Se lo diré sea como sea
-¿Por qué estás tan apurada?Ya no eres un niña, Cómo puedes atragantarte
con la cerveza?-Ramón le dio unas palmaditas en la espalda a Lola, esto hizo
que que el hombre que está detro del coche se pongara celoso.
-Ramón, ¿Una carrera?-Ramón recordó esta voz fría y mortal y que él era
el hombre que aparecío en la discoteca la otra noche.En otras palabras, ¡él es el
esposo de Lola! Después de mirar a Lola con una emoción mixta, Ramón subió
al auto.
-Lola, no te hagas el muerto. ¡Entra!-Después de sacar la ceniza del
cigarrillo por la ventanilla del coche, Jorge tomó un trago, lo apagó y lo dejó
caer en el cenicero.
-¡Guau, qué hombre más guapo!-Lina se cubrió la boca de emoción, ya
que nunca había visto un hombre tan guapo. Aunque estaba oscuro, uno podía
distinguir sus delicadas facciones
Guau, guau. Chico guapo, sal a la fiesta, dale duro!-Las mujeres se juntaron
y les gritaron.
-Lola, ese hombre guapo te está llamando-.Incluso Elena se emocionó al
ver al guapo Jorge y el lujoso automóvil.
Lola, que estaba a punto de escabullirse, puso los ojos en blanco y volvió a
entrar en el coche de carreras de Jorge.
Dos autos de carrera se prepararon en la línea de salida, mientras que muchos
espectadores sacaron su teléfono para grabar esta carrera tan emocionante que
comenzará pronto.
Después de que Lina sirbara, con un nivel de decibelios más alto de lo
habitual, dos autos salieron disparados. En menos de un segundo, el auto de
carreras de F1 de Jorge corrió tan lejos que se perdió de vista,
mientras que el auto de Ramón se quedó atrás por decenas de yardas.
Lola cerró con fuerza los ojos en el auto de carreras de F1 para reprimir la
incomodidad física.Ella era una conductora habilidosa, aun así se sentía mal
debido a la alta velocidad de conducción de Jorge.
Ramón se había quedado muy atrás. Lola dijo con dificultad: -Reduce la
velocidad, reduzca la velocidad ...
En lugar de desacelerar, Jorge aceleró, haciendo que Lola gritara, -¡Jorge,
moriremos!No moriré. ¡Deberías preocuparte por ti ahora!-Su voz era la misma de
siempre, despertando envidia, celos y odio en el corazón de Lola.
Lola solo podía apretar el cinturón de seguridad y el reposabrazos. Jorge
terminó tres vueltas en menos de dos minutos, una vuelta por delante de Ramón.
-Guaw!qué guapo!
-Guapetón, venga conmigo!
-Guapoo, dame duro!-Las voces de las mujeres se oyeron por toda la pista