Carajo, soy Harry Potter

27. Apuesta

El baile de navidad, estaba a la vuelta de la esquina...

Harry estaba semi recostado en el sillón frente al fuego, pasaba un rato con sus amigos Gryffindor en la sala común de los leones

A nadie se le hacía extraño que el azabache estuviese allí, ya que básicamente, pese a ser una serpiente, era muy amigo de Hermione, Ron, Neville, Ginny, los gemelos entre otras personas que siempre saludaban y trataban al slytherin como si fuera parte de su casa...

Cosa que no le era irregular al azabache, porque sencillamente estaba escrito que en realidad él debía pertenecer con los leones, pero su personalidad era totalmente incompatible al respecto

Ni todo el canon de una historia podía cambiar el hecho innegable, que no era el verdadero Harry Potter...

—Harry...- Ginny lo llamó

Este volteó a mirarla con una postura indolente

—¿Mmm?.-

—¿Tienes pareja para el baile?.- le preguntó un poco sonrojada

—¿Qué no se supone que tenías novio?.- Ron frunció el ceño a su hermana

—Cállate, Dean y yo rompimos, gracias por tu consideración.- Ginny le devolvió una mirada fulminante

Harry miró a Hermione y Neville, estos se escogieron de hombros

—Si la tengo.- el azabache respondió

Los leones se sorprendieron

—¿Quién?.- Hermione preguntó curiosa

—Iré con mi amiga, Tracey Davis.- respondió con una sonrisa

—¿Ustedes están saliendo?.- Ginny frunció el ceño

Harry rió entre dientes

—No, iremos como amigos.-

La pelirroja se tranquilizó y después sonrió

—¿Ya resolviste el enigma del huevo de dragón, Harry?.- Neville le preguntó al azabache

—Estoy trabajando en eso.- Harry respondió pensativo

Sabía exactamente qué hacer para resolverlo, pero debía esperar un poco para que todos estén más cerca de descifrarlo...

Los gemelos entraron a la sala común y sonrieron a ver a Harry allí

—Harry, ¿otra vez te dejaron afuera de tu casa las serpientes?.- Fred bromeó

—Ya deberías mudarte aquí, después de todo solo hay que cambiar el horrible color verde de tu túnica por un rojo Gryffindor y voilá, ya serás un león.- George continuó

—¿Solo basta con cambiar el color de mi túnica para ser un león? Que bajo son los estándares para aceptar gente en sus dormitorios...- Harry se las devolvió con guasa y una sonrisa divertida

Los gemelos rieron

—Oye, no a cualquiera le hacemos este ofrecimiento.- George le replicó guiñandole un ojo

—Entonces déjenme probar algo.- Harry se puso de pie y con un movimiento de su varita cambió su túnica de Slytherin por una de Gryffindor, su cabello volvió a tapar su frente con un fleco e hizo aparecer unas gafas redondas sobre el puente de su nariz

Todos observaron muy sorprendidos el cambio de imagen del azabache

—¿Qué dicen?, ¿parezco uno de ustedes ahora?.- preguntó con una sonrisa divertida en los labios

Los ojos de los gryffindor permanecieron muy abiertos, mientras un silencio reinaba en la sala común de los leones, con el sonido del crepitar del fuego como único acompañamiento auditivo...