Yo soy Yolanda Moza, la prometida de Jorge
Lola notó que Jorge le pasaba algo, ya que su cara se congeló
—¿Qué pasa?—al no saber nada, Lola le preguntó a Jorge con curiosidad
después de sentir su repentino cambio de humor.
Jorge tiró de Lola y la volvió a abrazar, como si nadie hubiera entrado.
Lola sentada en las piernas de Jorge miró a la mujer de la puerta y le
preguntó torpemente: —Hola, ¿quién eres?—Mientras tanto ella luchaba por
aflojar el abrazo de Jorge debajo de la mesa
—Jorge, te echo mucho de menos—.Yolanda Moza se quitó las gafas de sol
y miró a su hombre con seriedad. Lola al ver su rostro se sorprendió
¡Dios mío! esa es..La superestrella internacional, YolandaYolanda MozaSí,
es Yolanda Moza!—Jefe Jimenez, ¡ella es Yolanda Moza!—Sin darse cuenta de
lo que había sucedido, Lola no tenía idea de la situación incómoda en la oficina.
Espera...Ella dijo que echaba de menos a Jorge...Lola se puso de alerta
máxima de inmediato.
Apretando la mano en el brazo de Jorge, ella miró fijamente a Yolanda.
—Jorge, ¿qué está pasando?—Lola le preguntó a este hombre sombrío en
voz baja, pero no recibió respuesta.
Lola pensó por un momento, preguntándose si esta superestrella
internacional es la que se llamaba —Yolandita— en la lista de contactos de Jorge
y la que su suegra llamó
Pensando que eso pudiera ser posible, Lola respiró hondo y se levantó.—
Cariño, ¡vamonos a comer!—Su voz temblaba ligeramente.
—Hola, soy Yolanda Moza, la prometida de Jorge!—Yolanda se presentó en
voz alta
Si ella no tuviera nada que ver con Jorge, Lola se lanzaría sobre Yolanda con
entusiasmo, como cualquier otra fan, para pedirle un autógrafo y tomar una
foto.Sin embargo, esta mujer era hostil. ¿La prometida de Jorge?
—¡Hola!¡Soy Lola, la esposa de Jorge!
.........
La oficina cayó en un silencio de muerte. Nadie se atrevió a entrar o a hacer
ruido.Sánchez ya se había escondido lejos de esta guerra. El asistente de Yolanda
conocía su relación más o menos. Así que decidió quedarse con la secretaria
afuera.Estas dos mujeres se enfrentaron por primera vez.Sánchez, escondido en otro
piso, apostó a que Lola perdería esta batalla ante esa superestrella.
Cuando Lola dijo eso, Yolanda la observó seriamente. Lola llevaba su
cabello negro recogido en un moñoSus tupidas cejas, ojos grandes, nariz romana,
labios rosados y dientes blancos destacaban su encanto, sus rasgos era como una
obra maestra de un escultor famoso.¡Yolanda admitió que Lola era realmente
bonita!
Lola parecía joven con su vestido rosa. Su temperamento indicó que
provenía de una familia rica y bien educada. No se parece nada a una zorra.
Jorge debe tener alguna historia con ella.
—Señorita Hernández, ¿quiere cenar algo?Te invito, ¿qué te parece?
—.Yolanda avanzó dos pasos, con una sonrisa fascinante.
—Muy amable, señorita Moza.Pero pienso que mi marido y yo deberíamos
invitarte, ya que aquí usted es la invitada—.Lola no era una mujer simple, por lo
tanto no fue difícil ser un tigre sonriente.
—Señorita Hernández, yo soy reconocida como la prometida de la familia
Jimenez, llamar a mi futuro esposo cariño, ¿No crees que te estás pasando?—
Yolanda no quería pelearse con Lola delante de Jorge. Pero ella necesitaba saber
si Lola le importaba de verdad a Jorge
—Tal vez la ley funcione mejor que su reconocimiento. Después de todo,
vivimos en una sociedad basada en la ley—.Dijo Lola mientras le daba un fuerte
apretón al silencioso Jorge.
