Lo primero que hago cuando llego a casa de la escuela es derrumbarme sobre la cama y prender mi laptop. Todos los días. Si no estoy en la escuela, puedes apostar a que mi laptop estará en algún lugar dentro de un radio de dos metros de mi corazón. Mi laptop es mi alma gemela.
A lo largo de los últimos meses, he llegado a darme cuenta de que soy más un blog que una persona real. No sé cuándo empezó esto del blogueo, ni cuándo o cómo me uní a este sitio, pero no puedo recordar qué hacía antes y no sé qué haría si lo cerrara. Me arrepiento horriblemente de haber empezado este blog, de veras que sí. Es de lo más embarazoso. Pero es el único lugar donde encuentro personas que más o menos se parecen a mí. Aquí, la gente habla acerca de sí misma de forma distinta a como lo haría en la vida real.
Si lo cerrara, creo que probablemente me quedaría completamente sola.
No blogueo para tener más seguidores ni nada. No soy Evelyn. Es solo que en el mundo real no es aceptable socialmente decir en voz alta cosas deprimentes porque la gente cree que quieres llamar la atención. Lo detesto. Lo que trato de explicar es que me gusta poder decir lo que se me dé la gana, aunque solo sea en internet.
Después de esperar miles de millones de años a que se cargue el internet, paso un buen rato en mi blog. Hay un par de mensajes anónimos cursis; algunos de mis seguidores se alteran mucho con las patéticas estupideces que publico. Después reviso el Facebook. Hay dos notificaciones: Lucas y Michael solicitaron ser mis amigos. Los acepto a ambos. Después reviso mi correo electrónico. No hay nada.
Y luego vuelvo a ver el blog de Solitario.
Todavía aparece la foto de Kent luciendo ridículamente impertérrito, pero, aparte de eso, la única adición al blog es el título. Ahora dice:
Solitario: La paciencia mata.
No sé qué es lo que están tratando de hacer los de Solitario, pero «La paciencia mata» es la imitación más estúpida del título de una película inexistente de James Bond. Suena como un sitio de apuestas en línea.
Saco el post-it de SOLITARIO.CO.UK de mi bolsillo y lo coloco exactamente en el centro de la única pared vacía de mi cuarto.
Pienso en lo que pasó hoy con Lucas Ryan y por un breve instante vuelvo a sentir algo de esperanza. No importa. No sé por qué me metí en esto. Ni
siquiera sé por qué seguí esos estúpidos post-its hasta ese salón de cómputo. No sé el porqué de nada de lo que hago, por el amor de Dios.
Después de un rato, reúno la fuerza de voluntad necesaria para levantarme y bajo las escaleras para beber algo. Mamá está en la cocina con su computadora. Si lo piensas, se parece mucho a mí. Ella está igual de enamorada del Excel de Microsoft que yo del Google Chrome. Me pregunta cómo estuvo mi día, pero solo me encojo de hombros y digo que bien porque estoy bastante segura de que no le importa mi respuesta.
Somos tan parecidas que ya no hablamos gran cosa. Cuando platicamos, las dos tenemos que esforzarnos por encontrar cosas que decirnos o simplemente nos enojamos, de modo que, al parecer, hemos llegado a un acuerdo mutuo en el que realmente ya no tiene caso ni intentarlo. No me molesta demasiado; mi papá es muy parlanchín, aunque todo lo que dice es extraordinariamente irrelevante para mi vida, y todavía tengo a Charlie.
Suena el teléfono de casa.
—Contesta, por favor —dice mamá.
Odio el teléfono. Es la peor invención en la historia del mundo porque, si no hablas, no pasa nada. No puedes escuchar y simplemente asentir con la cabeza en el momento adecuado. Tienes que hablar. No tienes opción. Interfiere con mi libertad de no expresión.
![](https://img.wattpad.com/cover/309774123-288-k751642.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Solitario
Teen FictionMe llamo Tori Spring. Me gusta dormir y meterme en internet. El año pasado, antes de los problemas de mi hermano Charlie y de tener que empezar a elegir universidad, tenia amigos. Supongo que entonces las cosas eran muy diferentes, pero todo eso aca...