𝚌𝚊𝚙 47

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No regresó

Jorge quitó su mano de la cintura y se dio la vuelta. Mirando a la mujer que
estaba llorando, dijo en voz baja.
—No llores. no mecere la pena—.Excepto actuando, ella nunca derramó
tantas lágrimas como esta vez.
—Noo!Sí que merece la pena, eres la única persona que he amado en todos
estos años—.Yolanda levantó su voz ligeramente y sollozó. Ella nunca dejaría a
este hombre! ¡Nunca!
.....
Agraviada y deprimida, Lola regresó al chalét. ¿Jorge regresará con su viejo
amante?
¿Qué debería hacer ella?No debería preguntar nada sobre el pasado de Jorge,
ya que él nunca le preguntó sobre Miguel
Al ver a Lola sentada en el salón mirando al techo, la Sra. Pepa le preguntó
con curiosidad: —Lola, ¿no dijiste que ibas a cenar fuera?
Lola se dio cuenta y respondió: —Sí, no quiero comer nada. Voy a subir—.
La Sra. Pepa miró a Lola y supo que le había pasado algo. ¿Qué ocurrió?por
qué el señor no ha vuelto contigo?
Aquella Lola lo estuvo esperando toda la noche. Pero Jorge no volvió.
Tumbada en su cama, Lola estaba aturdida.¿La presencia de esa mujer
cambiará la vida de Lola?
Después de tomar un desayuno sencillo, Lola se fue a la compañía.Todos en
la compañía hablaban de Yolanda con entusiasmo.Cuando vieron a Lola, su
entusiasmo se convirtió en un sentimiento mixto. Muchos incluso insultaron a
Lola en voz baja.
Lola tuvo mucho trabajo ese día, ya que uno de sus compañeros estaba de
descanso.Ella tuvo que llevar la muestra a una fábrica en el suburbio después de
ordenar los datos. Aunque ya era la hora de dejar el trabajo, Lola seguía ahi
porque le pidieron que lo hiciera todo el trabajo hoy.
Lola no quería ir en su motocicleta, porque podía quedarse sin gasolina a la
mitad de la carretera.Intentó coger un taxi, pero ninguno quiso llevarla al
suburbio. Finalmente,Lola no tuvo otra opción que pagar el doble de dinero para
que la pudiera llevar.
Tardó casi una hora en llegar a la fábrica.Como era difícil conseguir un taxien el suburbio, Lola le preguntó al conductor si podía esperar un minuto para
que la llevara de vuelta. El conductor afirmó después de que Lola dijera que le
iba a pagar el doble de dinero también.
Lola entró a la fábrica corriendo. Después de dejar en claro por qué había
venido, la seguridad la dejó entrar.
Diez minutos después, Lola salió corriendo de la fábrica con la cara bañada
en sudor. Pero ... ¿dónde está el taxi?
Deprimido y enojado, Lola maldijo al conductor por engañarla.Además, ¡ella
ya le pagó el conductor el dinero de vuelta!Lola se olvidó de memorizar la
matrícula del coche. Si lo recordará estaba claro que Lola denunciaría al
conductor
Lo que ella podía hacer era llamar a Jorge y pedirle que la recogiera.Pero, el
teléfono fue rachazado.
se estaba oscureciendo, Lola cada vez se pone más nerviosa, cuando llamó
por segunda vez al teléfono de Jorge, el teléfono de Jorge estaba apagado
Sin más remedio Lola llamó a Ramón, pero la suerte no le acompaña, no se
sabía por qué Ramón no coge el teléfono!que pena!
No había nada en su alrededor, Lola estaba caminando por la carretera con
sus tacones puesto, —Espero que encuentre un coche por el camino— Lola
pensó
Sin darse cuenta Lola ya había caminado 1hora, incluso le salió ampollas en
los pies. Con el dolor Lola quitó los zapatos y siguió caminando
El cielo se puso totalmente oscuro, Lola quiso llamar a Wendy pero seguro
que ella está trabajandoLola insultó a Jorge y a Ramón mil veces en su
interiorhasta que comenzó a llorar, pensando en por qué nadie está a su lado