—Tienes razón, pero Jorge... ¡no te ama para nada!¿y eso no te importa?—
Yolanda estaba bastante segura de que Jorge prefería más a ella, ya que habían
estado juntos durante una docena de años.
—No importa. Yo lo amo y lo que necesito es solo quedarme junto a él
—.Lola hizo esfuerzos para ignorar el dolor de su corazón, forzando una sonrisa
brillante.
Sin su amor, ella no tendría arma para pelear con otros.
—Estar al lado de un hombre que no te ama ¿ves eso razonable?. ¿O es que
tienes otro intención?—Yolanda se sentó en el sofá, sin preocuparse por esta
mujer.
Jorge se levantó de la silla, su frialdad asustaba a los demás. Poniendo su
brazo alrededor del hombro de Lola, la sacó de la oficina.
Mirando a los 2, Yolanda se dijo a sí misma que no debía tomárselo en serio.
Sin embargo, ella salió corriendo para alcanzarlos y abrazó a Jorge desde
atrás antes de que los dos entraran en el ascensor.
Parecía como si el tiempo se hubiera detenido en este momento. Esas
secretarias se sorprendieron y se apresuraron a bajar la cabeza y seguirtrabajando, nadie se atrevió a emitir ningún sonido.
Al ver los brazos de Yolanda alrededor de la cintura de Jorge, Lola se puso
furiosa, quitó la mano de Yolada y la echó a un lado.
—¡Señorita Moza, soy su esposa!pienso que el celebro es una buena cosa,
espero que lo tengas—Lola se enojó de inmediato y observó fríamente a la mujer
que se tambaleó y se apoyó en la pared.
—Jorge...—Yolanda no se sintió avergonzada en absoluto. En cambio, ella
llamó su nombre con una voz débil.
Lola sintió que Jorge no estaba tan frío como antes después de que Yolanda
lo llamara de esa manera.
Ella de repente sintió dolor en el corezón ya que las mujeres de su alrededor
no le impotaba en absoluto.Pero esta debe ser su verdadero amor!Lola estaba tan
triste, que el dolor del corazón aumentó
—Jorge, te echo mucho de menos ...
La voz de Yolanda era tan penosa que incluso una mujer como Lola sentiría
pena por ellas.
—Ve primero a casa y volveré pronto—.Jorge presionó el botón del ascensor
y dejo entrar a Lola
—No, quiero estar aquí contigo—.Había una voz en su corazón, diciéndole
que no podía dejarlos solos.
—Cariño, confía en mí. Iré a casa una vez que termine el asusnto—.Jorge
acarició la cabeza de Lola con una voz más tierno de lo habitual
...Lola entró al ascensor con ira, sin mirar siquiera a Jorge.
—¡Os podéis ir del trabajo!—Las secretarias al escuchar la voz fría de Jorge,
se fueron corriendo.
La puerta de la oficina del CEO se cerró nuevamente de golpe. Solo Jorge y
Yolanda se quedaron allí.Jorge se paró en silencio frente a la ventana, mirando a
toda la ciudad.Yolanda caminó hacia Jorge tristemente y envolvió sus brazos
alrededor de su cintura.
—Jorge, he vuelto y estaré contigo para siempre. Por favor, no me
abandones, ¿de acuerdo?—Yolanda rogó con lágrimas apoyada con la cabeza en
la espalda de Jorge
Si no hubiera venido a esta ciudad nunca sabría la existencia de Lola.Si fuera
antes, Jorge al escuchar esa palabras de Yolanda, se casaría inmediatamente con
ella.Pero ahora ya es... —demasiado tarde—.
—Jorge...— Esas dos palabras rompió el corazón de Yolanda y comenzó a
llorar.