40. Interés

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Justo a un lado de la cama, un pequeño cunero color azul pastel con un velo encima

—Hoy lo compré, ya sabes... También necesitará su espacio donde dormir —Comenta Christopher mientras siento como me empuja suavemente para que me acerque a verlo

—Es... Muy bonito —Respondí mientras me acercaba al cunero y veía los pequeños detalles en tela, era uno totalmente nuevo —¿Es nuevo? —Pregunté y él asintió a mi lado

—Si... Creí que sería mejor para el recién nacido, lo podemos tener aquí cerca para cuando se despierte en las noches —Responde mientras me mira, siento mi corazón latir un poco más rápido

—Gracias, en verdad —Le dije mientras acariciaba suavemente el colchón forrado de tela tipo seda

—No hay nada que agradecer... Aparte, sería incómodo dormir con el pequeño en la cama, no es muy grande y...

—No no, no habrá problema por ello, puedo acomodarlo perfectamente a mi lado, no vamos a ocupar mucho espacio, no vamos a...

—Tranquila, está bien —Responde con una sonrisa —Ya tendremos tiempo para pensar en lo que vendrá después.

—Gracias —Por la emoción, me acerque a él y lo abracé por las costillas, en verdad me ponía feliz que comenzará a pensar en mi pequeño, que por fin mostrará que estaba de acuerdo con mi embarazo

Sentí como se tensaba, sus brazos estaban totalmente rectos a sus costados, podía sentirlo rígido, al instante decidí soltarlo y alejarme un par de pasos, él tenía su rostro serio

—Lo siento, me emocioné de más —Dije en voz baja, él solo niega

—Esta bien, tranquila —Responde él de manera cortante

Fui muy invasiva, como siempre.

[>>>]

—¿Quieres más? Dame tu plato, te serviré —Comenté al ver como había acabado su cena, él asintió con su cabeza mientras terminaba de masticar

—Gracias —Responde después de tragar, tomé su plato y me acerque a la pequeña parrilla —¿Mañana tienes cita con el médico? —Preguntó

—Si, mañana tengo chequeo, ya voy para los cuatro meses, siento que se me ha ido muy pronto, aún no he conseguido cosas para el bebé —Comenté mientras me acercaba con el plato de comida, Christopher me mira y asiente

—¿Cómo han ido los vomitos? —Me pregunta mientras toma su cuchara para continuar comiendo

—Mucho mejor, ya casi no los tengo, gracias al cielo —Le comenté mientras dejaba salir una pequeña sonrisa

Christopher y yo terminamos de cenar, levanté los platos y limpie mi pequeña cocina, él descansaba en el sofá mientras ví como se quitaba las botas marrones con agotamiento. Me acerco al sofá y lo veo

¿Quien era este hombre y que había hecho con mi amargado esposo?

Sus actitudes habían cambiado demasiado hacia mi, ya era mucho más amable, se interesaba en mi bebé, en nosotros, incluso en nuestra casa, juro que estaba mañana escuché como decía que las cortinas deban otro aspecto mejor a la casa

¿Será que ya se dió cuenta de que no podemos seguir peleando todo el tiempo?
¿Ya entendió que somos esposos y tendremos una familia?

No sé cual de esas sea, pero me agrada mucho.





—Iré a cerrar el granero, vuelvo en un momento —Dijo Christopher antes de salir de casa, ella asintió mientras continuaba con su tejido

—Si anda, aquí te espero —Respondió, él salió de casa y caminó hacia el granero, cómo todas las noches antes de que llegara ________, Christopher volteaba hacia la casa de los Jackson y miraba gusto a la habitación de Haise, dónde siempre la encontraba cepillandose el cabello frente al espejo de su tocador, quitándose el maquillaje o eligiendo su pijama.
A él le había costado mucho hacer a Haise a un lado, le dolía rechazar aquellos ojos bonitos y verlos como se decepcionaban fe él, pero... Ahora tenía una esposa y un hijo en camino, así que debía tomar su lugar, aparte, no le había gustado para nada como ella se había burlado de ________, de cómo le restregó que él no sería capaz de amarla, había sido muy cruel.

Christopher entró al granero y acomodó a los animales, después coloca en candado sobre la puerta y lo cierra, cuando está por darse la vuelva, siente la mirada desde arriba, Haise estaba en la ventana, observándolo fijamente, parecía que esperaba que él le hiciera una señal para que bajara

—¡Anda Chris, hace frío aquí afuera! —Gritó su esposa desde la puerta, Christopher la mira al instante, su esposa estaba recargada en el marco de la puerta, abrazándose a si misma por el frío, él camina lentamente hacia su casa, dónde está dispuesto a descansar en su cama después de un largo día.

A tu lado ||C.V&TÚ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora