Divorciados con éxito
Después de veinte minutos, justo cuando Lola quería ir sola, se abrió la
puerta del dormitorio.
Después de eso, la puerta del baño también se abrió. Jorge le pasó una bolsa
de plásticoContenía muchas bolsas de comprensa, que eran las más caras del
supermercado.
—¡Gracias!—Lola sonrió alegremente, haciendo que la cara frustrada de
Jorge se relaje un poco.
Para agradecerle a Jorge por comprarle esto, Lola lleno la bañera de agua y
se fue a la cama.
Estaba tan cansada que se podía dormir en un segundo, pero cuando estaba a
punto de quedarse dormida, sintió a alguien acercarse por la espalda.Lola se dio
la vuelta y se hundió en un profundo sueño en los brazos del hombre, dejándolo
sufriendo por su fuerte deseo sexual.
Se convirtió en una noche de insomnio para él.
Al día siguiente, despertada por un despertador, Lola comprobó la hora. Eran
las 7:30 a.m., pero se sentía reacia a levantarse.
Espera, sintiendo algo incómodo, giró la cabeza hacia un lado para ver a
Jorge sentado en la cama mirándole su mano con hosquedad, como si guardara
un profundo rencor contra su mano.
Lola se sentó y descubrió que la mano de Jorge estaba cubierta de sangre.
—Estas herido,¿Cómo te hiciste?—Lola bajo de la cama rápidamente para
buscar la caja de urgencia,
—No estoy herido—.La voz llegó débilmente.
Después de mantenerse la calma, Lola de repente se dio cuenta de algo,
tapándose la boca para reírse.
Echó la manta hacia atrás y se dirigió al baño para lavarse la mano con agua
tibia una cuanas veces.
Cuando salió, Lola todavía estaba riendo. Al ver al hombre, ella callo.
—¡No me culpes!No es mi culpa—.Jorge manteniendo la cara seria.
Jorge la miró enfadadamente, se quitó los trajes y secambió en silencio.
—Ven, ponme la corbata—.Le hizo un gesto con el dedo, como si llamara a
un perrito.
Lola miró al hombre y lo obedeció.No fue difícil, porque ella había hechoesto antes a su padre.
—¿Cómo sabías hacer esto?—dijo el hombre con una voz extraña. La mujer
puso los ojos en blanco hacia él, —¡He hecho esto por mi padre!—Entonces los
ojos del hombre se volvieron suaves.
Era hora de desayuno.
Lola bajó las escaleras después de lavarse la cara. Su presentación le recordó
a Jorge lo que sucedió minutos antes, lo que arruinó su apetito
Mirando a Jorge, comió la tostada en la mano con vergüenza, ella hizo todo
lo posible para no reírse.
Al mismo tiempo, la Sra. Pepa trajo un recipiente con agua azucarada y lo
colocó frente a Lola.
—Lola, ¿qué tal si no vamos a trabajar hoy?—Cuando la señora Pepa subió a
limpiar la habitación, vio a Lola quitándose la sábana y supo lo que le había
pasado.
Lola pensó por un momento, porque ella tampoco quería ir al trabajo. El
primer día de su período suele ser lo más difícil. En el pasado ella solía
descansar en casa.Pero, pensando en el rostro de Yesica, ¡ella decidiño trabajar y
soportarlo!
— No importa señora Pepa, Iré al trabajo—.
Jorge vio su cara pensativa y dijo, —No vayas a trabajar hoy—.
Lola estaba a punto de rechazarlo, cuando Jorge sacó directamente su
teléfono móvil e hizo una llamada telefónica, —compruebame dónde trabaja
Lola y pídele un día libre para ella—.
—Señor Jimenez, ¿No preguntas lo que opino?No he dicho nada todavía...
El Asisntente Sánchez era un hombre altamente eficiente. Solo se comunicó
con Wendy y supo de que trabajaban para el centro comercial —La Corona—,e
inmediatamente llamó al gerente general del centro comercial para pedirle
descanso a Lola.
—Trabajas en —La Corono—, el que pertenece a Miguel. ¿Por qué vas allí?
—Harry puso la última tostada en su boca.
—¡Por Wendy!—¿Podría ser algo más?¿Por Miguel?Olvídalo. Él es una gran
hijo de puta. No me preocupo por él en absoluto.
—Descansa en casa—.Al mirar a Lola mostrando una expresión de
indiferencia ante esta pregunta, se limpió la boca y se dirigió a la empresa con su
maletín.
Lola despidió de él salundandolo, —Adiós, hombre mayor.tenga mucho
cuidado!
En la puerta, Jorge sacó su teléfono móvil y escribió algunas palabras antes
de salir.Lola regresó al dormitorio y estaba a punto de decirle a Wendy por teléfono,
apareció un mensaje de Jorge, que decía: —Cuando te sientas mejor, te haré
saber si soy mayor o no—.
..........
—Señor Jimenez, estoy equivocada. ¡Eres muy joven y guapo, no viejo en
absoluto!—Sentado en el asiento trasero, Jorge tenía una sonrisa superficial
después de leer este mensaje.
—Bien, bien dicho. Cuando te sientas mejor, te recompensaré—.
...........
—Señor Jimenez, ¿no tiene miedo de la deficiencia temprana de su riñón?—
Solo queda Lola, quien podía burlarse de él
Jorge sonrió y levantó un poco la ceja en el auto, —¿Estás tan interesado en
eso?
Ella respondió obsequiosamente de inmediato, —Señor Jimenez, debe
atender cientos de asuntos importantes todos los días. Descanse más por la noche
—.
La respuesta también fue enviada pronto, —Puedo ocuparme de ti
perfectamente, mujercita—.
¿Esta chica estaba aburrida en casa? Debería haberla llevado con él.
Ella no tenía nada que decir, —Señor Jimenez, trabaja duro. ¡Adiós!—
Finalmente, ella envió una expresión de despedirse de él sin hablar de más.
—Quédate en casa. Si te atreves a salir de casa, espera mi castigo—.Él nunca
creería a esta mujercita quedarse en casa dócilmente.
—¡Sí, señor!¡Prometo cumplir la misión!—Lola sintió calambres
menstruales en la parte inferior del abdomen. Se metió en la cama con su
teléfono móvil para hacer una llamada telefónica a Wendy.
—Wendy, ¿estás ocupada ahora?
—No. El gerente Morales le dijo al supervisor que usted pidió un dia libre.
¿Qué sucedió?—Wendy entró en el salón del personal y bajó la voz.
—Me ha venido la regla y me siento mal—.
—Oh, ya veo. ¿Quién te ayudó a pedir día libre? No viste la mirada
extremadamente sucia de Yesica cuando supo que pediste un dia libre—.Wendy
rió disimuladamente.
—No sé. Mi esposo llamó a alguien para pedirme el permiso ...—De repente
se dio cuenta de la bondad de su esposo.
—Bueno, bueno, ¡está bien!—Wendy estaba muy feliz porque el esposo de
Lola parece ser bueno con ella.
—¡Vuelve a tu trabajo! Voy a dormir—.
—De acuerdo, bebe más agua azucarada—.Sabía que Lola podría sentirseincómoda el primer día de su período.
Lola colgó su teléfono móvil y se preparó para dormir. Pero algo se le
ocurrió a ella. Encendió el teléfono y abrió un juego del móvil.
Este juego llamado Ghosts in Snowfield fue el que jugó durante años.
Miguel también abrió una cuenta allí. Se casaron en el juego en la primera mitad
de este año.
Después de iniciar sesión en el juego, Lola visitó el Emisario del matrimonio
por romper el matrimonio unilateralmente.
El mundo del juego se encendió, porque Lola y Miguel eran los mejores
jugadores, o mejor dicho los —pagadores— del juego.Tras su repentino
divorcio, muchos jugadores hicieron cola para casarse con Lola.
Miguel, que estaba leyendo documentos, recibió el aviso en su teléfono
móvil que decía: ¡Tu cuenta de Ghosts in Snowfield se ha divorciado con éxito!