12. Peinado

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Las primeras horas de la mañana, por lo general pasaban desapercibidas para las personas de sueño más profundo...

Por lo cual la mayoría necesitaba de un hechizo despertador para ponerse en marcha

Sin embargo era algo que no ocurría en la vida de cierto rubio platinado...

A muy temprana edad, se volvió todo un animal de costumbres bien arraigadas, como cada una de las enseñanzas que recibió desde pequeño...

Teniendo que cumplir un itinerario apretado durante el día, donde un abanico de profesores estrictos, lo esperaban de forma puntual, no podía darse el lujo de disfrutar de unos minutos de ocio...

En su ahora, adolescencia, mucho menos tenía tiempo que perder, las notas altas no se mantenían por sí mismas...

Sin embargo un factor diferente a su bien estructurada rutina, que no pareció reconocer en un principio, se había colado en su cama esa noche

Y al abrir levemente sus ojos, lo primero que vio fue la cicatriz de un rayo en la piel de la frente de un muchacho apuesto que dormía plácidamente a su lado

En un inicio, el blondo pensó que era una clase de sueño... Por lo cual, se mantuvo totalmente tranquilo...

Con lisura levantó una mano y paseó las yemas de sus dedos por el rostro del joven de cabello negro delante suyo...

Perfilando con sus caricias, los afilados razgos del muchacho sin reparo alguno...

Harry emitió un leve sonido, similar al ronroneo gatuno, y coló su brazo sano alrededor de la cintura del blondo para pegarlo a su costado y dejarlo semirecostado sobre su lateral

Draco sintió sus piernas entrelazarse con las suyas y comprendió que no se trataba de ningún sueño

Abrió los ojos con sorpresa y miró al azabache quien ahora suspiró de gusto con una sonrisa perezosa, mientras permanecía con los ojos cerrados

—¿Potter...?.- musito con sorpresa pero cuidando de no alzar su voz, al recordar que estaba en el dormitorio

Agradeció que las cortinas estaban cerradas para evitar malos entendidos con sus compañeros de cuarto

—Potter, ¿¡qué demonios haces en mi cama!?.- lo regañó sin alzar aun la voz

Harry sujetó su muñeca y de inmediato los giró, dejando al blondo debajo y acorralado... Aunque mantenía cierta distancia teniendo cuidado de no aplastarlo

Los brillantes ojos esmeralda del azabache se abrieron y lo contemplaron con una mirada hambrienta

—¿Qué estas haciendo aquí?...- preguntó en un susurro colocando ambas manos en el pecho del azabache para imponer distancia

—Vine a Dormir.- respondió con simpleza

—¿Y qué no tienes una maldita cama en tu dormitorio?.- preguntó con sarcasmo y molestia

—Sip.-

—¿Y entonces?, ¿qué estas haciendo en la mía?.-

—No quería dormir sólo... Al menos no hoy.- respondió con una gran sonrisa enigmática

—¿Y no podrías haberte colado en la de alguno de tus amiguitos o amiguitas?, estoy seguro que estarían más que encantados de recibirte en sus camas.-

—Pero quería verte a ti.- Harry respondió sonriente y adormilado

—¿Por qué? No somos cercanos Potter, ni tenemos confianza entre nosotros.- preguntó sin creerselo del todo

Carajo, soy Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora