𝐜𝐚𝐩 41

808 48 1
                                    

La suegra liandola en la companía

El niño vivía en una familia rica. Por lo tanto, le dieron mucho dinero para
que lo pudiera gastar en donde quisiera. Después de huir de su casa esa noche,
reservó una habitación presidencial.Sabiendo que el niño había habierto una
habitación, sus familias estaban preocupadas y ansiosas porque el niño al
segundo día tendrá un examen
Sin salida, tuvieron que llamar a Wendy para que le enviara libros y artículos
de papelería y de paso, enseñarlo ahí mismo.
Wendy cogió todos los materiales y vino al hotel Telles . Después de llegar a
la planta donde estaba el niño, oyó una pelea entre un hombre y una mujer en
una puerta de una habitación
Al no tener interés en los asuntos de otras personas,hizo como si no hubiera
visto nada y pasó por delante de ellos.Por sorpresa, el hombre con el uniforme
del ejército agarró de la muñeca de Wendy y furiosamente dijo a la mujer: —
¡Lárgate! Eres la última mujer que Tocaría!
La estupefacta Wendy fue llevada a una habitación presidencial, y la puerta
se cerró de golpe.
Por su comportamiento inusual, Wendy pudo decir que podría estar
drogado.Ignorando el retorcimiento de Wendy y sus palabras de suplimiento, ese
hombre no la dejó ir,y dijo: —¡Ayúdame!¡Te daré lo que quieras!
Hasta la mañana siguiente, a primera hora de la mañana, el hombre se quedó
dormido. Sintiéndose mal, Wendy se escabulló de la habitación.vislumbró una
pequeña placa en el suelo. en la placa ponía —Coronel de un país: Jonata
Camela—.
Cuando Wendy terminó, Lola inclinó la cabeza y apoyó la frente en su mano,
pensando en la similitud de sus destinos.!!
—¿Dónde está el hombre? ¡No saldrá con la suya!—Lola se levantó y corrió
hacia la puerta.
—Lola, no hay necesidad de hacer eso!¿Qué le vamos a decir?¿Quie asuma
la responsabilidad?Estoy muy cansada. Sólo quiero descansar.—Wendy estaba
agotado. Lo único que quería era poder descansar en paz
—Está bien. Tómate un baño y relájate—.Jonata, ¿no?Lola recordó ese
nombre en la mente. ¡Algún día vengaría por Wendy!
Al ver a Wendy profundamente dormida en la cama, Lola silenciosamentecerró la puerta y se fue a trabajar.
En el Departamento de Investigación y Desarrollo de la compañía.
Al entrar en el departamento, Lola notó que todos permanecieron en silencio
y enfocaron sus ojos en ella.La mayoría de ellos la miraron con disgusto y
desdén.
Lola parpadeó y bajó la cabeza para comprobar su ropa. —¿Pasa algo con mi
ropa?—, ella pensó.Luego comprobó la hora. No había llegado tarde, porque
faltaba aún 2 minutos para que empiece el trabajo ¿Qué estaba pasando?
Lola, sin saber lo que había pasado, caminó hacia su asiento y vio a alguien
sentado en su escritorio desde lejos.
Para comprobarlo, dio unos pasos hacia adelante. —¡Disculpe! Este es mi
asiento—.
Justo cuando terminó la palabra, la que estaba sentada se dio la vuelta. ¡Era
la madre de Jorge, Rocío!
—Tía, ¿qué te trae por la mañana temprano?—Las cosas se pusieron muy
calientes. Lola concentró su mente en cómo hablar con ella.
—Una zorra trabajando en la compañía de mi hijo. Yo, como madre del
CEO, vengo aquí para resolver el problema y ayudarlo a aliviar su carga.—
Poniendo los ojos en blanco a la delicada Lola, Rocío decidió avergonzarla, con
la esperanza que ella dejara a Jorge voluntariamente.
—Tía, no soy una zorra. ¡No me sobrestimes! No soy capaz de seducir a su
hijo—.Finalmente, supo por qué sus compañeros la miraban de esa manera.
¿Quién hubiera pensado eso? Su suegra la liaría en la companía.
—¡Humph! Para decirte la verdad, la prometida de mi hijo está en el país C
ahora mismo, pero Lola no tiene la intención de parar de seducir a mi hijo. ¿Me
equivoco al llamarla zorra?—Rocío alzó la voz para hacer que todos en el
departamento la escucharan con claridad. Desde entonces, se estalló una series
de discusiones
—No es de extrañar que un graduado de la Escuela de Cine y Televisión
pueda trabajar en nuestro departamento—.
—Ya veo. Cuando el asistente Sánchez la trajo, pensé que tenía algo con él,
pero por lo que se ve ahora, ha venido a seduri a nuestro CEO
—¡Ay! Mira su hermosa cara. Tiene las cualidades de una zorra—.
—Sí. ¡vaya puta! No puedo estar más de acuerdo, si no fuera así la madre del
CEO no vendría aquí—.
...
Al escuchar la discusión de los demás, Lola suspiro. —Tía, me dirijo a usted
cortésmente por respeto. A su vez, también debes respetarme.¿Cómo puedes
decir eso? Sra Moreno, tengo que empezar a trabajar. Podría dejarme? —Lolapuso su bolsa en el escritorio y usó su identificación de empleado, un gesto claro
de que deseaba terminar la discusión.
—¿A le importa tu respeto? !Deja de arruinar la compañía de mi hijo, y vete
de aquí anda!Si no te vas hoy,llamaré a la guardia de seguridad para arrastrarte
fuera!—Rocío con sólo verla le hace sentirse mal. Era imposible que dejaría que
Lola siguiera en la companía de su hijo.
Cuanto más fuerte y más insultante era la discusión de los compañeros, más
se sonrojó Lola
—Está bien. Me iré pero al menos dame una razón.—Lola hizo todo lo
posible para calmarse, y siguió diciéndose que esta era la madre de Jorge y que
no debería pelearse con ella
—Que te diera una razón?yo soy la razón, si te digo que te tienes que ir, te
irás —Rocío se puso de pie y tiró de Lola hacia la puerta del departamento. Justo
en el momento, Sánchez se puso en la puerta. Al ver a Rocío, Sánchez dijo: —
Mi señora, es una llamada del jefe—.
Al oír eso, Rocío apretó los dientes y miró seriamente a Sánchez, supo que
Sánchez había avisado a Jorge.No tenía más remedio que dajar a Lola,
enfadadamente cogió el teléfono y lo puso en su oreja.
—Como madre del CEO, ¿no crees que tu comportamiento representa a la
empresa?—La voz fría de Jorge llegó a través del teléfono. Estaba
extremadamente decepcionado por lo que hizo su madre.
—¿Todavía recuerdas que soy tu madre? ¿Entonces por qué no me haces
caso?—Rocío hizo una mirada hostil hacia Lola y se apartó para seguir hablando
con Jorge
Después de frotar su dolorida muñeca, Lola volvió a su asiento avergonzada.
No sería fácil para ella llevarse bien con sus colegas y trabajar allí en el
futuro.
Al día siguiente, nadie habló con Lola. Lo que es peor, muchos empleados
con experiencia se unieron para crearle problemas y aumentar su carga de
trabajo.
Habían pasado las nueve de la noche, todos sus compañeros del
departamento habían llegado a casa, mientras que Lola acababa de terminar su
trabajo.
En oficina vacía, pensó Lola de lo que ocurrió esta mañana.
Se sintió dolorida y las lágrimas les comenzaron a salir por los ojos. Justo en
el momento, sonó el teléfono.
Era Jorge
Después de secarse las lágrimas, respiró hondo y cogió el teléfono. —¿Hola?—¿Donde estás?—Sánchez le habia dicho de que Lola tovía estaba en la
companía mientras que todos sus compañeros se habian marchado.
—En la companía, me estoy preparando para irme—Lola comenzó a poner
sus pertenencias en su bolso. La llamada de Jorge fue un gran alivio para ella en
ese momento.
Al escuchar su voz con un fuerte resoplido por teléfono, Jorge se detuvo y
dijo: —Sé que lloraste—.

ENAMORADA DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora