—¡Vaya si necesitabas ir al baño! —dice Michael cuando me siento. Sigue allí. Una parte de mí esperaba que ya no estuviera.
—Suenas impresionado —respondo.
—De hecho lo estoy.
Ahora, Becky, Evelyn y Lauren están platicando con otras chicas del 12.º año que no conozco y que se encuentran al otro lado de la mesa. Lucas me sonríe ligeramente. Rita se está riendo y mira con una sonrisa a Lauren. Están hablando de una muchacha que conocíamos que se pasó a Truham para 6.° grado porque decía que «le gustaban más los chicos que a las chicas» y ahora organiza fiestas donde todo el mundo usa ácido y rueda por los suelos.
—Entonces, ¿eres gay? —pregunto.
—¡Caray! Esto les importa realmente a todos ustedes. —Parpadea. No tiene demasiada importancia. En realidad, no me importa en absoluto.
—¿Te atraen los chicos? —pregunto mientras me encojo de hombros—. ¿O las chicas? Esa es una manera de saberlo, en caso de que no estés seguro.
Levanta las cejas.
—¿Crees que no estoy seguro?
Vuelvo a encogerme de hombros. No me importa. Simplemente no me importa.
—A decir verdad, todo el mundo es atractivo —continúa—. Aun si se trata de algo no muy importante, como el que algunas personas tengan manos realmente bellas. No sé. Me enamoro un poco de todas las personas a las que conozco, pero creo que eso es normal.
—Entonces eres bisexual.
Sonríe y se inclina hacia adelante.
—Te fascinan todas esas palabras, ¿verdad? Gay, bisexual, atractivo, poco atractivo...
—No —lo interrumpo—. No, las detesto.
—Entonces, ¿por qué etiquetar a las personas?
Ladeo la cabeza.
—Porque así es la vida. Sin organización, descendemos hacia el caos.
Me ve fijamente con gesto divertido y, se vuelve a reclinar en su silla. No puedo creer que acabe de usar la palabra «descendemos».
—Bueno, si te importa tanto, ¿qué eres tú? —pregunta.
—¿Cómo?
—¿Qué eres? ¿Gay, heterosexual, caliente por lo que se te presente, qué? —Ehhh, ¿heterosexual?
—¿Y en serio estás segura de que eres hétero? ¿Te ha gustado algún chico?
—En realidad, no. Nunca. Esto se debe a que tengo una opinión muy baja de la mayoría de las personas. —Miro hacia abajo—. Está bien. Te haré saber si me enamoro de una chica en fechas próximas.
Los ojos de Michael centellean, pero no hace comentario alguno. Espero que no me haya topado con un homófobo.
—¿Vas a recordar lo que viniste a decirme? —le pregunto.
Alisa su cabello tan estrictamente dividido.
—Tal vez. Quizá mañana. Ya veremos.
Poco después, todo el mundo decide que es hora de irse. Sin querer gasté dieciséis libras, de modo que Lucas insiste en darme la libra que me falta, lo que supongo es muy amable de su parte. Una vez que todos estamos parados fuera del restaurante, empieza a hablar seriamente con Evelyn. La mayoría de los que están aquí irán a casa de Lauren para una gigantesca fiesta de piyamas o como se llame. Van a emborracharse y todo, a pesar de que es martes. Becky me explica que no me invitó porque sabía que no querría ir (es gracioso porque es cierto), y Ben Hope la oye y me echa una mirada como de lástima. Becky le sonríe, y ambos están momentáneamente unidos en su conmiseración por mí. Decido que iré a casa caminando.
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Solitario
Teen FictionMe llamo Tori Spring. Me gusta dormir y meterme en internet. El año pasado, antes de los problemas de mi hermano Charlie y de tener que empezar a elegir universidad, tenia amigos. Supongo que entonces las cosas eran muy diferentes, pero todo eso aca...