Capítulo 3

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-Itachi-kun, que bueno que te encuentro, ¿qué te parece si vamos a pasear al lago como cuando éramos niños?- Itachi la vio con su siempre estoico rostro, negó - saldré de misión, regreso en tres días - la chica lo vio con molestia - ¿cuando regreses podremos ir?- el azabache confirmó - si mis labores me lo permiten, iremos- la chica sonrió con emoción, se puso de puntillas, besó sus labios, sin recibir una respuesta decente, sólo un beso sencillo, no como lo que ella espera -cuando nos casemos, debemos poner horarios para poder convivir un poco más, te dejo, nos vemos luego- Itachi vio como se fue, se dio la vuelta, continuó con su misión. La chica lo hacía sentir incómodo, sabía que se debía adaptar a ella, pero no le nacía ser así, él siempre fue serio, poco expresivo, ella esperaba algo distinto, pero nunca le ha mentido, siempre ha sido igual.

….

Los chicos caminaban de regreso a la aldea, Kakashi leía su libro soltando risitas pervertidas de vez en cuando. Sakura se embarraba al Uchiha fastidiándolo como siempre. Mientras el rubio era ignorado por el equipo con un descaro impresionante. Desde el ataque de Pain, él se había alejado de ellos, a la fecha no se habían dado cuenta, había dejado su estúpido enamoramiento por la pelirrosa cuando le hizo una broma pesada. Aún podía recordar, Sakura se le había declarado, cuando sonrió emocionado haciendo un intento por abrazarla correpondiendo a sus sentimientos, la muy desgraciada lo aventó riéndose de él, le dijo que no fuera estúpido, que alguien como ella nunca se iba fijar en un don nadie como él. Ino moría de risa tras la barda a sus espaldas, con ella estaban Kiba y otra amiga de ellas, se enojó tanto que a la fecha no les hablaba, pero para lo que les importaba, tan importante era para su equipo, que a la fecha no se han preguntado un porqué de su distancia.

El rubio caminaba con la cabeza gacha, con una leve sonrisa al recordar que Ero-sennin le había dejado una casa sólo para él, no había podido recuperar la herencia de su madre, pero aún tenía fe en recuperar la de su padre. La casa donde ellos vivían había quedado destruida en el ataque del Kyubi, cuando reorganizaron la aldea, los terrenos de su clan los distribuyeron con los aldeanos, su única esperanza era la herencia de su padre que aún estaba en proceso. Los aldeanos le vendían todo a precios exorbitantes, su salario, a pesar de ser bueno, no le alcanzaba para ahorrar y comer decentemente, la última vandalización de su hogar había sido el acabose, no tenía dinero para reparar los daños.

Después de la guerra la gente comenzó a tratarlo con más odio al enterarse que además de kyubi ahora contenía parte de los ocho bijus restantes, se aferraban a asegurar que era un demonio, que sólo les había traído desgracias, le echaban la culpa por el ataque de Pain y por el ataque de kyubi el día en que nació, sabían que la Hokage lo protegía, así que eran cuidadosos en joderlo en extremo, sin dejar rastros. El resto del mundo lo veía como un héroe, pero su propia aldea le daba la espalda, tal vez debería dejar de intentar encajar como su abuela le había dicho.

"Debería salir con un henge y desaparecer de sus vidas, vivir una vida sencilla, pero tranquila, dejar de ilusionarme con idioteces como ser hokage". El Daimyo lo odiaba, los aldeanos y consejeros habían lavado su cabeza, cada que iba a la aldea desde la guerra tenía que quedarse en su departamento para evitar encontrarse con el señor del fuego en la calle e incomodarlo, apretó sus puños con coraje. Continuó caminando trás de su equipo, faltaban algunos kilómetros aún para llegar a su adorada aldea.

Un equipo anbu corría en su misma dirección - Kakashi-senpai, buen día - el peliplata rodó los ojos -maa maa kinoe qué milagro - el nombrado negó con la cabeza -¿si sabe que nuestra identidad es secreta verdad?- el peliplata sonrió burlón -  pero ese no es tu nombre real, entonces ¿cuál es el problema? ¿Qué los trae por aquí chicos?- el equipo lo vio con cuidado - sólo regresábamos, queríamos saludar a nuestro antiguo capitán- mientras el castaño y Kakashi platicaban, los demás seguían su camino.

Naruto aún con la cabeza gacha observó de lado a comadreja con atención, sabiendo cuál era su identidad, sus mejillas volvieron a sonrojarse, cambió su mirada hacia el frente. Itachi se dio cuenta que el pequeño lo observaba, lo dejó de lado, lo único que quería era llegar y descansar, antes de que su prometida se diera cuenta de su presencia y comenzara a fastidiarlo como decía su hermano.

Uno de sus anbus se acomodó junto al rubio, Itachi pudo darse cuenta de ello, lo vio estirar el pie tratando de tirar al pequeño, a pesar de ir adelante de ellos se dio cuenta del acto, endureció su mirada hacia su kohai. Naruto había evitado que lo tirara fácilmente, a su lado era bastante lento, levantó la vista hacia el sujeto, lo vio con coraje apretando sus puños. El pequeño sabía que por nada del mundo podía regresar una agresión o lo lincharían - idiota infantil - caminó colocándose a lado de Kakashi, quien ignoraba a todos contando al anbu que le hablaba.

Itachi se acercó a su anbu con calma, habló con voz baja y tranquila- reportaré este incidente con Hokage-sama, tienes dos semanas de castigo sin misión, no permitiré que alguien de mi equipo se comporte de esta manera, me deshonras como miembro del equipo Ro- Itachi se adelantó a su lugar nuevamente, en su turno esas cosas no pasarían. Toda la conversación fue escuchada por el rubio quién bajó la cabeza con una leve sonrisa y un sonrojo evidente, sacudió la misma siguiendo su camino.

Por ti (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora