𝐜𝐚𝐩 57

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Tu gato ha muerto

Incluso si él atendía sus llamadas, siempre colgaba sin hablar mucho. Y así
duraron aproximadamente un año, hasta que Rocío la llamó y le dijo que Jorge
se había casado. Fue en aquel entonces cuando se dio cuenta de que había
perdido a este hombre.
Yolanta se arrepintió amarga y profundamente por las decisiones que hizo.
Al oír un sollozo, Jorge levantó la vista del trabajo y encontró a Yolanda
llorando en el sofá.
Dejó el bolígrafo en la mesa y se acercó a ella. "¿Qué es lo que pasa?"
Yolanda seguía llorando sin decir ni una palabra. Jorge se puso de cuclillas sin
decir nada tampoco.
De repente, Yolanda se arrojó a los brazos de Jorge haciendo que él casi se
cayera al suelo. Finalmente Jorge dio un paso hacia atrás y mantuvo el
equilibrio.
"Jorge, lo siento. Lo siento mucho de verdad y me arrepiento mucho por no
haberte echo caso. Te lo ruego. Por favor, vuelve conmigo. Por favor ..." Yolanda
sollozaba entre lágrimas. Jorge cerró los ojos para ocultar el dolor que sentía en
su corazón.
Jorge apartó el abrazo de Yolanda e insistió que todo era demasiado tarde. Era
imposible que ellos volvieran como antes.
Horas después, Jorge terminó pronto su trabajo y llevó a Yolanda a casa.
La villa estaba muy tranquila. La señora Pepa no estaba allí. Tampoco estaba
Lola en el segundo piso.
Mirando a través de la ventana, se podía ver a Lola y a la señora Pepa hablando
de algo junto a la piscina.
Jorge se cambió de ropa y fue a ver a Lola. "Jorge, ¿has visto a "Traviesa"?"Yolanda estaba buscándolo alrededor del salón, con los ojos enrojecidos por el
llanto.
"Puede que esté en tu habitación. Ve a mirarlo allí". Jorge caminó hacia la
piscina directamente.
Antes de llegar hasta ellos, escuchó la voz de Lola. "Es demasiado tarde para
decir eso. ¡Sácalo de allí rápido!"
Al ver a Jorge caminar hacia ella con ropa de ocio, se puso mala de repente
porque recordó que él y Yolanda había estado justos toda la tarde.
"¿Qué esta pasando?" Jorge se paró al lado de Lola.
"Mira ..." Lola señaló la piscina, donde flotaba un gato sin vida.
"¡Ah!" "¡Traviesa!" Yolanda salió en un momento, vio a "Traviesa" en la piscina
y echó un grito de muerte.
Jorge frunció el ceño, se quitó la camiseta y la tiró junto a la piscina. Luego saltó
al agua y sacó a "Traviesa".
De hecho, era demasiado tarde. "Traviesa" ya estaba rígido.
"Traviesa", no me asustes por favor, despierta. "Traviesa". Yolanda quería
acariciar a "Traviesa" con sus manos temblorosas, pero no se atrevió a hacerlo.
"¿Qué es lo que pasó?" Jorge miraba a la Sra. Pepa y a los otros dos sirvientes
fríamente.
"No tenemos idea, señor. Fue la señorita quien nos pidió que sacáramos a
"Traviesa". No sabíamos que "Traviesa" ya estaba...muerto." Respondió la
sirviente más joven. Su nombre era Magdalena y había estado aquí desde que se
mudaron a esta villa.
"¡Lola Hernández! ¿Por qué mataste a mi "Traviesa?" Yolanda acusó a Lola de
matar a su gato inmediatamente, mientras que en realidad Lola no tenía ni idea
del accidente.
"¡No me eches la culpa! No he hecho nada. ¡Debiste haber cuidado mejor a tupropio gato!" Lola puso los ojos en blanco ante Yolanda.
"¡Jorge! ¿De verdad la consideras como una buena esposa? ¿Alguien que mató a
"Traviesa" solo porque no le gustaba? Si lo supiera desde el principio, tenía que
haberme llevado a "Traviesa" a otro lugar ..." Yolanda creía firmemente que Lola
había matado a "Traviesa". Ella era la única sospechosa posible.
"Oye, tu gato está muerto, pero no es mi culpa. ¿De acuerdo? Acababa de pasar
por aquí y tu gato ya estaba muerto. No me eches la culpa". Lola se puso ansiosa
y miraba a Jorge, quien no dijo nada.
