Déjame ser una amante
—Pues claro que no, crees una persona de ese tipo?
al escuchar eso, Ramón se sintio mejor, sacó el alcohol y sirvió un poco a
Lola
—........—Lola al eso que quedó un poco atascada, ¿Desde cuándo se ha
vuelto tan tacaño???
Lola quería coger la botella entera y servirse ella sola
—Habiamos quedado en que nos vamos a emborrachar
......
Después de beber algunos tragos, comenzarión una nueva conversación,
recordando los viejos momentos, cuando Lola engañando a su padre, salió a
escondido para beber alcohol
—Lola, mañana le daré un ostia a Miguel—ahora que sabe que Lola está
sana y salva, siendo uno de su mejor amigo, decide vengarse por ella
—¿Estás loco? ¿Cómo pudiste casarte tan aleatoriamente así? ¡Qué tonta
eres!— Ramón tomó un trago. Cuanto más bebía, más sabroso se volvía el
whisky. Él ni siquiera estaba dispuesto a dejar el vaso.
—Anda, no me llames tonta, a que te doy una paliza—Lola eructó y quiso ir
al baño. Entonces se puso de pie y se marchó hacia el baño balanceando.
—Ey cuidado, a ver si vas a entrar en el servicio de los tios—Lola ya habia
cometido el mismo error. Una vez se fue al baño de los hombres, cuando estaba
muy borracha. Dos hombres estaban meando en el baño, al ver entrar una mujer
borracha, terminaron de mear y salieron corriendo
Lola lo saludó con la mano, indicando que no volvería a suceder, ya que un
vaso de whisky no era gran cosa.Aunque estaba balanceando, ella mantuvo la
mente despierta.
Después de salir del baño, Lola se lavó la cara, sintiéndose mejor entonces.
Mientras balanceaba hacia el asiento, ella tropezó con el escalón, y cayño al
suelo.
—Ah!¡¡Joder!—Madre mía, mi cara no, porfavor!
un hombre que estaba al lado suya la intentó levantar, —Oh menos mal—
dijo Lola
—Grac...—Lola de repente se quedó sin decir ni una sola palabra
¿Lolita?!Miguel se sorprendió al ver a Lola borracha en este sitioLola se puso seria de repente, sacudió la mano con fuerza, —No me llames
Lolita. ¡Qué asco me das!—Lola se giró para irse, pero Miguel no la dejó ir tan
fácilmente
—Lola, escucha. Puedo explicarlo—.Miguel pensó que ella era crédula, y
planeó usar una excusa cualquiera para engañarla de nuevo, esperando que ella
se enganchara.
Lola estaba tan borracha que no tenía ninguna ventaja en ese momento. Por
lo tanto, ella estaba tratando de deshacerse de él. Pero Miguel no quiso dejarla ir
—Sueltame!—Lola estaba un poco enojada, y se sintió bastante incómoda ya
que estaba mareada.
—Lola, no te dejaré ir. Mi padre me obligí a casarme con Rosa. Tú eres la
única persona al que amo. Vuelve conmigo, ¿de acuerdo? salvo el matrimonio, te
puedo dar todo lo que tenías en el pasado,—Miguel notó el anillo de diamantes
en la mano de Lola, con los ojos nublados por el mal.
—Miguel, no sabia que tu eras tan hijo de puta!¿salvo el matrimonio?
¿Quieres que yo sea tu amante?—Al escuchar las palabras de Jorge Lola dió una
bofetada a la cara de Miguel.
—¡Lola, no seas tan ingrata! ¡Te estoy dando una salida!—Cubriéndose la
cara, Miguel estaba absolutamente furioso. Había mucha gente pasando por el
baño.Ser abofeteado por una mujer lo deshonró por completo.
—¡Vete a tomar por culo! ¡No me importa lo que me des! ¡Aléjate de mí!—
Lola se esforzó para que Miguel la soltara, y estaba a punto de escapar.
Pero Miguel agarró su cabello. Lola se sintió adolorida y tuvo que
parar.Miguel arrastró a Lola en su muñeca hacia la habitación.
Ramón había estado esperando a Lola por un largo tiempo. ¿Podría ser que
ella entró el baño de los hombres y fue detenida allí por un pícaro?Pensando en
esto, Ramón corrió inmediatamente hacia el baño.Vio que Miguel arrastraba a
Lola a la habitación que estaba junto a la esquina que conducía al baño.
Ramón sacó su teléfono e hizo una llamada a su pandilla de amigos —Estoy
fuera del baño. Ven a ayudarme—.Luego corrió hacia Miguel furiosamente
Ramón se lanzó dando un puñetazo a la cara de Miguel y le quitó las gafas
Lola aprovechó la oportunidad se alejó de él. Miguel vio a Ramón y sonrió
con desdénMiguel sacó su teléfono para hacer una llamada, —Sal. Tengo un
problemas cerca del baño—.
Ramón con una patada tiró el movil de Miguel, y se lanzó nuevamente hacia
él. Lola al ver que estaba ganando Ramón dio un suspiro.
Siete u ocho hombres aparecieron. Lola conocía a un par de ellos, todos
ignorantes y ricos de segunda generación.
Lola vio que habia un jarrón a su lado, tiró las flores al suelo y rompió eljarrón contra la pared.
Lola recogió un pedazo de cristal roto y lo colocó contra el cuello de Miguel,
que estaba tirado en el suelo. —Si alguno de ustedes se atreve a venir, Miguel no
saldrá vivo de aquí—.
—¡Lola! —estas loca?
—Sí, creo que sí. Debe ser porque ha sufrido demasiado, y se vuelve tan loca
que quiere cometer un asesinato—.
.........
Miguel no se veía bien, y no se atrevió a moverse mientras miraba la pieza
de cristal que estaba colocada en su cuello.
—Oye, amigos! Si puedes derrotarla, tendremos una noche loca con ella más
tarde—.Cuando Miguel terminó sus palabras, Ramón golpeó con fuerza en la
cara.
Lola estaba tan furiosa que presionó el trozo de cristal y rascó un poco el
cuello. Ella realmente quería suicidarse con él por un momento.
Esas segundas generaciones ricas se miraron.Sabiendo que Lola era una de
las diosas más bella de la península, todos quisieron dormir con ella.
Un par de ellos arrastraron a Ramón a un lado, mientras que otros dos, que
sabían un poco de Kung Fu, tiró con fuerza su mano que sostenía el
cristal.Después de arrebatar el trozo de cristal, Lola cayó al suelo.
Miguel se levantó y dio una patada a su barbilla: —Puta!¡¡Qué desgraciada
eres, oye amigo, disfrutemos esta noche con mi Lolita
—Miguel! eres un hijo de puta!, qué mamón eres!—Ramón se rebeló con
todas sus fuerzas, pero fue en vano.
—¡Hijos de puta! ¡Sueltale! ¡Si te atreves a tocarme, te juro que te mataré!—
Lola realmente quería matar a Miguel, cuando vio a esos hombres golpeando a
Ramón.
—Wow, no me dí cuenta de que te preocupabas tanto por él, habeis tenido
alguna noche loca juntas?—
Miguel demostró todo lo que él era realmente.
—Ey hermado!
Los amigos de Ramón están viniendo, parece que hay bastante. Ramón
empujó a los tres hombres que lo golpeaban, y señaló a los tios que le estaba
pegando, —¡Dale una buena paliza.!