastima o compasión pero solo se encontró con miradas indiferentes con un poco de fastidio.
-Que la señora Malfoy te acepte o no, es el menor de tus problemas Astoria, yo estaría seriamente preocupada por mi vida.

Astoria se estremeció por lo dicho por su hermana, Daphne en toda su conversación ni siquiera se dignó a mirarla, ella tenía la mirada fija en los Malfoy y Black ahí presentes mientras Hermione Granger les decía lo que paso en el salón de clases, era una chica inofensiva, no entendía porque su hermana tomaba tan en serio su amenaza, justo en ese momento, Hermione volteo y la miro, en su mirada color miel había tanto odio que la hizo estremecerse nuevamente, pero en su cabecita solo pensó, que su hermana estaba exagerando.

CUANDO LA OSCURIDAD TE GOBIERNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora