A tu lado ||C.V&TÚ||TERMINADA

32. ¿Niño o niña?

—¿A qué viene la pregunta? —Cuestionó Christopher con curiosidad, Rob solo se encogió de hombros

—Pues no lo sé... Es que ustedes son tan diferentes, no comprendo como es que llegaste a involucrarte con ella, hace un momento los escuché aquí, no quise interrumpir y mejor me fui por los costales, pero pues me fue inevitable escucharlos un poco... ella es muy dulce y pues tú, hombre eres muy complicado, demasiado estricto y ella parece muy blanda, son como dos polos opuestos —Comentó Rob, Christopher solo se encoge de hombros, no tenía una respuesta preparada para esa pregunta y tampoco sabía con que disimularlo

—Físicamente es muy bonita, me gusta su cara y por lo consciente me atrajo tanto como para casarme —Responde Christopher

—Y aún más para embarazarla, por cierto ¿Cómo va con eso? ¿De cuánto va? —Preguntó con curiosidad

—Ya está por cumplir los dos meses y medio, el doctor nos dijo que todo está bien en el embarazo —Respondió Chris, Rob asintió

—Recuerdo lo muy emocionados que estábamos cuando Haise venía en camino, me sentía muy afortunado... No quería despegarme de Margaret ni un solo momento —Comenta Rob, Christopher asintió mientras escuchaba —¿Y a ti? ¿No te emociona la idea de un bebé? —Pregunta Rob y Christopher solo deja salir un suspiro

—Si claro, es solo que... Aún no se me desarrolla ese instinto paternal —Contestó Chris mientras metía sus manos en sus bolsillos, Rob asintió

—Veras que con el pasar de las semanas eso se desarrolla solo, un hijo es un total regalo de Dios, querrás cuidarlo mucho, jugar con él, velarle el sueño y... Amaras ser padre, créeme, un hijo cambia la vida para bien siempre y cuando estén en buena situación tú y ella, ya que si no es así, puede ser todo un calvario. Jamás he visto hombre que se resista ante sus hijos, quedas totalmente hechizado, aún más si es una niña ¡Uy! Si es una niña, te volverás loco al verla por primera vez —Comentó Rob mientras parecía que su mente se llenaba de recuerdos sobre Haise

Chris trata de entender aquellas palabras que Rob le decía, comprender un poco de esos sentimientos de los que Rob hablaba, pero no lograba empatizar con ninguno.
Desde que _________ había llegado, Christopher no parecía tener un interés sobre el bebé más allá de si se encuentra bien, pero hasta ahí.
Jamás preguntaba aquellas preguntas curiosas que todo el mundo hacia

¿Qué crees que sea? ¿Niño o niña?

¿A quien crees que se parezca?

¿Tienes antojos?

¿Como piensas llamarlo?

Christopher no se hacía ninguna de esas preguntas en lo absoluto, ni siquiera le importaba las respuestas.

—¿No has sentido curiosidad por el embarazo? —Preguntó Rob y Christopher solo niega

—A decir verdad no, en lo absoluto —Comenta Christopher —Rob, ese bebé no era parte de mi futuro hasta hace algunas semanas, yo... Ni siquiera se lo que espero de esto —Dijo Christopher con pesar

—Bueno... Verás que con el tiempo le vas agarrar amor, ya lo verás —Añadió Rob antes de caminar hacia su casa, dejando a Christopher ahí, pensando en lo que había dicho.

[>>>]

Christopher entra en la casa con la intención de irse a dormir ya, está cansado y sus manos arden del arduo trabajo de ese día, al abrir la puerta, puede ver a su esposa, sentaba en la sofá, con dos agujas de tejer y una bola de estambre sobre el suelo, él la ve con curiosidad y un poco de gracia, ya que tenía un rostro de total concentración mientras hacia un par de tejidos

—No sabía que el tejido se necesitaba de la concentración tal como para sudar la gota —Comenta él mientras se acerca, ella alza su rostro y lo ve con una mueca

—No me desconcentres, voy a perderme y tener que empezar de nuevo —Dijo ella y Christopher ríe, se sienta en el sofá a su lado

—¿Y qué se supone que es lo que haces? —Pregunta él

—Es un zapatito, apenas lo acabo de empezar —Comentó ella —Según es para el pie izquierdo, pero estoy apunto de entrar en una crisis porque se me olvida el punto a cada momento, a este paso, voy a terminarlo después de que el bebé haya nacido —Añadió mientras deja el tejido a un lado, Christopher solo niega con gracia y la observa

—¿Tienes alguna idea de lo que será? —Pregunta Christopher y ella solo niega

—A decir verdad no, tampoco es algo que me preocupa, no tengo ninguna preferencia, siempre y cuando venga con prospera salud, yo lo amaré como a nadie —Contesta ella, Christopher asintió mientras sus ojos se dirigían al pequeño vientre de su esposa...