"¿Para qué has venido aquí?" Jorge miró los ojos de Lola. "Traviesa" era el gato
persa que Yolanda y él trajeron a casa de una tienda de mascotas, no era
cualquier otro gato. La criaron juntos durante años y fue testigo de muchos de
sus recuerdos. Así que al ver el cadáver de "Traviesa", Jorge también se sentía
triste.
"Quería dar un paseo por aquí ..." Incluso ella se dio cuenta de que lo que dijo
parecía una excusa, pero todo lo que dijo ella era la verdad. Lola se había
enfadado al ver lo que publicó Yolanda por la tarde, así que quiso dar un paseo
por el jardín para alejarse de los malos humores.
Y en el camino de regreso, pasó por la piscina, donde casualmente encontró a
"Traviesa" muerto flotando en la piscina. Al darse cuenta llamó en seguida a la
señora Pepa en busca de ayuda.
"Lola Hernández, lo que acabas de decir creo que no te lo crees ni tú misma".
Yolanda echó una risa fría. Para ella eso era obviamente una mentira torpe.
......
Lola no la respondió. En cambio, ella se volvió hacia Jorge. "No he hecho nada
con "Traviesa".
Jorge tomó su camiseta y caminó hacia la casa. "Encuentra un cementerio de
mascotas y entiérralo adecuadamente".
...
Yolanda dio un paso adelante y agarró el brazo de Lola. "¡Lola, no puedes irteLola quitó el brazo fuertemente y gritó "¡No me toques!" Luego, sin ningún
movimiento adicional, Yolanda se cayó en la piscina inesperadamente.
"¡Ah! Socorro..."
Jorge escuchó todo lo que había pasado, al oír el fuerte chapoteo del agua, se dio
la vuelta y se dio cuenta de que Yolanda se había caído a la piscina.
Sin vacilación, tiró la camiseta al suelo y se echó al agua. Después de unos diez
segundos, Jorge finalmente sacó a Yolanda del agua. Lola se sentía aliviada al
verla a salvo.
Pero, ¿cómo se cayó? Ella no había empujado a Yolanda. Lola miró sus propias
manos, preguntándose, ¿cómo era posible que Yolanda se cayera tan fácilmente?
Jorge puso a Yolanda en el suelo suavemente y con las manos comenzó a apretar
los pechos de Yolanda. Yolanda comenzó a escupir agua y gradualmente
comenzó a toser.
"¡Jorge!" Yolanda se levantó y se arrojó en los brazos de Jorge, en seguida
comenzó a llorar como una niña.
Jorge no dijo nada, la levantó del suelo en sus brazos y la llevó hacia la villa.
Él no se detuvo al pasar por el lado de Lola, ni siquiera la miró.
Esa noche, por primera vez, la pareja compartió una misma cama pero sus
corazones estaban separados.
Lola no podía dormir con tranquilidad, estaban dando vueltas en la cama
escuchando la respiración profunda del hombre que estaba a su lado. Lola lo
pellizcó, "No puedes dormirte ahora".
"Anda duerme. Sé que no lo dijiste a posta". ¿Lo sabes? ¿Qué diablos sabes?
Lola se levantó de la cama en seguida y miraba a Jorge, que aún tenía los ojos
cerrados en la oscuridad.
Sabiendo que no tenía ganas de hablar ahora, Lola optó por rendirse. Se volvió
unas cuantas veces y finalmente se durmió. Después de que Lola se durmió,
Jorge abrió los ojos.Dio un suspiro, la acurrucó en sus brazos y esta vez se fue a dormir de verdad.
Cuando Lola se despertó al día siguiente, Jorge no estaba en la habitación. Se
limpió lentamente y bajó las escaleras.
Jorge estaba desayunando con Yolanda en el salón. La sonrisa de satisfacción en
la cara de Yolanda hizo que a Lola le resultara difícil creer que su gato acababa
de morir ayer.
La escena había estropeado el apetito de Lola. Tomó el bolso, se cambió de los
zapatos y se preparó para salir.
"¡Ven y desayuna!" Jorge dijo cuando notó que ella estaba por irse.
"No, he perdido el apetito". Lola abrió la puerta y se fue sin mirar atrás.
Al ver esto, Yolanda se ralentizó un poco.

ENAMORADA DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora