27. Cortinas

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1 mes después

—Hola, buen día señora Vélez ¿Viene por el otro juego de cortinas? —Pregunta la mujer que vendía telas, cortinas, sábanas y más cosas para el hogar en el mercado

—Si Señora Fray, vengo por el juego de cortinas color chocolate —Responde _______ mientras la mira, la mujer de edad madura enseguida fue a buscar el juego de cortinas.

Ya habían pasado seis semanas desde que _______ vivía con Christopher, seis largas y un poco difíciles semanas desde que había llegado a Río Blanco y había comenzado una vida nueva. Desde que Christopher y Haise se habían separado, él era aún más distante de lo que solía ser, siempre parecía de mal humor y parecía tanto molestarle la presencia de su esposa. Chris siempre encontraba una excusa para reclamarle algo, regañarla o simplemente ignorarla, lo cual para ella había comenzado a ser un infierno, ya no solo tenía a Haise de enemiga, si no a Christopher también.

________ prefería entretenerse cuidando sus macetas, que cada vez eran más, prefería enfocarse en aprender nuevas recetas, en buscar la manera de que su hogar se viera mejor, como por ejemplo, las dichosas cortinas. Christopher por tratar de pasar menos tiempo con su esposa, la dejaba entrar sola al mercado a hacer las compras, él la esperaba afuera del mercado, ella aprovechaba a comprar sin prisas, escoger ella sola lo que quería cocinar y haciendo un pequeño recorte de gastos gasto en el dinero que Christopher le daba, ella pudo comenzar a comprar cosas a escondidas, comprar las cortinas que tanto quería, ya que el periódico en las ventanas era horrible, también, había comprado un molinillo de pimienta y un salero de cristal, perfecto para la mesa, había conseguido unos pedazos de tela por solo unos centavos para ella misma hacer los lazos de las cortinas y pudo comprar unos estambres para que Margaret continuara enseñándole a tejer. Ella se sentía con un poco más de libertar respecto a su casa, pero al mismo tiempo, deseaba ya no estar ahí.

Haise solía siempre mirarla mal, buscaba señalarle a todo ser que se pusiera enfrente cualquiera lo sus defectos, siempre solía burlarse de ella, ya que ella tenía un vientre enorme y su cuerpo era muy delgado, había comenzado a tener unas grandes ojeras y sus brazos estaban muy delgados, haciéndola lucir en un estado demacrado, lo cual solo la hacía sentir peor. Ella podía comprender un poco del odio que Haise tenía hacia ella, era la mujer que le arruinó el romance, pero al fin al cabo, había que no era su culpa, era culpa de Christopher por aceptar casarse con ella.

Con quién si había podido entablar una buena relación, era con el doctor Charles, el cual siempre estaba invitándola a tomar café para charlar, siempre dandole consejos para el embarazo y siendo un amigo perfecto para escuchar, él, junto a Margaret, se habían vuelto las únicas personas que en verdad parecían apreciarla o bueno, no detestarla.

—Aquí están señora Vélez, es el último juego que me queda —Mencionó la mujer con amabilidad, ________ buscó el dinero en su cartera y sacó la cantidad para pagar, le entrega el dinero y toma la cortina para meterla en la bolsa

—Muchas gracias señora Fray, nos vemos después —Se despidió ________ antes de caminar hacia la salida, con las bolsas del mandado cortando la circulación de sus dedos por lo pesadas que eran

Christopher la ve en la entrada y camina hacia ella con rapidez para ayudarla, ________ le entrega las bolsas y los dos salen del mercado

—¿Compraste lo necesario? —Preguntó Christopher mientras caminaba a la camioneta, ella asintió con la cabeza mientras lo seguía

—Si, tengo todo lo que necesito —Respondió

—¿No seguiste comprando las tontas cortinas, verdad? —Pregunta Christopher y ella solo hace una mueca, Christopher la mira con seriedad

—Pues será mejor que no veas las bolsas —Dijo ella un poco apenada

—¿Cuando será el día que me hagas maldito caso? Te dije que no podíamos gastar dinero en tonterías, ________ —Dijo Christopher con molestia mientras abría la puerta de la camioneta y metía las bolsas, ________ solo deja salir un suspiro

—Chris, yo solo quiero que nuestra casa luzca bonita, unas malditas cortinas no van a dejarte pobre... Por favor, yo... Solo quiero hacerlo más acogedor para ambos, para el bebé, no te pedí dinero extra, yo sola me las arreglé para poderlas tener sin problema, Chris —Responde ella y Christopher niega

—En verdad eres muy desesperante...

A tu lado ||C.V&TÚ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora