—No estoy bromeando, Tori. Esta es una decisión extremadamente importante.
Veo a Becky directamente a los ojos.
—Sí, lo sé. Esto podría determinar el futuro de toda la humanidad.
Estamos en su cuarto. Son las 4:12 p.m. del viernes. Estoy sentada con las piernas cruzadas sobre su enorme cama. Aquí todo es rosa y negro y, si la habitación fuera una persona, sería una Kardashian de ingresos moderados. Hay un cartel de Edward Cullen y Bella Swan en la pared. Cada vez que lo veo, me gustaría pasarlo por una trituradora de papel.
—No, de veras, no es broma. —De nuevo, levanta sus dos disfraces, uno en cada mano—. ¿Tinkerbell o Hermione?
Los miro fijamente. No son muy diferentes, a excepción de que uno es verde y el otro es gris.
—Tinkerbell —digo. Ya que Becky puede conservar la calma y limitar su hilaridad a pesar de que está actuando como una reverenda imbécil, sería un insulto al nombre de Hermione Granger, a J.K. Rowling y a todos los fanáticos de Harry Potter, permitir que Becky se disfrace de la bruja más brillante de su edad.
Asiente y arroja el disfraz de Hermione sobre una creciente montaña de ropa.
—Es justo lo que pensé. —Se empieza a cambiar—. ¿Y entonces tú de qué vas a ir?
Me encojo de hombros al tiempo que sigo pensando en Harry Potter. —No me iba a disfrazar. Pensé que podría usar mi capa de invisibilidad.
Becky, en ropa interior, coloca las manos sobre las caderas. Sé que no me debería sentir avergonzada porque soy su mejor amiga desde hace más de cinco años. Pero de todos modos, así es como me siento. ¿Desde cuándo la desnudez se volvió tan natural?
—Tori, tienes que disfrazarte. Es mi fiesta de disfraces y lo exijo.
—Está bien. —Hago un verdadero esfuerzo mental para pensar en opciones—. Puedo ir de... ¿Blancanieves?
Becky hace una pausa como si estuviera esperando la broma.
Frunzo el entrecejo.
—¿Qué?
—Nada. No dije nada.
—No crees que pueda ir de Blancanieves.
—No, no, no; puedes ir de Blancanieves. Si quieres.
Veo mis manos.
—Okey. Lo... emmm... pensaré. —Jugueteo con los dedos—. Podría... ondularme el pelo...
Parece satisfecha y se pone el minúsculo vestido verde con alitas de hada. —¿Vas a tratar de hablar con la gente esta noche?
—¿De veras me lo estás preguntando o es una orden?
—Es una orden.
—No prometo nada.
Becky se ríe y me da unas palmaditas en la mejilla. Lo detesto. —No te preocupes. Yo te cuido. Siempre lo hago, ¿no?
En casa, me pongo una camisa blanca y una faldita negra de patinadora que compré para alguna entrevista de trabajo a la que nunca me presenté. Después localizo mi suéter negro favorito y mis mallas negras. Mi pelo es justo lo bastante largo como para hacerme un par de trenzas a cada lado y me pongo más delineador que de costumbre.
Merlina Addams. En realidad estaba bromeando acerca de lo de Blancanieves; de todos modos detesto a Disney.
Me voy de la casa por allí de las 7:00. Nick, Charlie y Oliver apenas se están sentando a cenar. Mamá y papá van a ir al teatro y después se quedarán en un hotel. En realidad, fuimos Charlie y yo los que insistimos en que pasaran
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Solitario
Teen FictionMe llamo Tori Spring. Me gusta dormir y meterme en internet. El año pasado, antes de los problemas de mi hermano Charlie y de tener que empezar a elegir universidad, tenia amigos. Supongo que entonces las cosas eran muy diferentes, pero todo eso aca...