cuando más lo necesita.....
Lola decidió llamar a Jorge por última vez, pero el teléfono seguía
apagadoDespués decidió llamar a Ramón por ultima vez, menos mal que alguien
cogió el teléfono
—Ramon!Qué estabas haciendo, por qué no me coges el teléfono, ¿sabes que
casi muero por tu culpa?!—Lola estaba tan enojada que le gritó a Ramón en el
momento en que cogió el teléfono. Ramón miró su teléfono y se quedó sin
palabras, sin tener idea de lo que estaba pasando.
—¿Qué ocurre?¿Quién te ha echo enfadar?—Ramón puso el móvil en
silencio porque su jefe estaba criticando a los empleados.
—Llevo ya una hora caminando sola en el suburbio y no encuentro a ningun
taxi. ¡Ven a rescatarme!—Lola se volvió tranquila después de culpar a Ramón.
Ramón se quedó atontado ya que no era su culpa de que ella estuviera ahí solo
—... ¿No deberías llamar a tu marido primero?—Ramón dijo con una voz dequeja
—No me lo recuerdes. Su teléfono está apagado, pienso que debería de ser
por que se quedó sin batería.Voy a morir de verdad ... creo que me cortado con
vidreo en los pies ...—.Sin coches, sin comida, sin personas, sin farola. Lola se
sintió tan mal en esta noche que era imposible de expresarlo
—¿Dónde estás? ¡Estaré allí pronto!—Ramón se puso el casco y se montó en
su moto de inmediato.
—No lo sé tampoco. Está muy oscuro aquí. Puedes venir directamente a la
carretera AM22 y doblar a la derecha al final de la carretera. Gira a la izquierda
hacia la carretera AM402. y creo que estaré cerca—.
Su descripción no era del todo clara, así que Ramón usó GPS en el teléfono
para bucar la carretera AM402. Y llego en media hora.
Los pies de Lola fueron realmente dolorosos. Al ver su incómoda situación,
Ramón la culpó.—¿Cómo puedes ser tan descuidado para atraparte en un área
tan remota a altas horas de la noche? ¡si saliera alguna bestia estarias muerta ya!
—Vale, vale , vámonos ya, me duele mucho los pies—.Lola puso una mala
cara, Ramón la miró un ambos volvieron a la ciudad
En el restaurante occidental Finster.
Yolanda llamó a Jorge cuando él estaba en el trabajo y le pidió que la llevara
a comer en un restaurante occidental
Después de pensarlo un rato, Jorge decidió llevarla a comer fuera
—Jorge, estuve muy feliz ayer. ¿Puedes ... quedarte conmigo esta noche
también?—Yolanda había pedido a Jorge para que se quedara con ella en la Villa
Circo la noche anterior.Aunque duermieron en habitaciones diferentes, era muy
agradable porque pensaba que a Jorge todavía le importaba ella.
—No, necesito volver a Fuente Perla esta noche—.Jorge la rechazó de
inmediato, ya que estaba seguro de que su mujer debía estar enfadada porque la
noche anterior no regresó a casa.Lo único que Jorge quiere pensar era cómo
consolarla una vez regresado a casa
Yolanda sabía que Fuente Perla era la nueva casa de Jorge y que su esposa
debía vivir allí. Los celos se apoderaron de ella.
—Jorge, no puedes dejarme en sola en la Villa Circo ...
—Disculpe, quiero ir al baño—.Jorge la interrumpió con una excusa.
Mirando a su alta figura, Yolanda se mordió el labio.Este hombre me
pertenece. ¡Nadie me lo va a quitar! Yolanda pensó para sí misma
Justo en este momento sonó el teléfono de Jorge, que se le olvidó de
llevarselo con él.
Al ver —Esposa— en la pantalla, Yolanda lo rechazó de inmediato.El
teléfono sonó de nuevo. Yolanda apagó su teléfono con una sonrisa malvada y lovolvió a colocar en el lugar donde estaba. Luego continuó comiendo chuleta de
vacuno como si nada hubiera pasado.

ENAMORADA DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora