Carajo, soy Harry Potter

8. Chica Lista

Llegando a la estación de tren, los estudiantes estuvieron murmurando cosas con respecto a los dementores

Harry tenía un dolor de cabeza muy fuerte, y se encontraba de pésimo humor

Rodeó los hombros de Tracey con su brazo, para semi ayudarse, mientras caminaba junto a Blaise y Theo

—No te ves bien, Potter.- Blaise lo miró con una ceja arqueada

—Me duele un poco la cabeza.- reconoció el azabache

Tracey se abrazo de la cintura del niño que vivió mientras le hacía algunas lánguidas caricias en el brazo del elegido, que le rodeaba los hombros con su otra mano

—¿Quieres que te llevemos con Pomfrey por alguna poción?.- ella le preguntó con amabilidad

Harry contrajo un poco su nariz emitiendo un ruidito que no dejaban saber si aceptaba o no

—Gracias pero estaré bien.-

—Oye Potter, llevas buen rato hechandole mano a Davis, ¿ustedes están saliendo?.- Daphne Greengrass, le preguntó curiosa, siendo ella acompañada por Millicent Buldstrode y Pansy

Harry la miró sobre su hombro y luego volteó a mirar a Tracey

—¿Salir?.- preguntó sin interés

—Así como lo escuchas ¿ustedes están saliendo?.- volvió a preguntar curiosa y un poco maliciosa

Harry se quedó brevemente pensativo y luego las miró

—Tracey es una chica dulce, inteligente y amable... Nunca le prestaría atención a un canalla como yo, ella es demasiado lista para eso, al igual que ustedes, chicas...- Harry sonrió de medio lado

Las cuatro (incluyendo Tracey), se pusieron de un tono escarlata y esa respuesta las tomó por sorpresa, al punto de dejarlas sin palabras

Theo y Blaise rieron entre dientes

—Iré a jugar con los leoncitos, chao~.-

Harry metió ambas manos en los bolsillos y se fue

Caminó perdiéndose entre la multitud, pero sonrió plenamente cuando se encontró con una figura delgada, de cabellera fina, rubia, larga, que a distancia parecía algo sucia, pero en realidad era porque estaba enredada

—Hola.- Harry caminó a su lado con una sonrisa de gato Cheshire, manteniendo sus manos dentro de los bolsillos

—Hola.- la voz suave casi infantil de la rubia le devolvió el saludo, mirándolo sin una expresión en particular

—¿Cómo te llamas?.- le preguntó fingiendo no saber quién era

Ella le sonrió

—Es curioso que me lo preguntes, porque tengo la impresión de que sabes quien soy.- ella respondió con tranquilidad

—Luna Lovegood.- Harry asintió sin intención de mentirle ni ocultar lo que los agudos ojos de la rubia eran capaces de captar

—¿En qué puedo ayudarte?.- ella le preguntó volviendo su mirada al frente, con sus ojos soñadores

—Quiero que seamos amigos.-

Ella volvió a mirarlo con un poco de sorpresa

—¿Serías mi amigo?.-

—Me gustas Luna, claro que quiero que seamos amigos.-

Cualquiera hubiera malinterpretado las palabras del azabache, pero Luna no era cualquier persona...

—Es curioso, me recuerdas a una especie de felino salvaje...- ella le respondió sin maldad

—Mmm, me lo dicen seguido.- Harry le sonrió a la rubia